[por 1452]
Carta IX
Llevo muchos días pensando qué decirte, tantos como tú seguramente has estado pensando, cómo decírmelo.
Pero sabemos que ninguno de los dos hablará, al menos no por ahora… el miedo a veces es aliado del tiempo. Y a veces el tiempo se hace necesario para poner en orden los sentidos, aunque los dos sabemos que poner orden en tu deseo o en el mío, no será posible.
Te imagino un día de diciembre, sentado frente a mí, tomando un café, mientras me bebo la tarde en tus ojos.
Me imagino una noche de enero, sentada frente a ti, tomando una copa, mientras te bebes la noche en los míos.
Quizá, éste no sea tu tren ni el mío, quizá nos separemos sin haber dicho nada, pero, ¿quieres saber algo? No me importa equivocarme de destino, si es contigo no.
No me importa por primera vez, ser una mujer sin voluntad.
Hasta donde tú digas basta
yo digo puedo,
donde tú no alcances
yo llego.
Te quiero.
Nunca seas una mujer sin voluntad y ten siempre la voluntad de escribir con la maestría con que lo haces en todas partes. Nos encanta leerte ;-)
ResponderEliminar¡Bienvenida Mil!
Y un cariñoso abrazo
Maverick
...
¡Y a mí leeros a vosotros, Maverick! :)
ResponderEliminarUn beso.