domingo, 27 de octubre de 2013

La mala luz.-Carlos Castán


















Querida Magdalena:
Me dijeron que te olvidaría, que todo este dolor se iría calmando poco a poco y que a la vuelta de unos años podría caminar de nuevo, tranquilamente, por las calles que recorrí contigo y entrar otra vez en los bares donde nos emborrachábamos juntos, llegar incluso a sentarme en el rincón donde solíamos ponernos al fondo de la barra, bajo aquella misma oscuridad de entonces y bajo aquella música que nos envolvía, sin pánico a que apareciese de repente un recuerdo que trajese de nuevo el sabor a ponche de tu lengua o la imagen de mis manos trepando por tus muslos, y de tu falda subida y de tu braga mojada sobre el taburete.
Me dijeron que eso siempre termina por pasar. Que la pena se va como las tormentas de montaña y deja paso a otros soles y otros cielos que se escondían radiantes tras aquel negrísimo mar de nubes que rugía entonces desde lo alto como el cielo del Gólgota sobre las cruces de madera donde colgaba la carne, muerta ya. Me dijeron que mi vida
seguiría su curso y que pasarían cosas en el futuro, y que habría más viajes y mujeres y también más deseos, por qué no, y que llegaría una noche, sin darme casi cuenta, en que nuevamente dormiría de un tirón, ya lo vería, y que volvería a comer a mis horas y que podría pasar sin el montón de pastillas de mi cajita plateada, sin tener que beber en ayunas, sin arañarme el cráneo; y que no sentiría ya ganas de hacerme con el cúter más rayas de sangre en los brazos ni en las manos.

Me dijeron todo eso. Pero pasa el tiempo y mi amor no se va. Te quise tanto, pedazo de zorra, que mi amor no puede irse. Se queda siempre. Y duele. Y sigue. Y no se va. Ha hecho de mí su nido, como una culebra que resiste contra viento y marea entre los escombros palpitantes de mi ruina, y a veces se asoma con su lengua bífida, con sus ojos sangrientos, y te espera como antes a la salida de los cines y te busca en las tabernas y en los callejones, y no sueña otra cosa, ni dormida ni despierta, que llegar a donde estés para morder tu corazón. Y ahí sigue. No se cansa. Y duele. Y no se va.

La mala luz, de Carlos Castán

El jardín del Edén.-Ernest Hemingway













Publicado veinticinco años después de la muerte de su autor, un libro inusual que muestra a Hemingway interesado en la relación ente vida y arte. Un joven matrimonio se ve envuelto en un peligroso triángulo erótico. A través de su protagonista masculino -escritor promisorio- Hemingway realza la peligrosa ambigüedad de los sentimientos.


Posiblemente si este libro si se hubiera publicado en vida de Hemingway sería mucho mas extenso y tendría otro final, no lo sé, de todos modos a mi me ha gustado mucho. Es una novela completamente distinta de  las que yo había leído anteriormente de él.
El entramado de los personajes, la relación tan complicada entre ellos...en fin que he disfrutado mucho de este viaje por la Costa Azul de la mano de David y Catherine.
Yo no me lo perdería.

sábado, 26 de octubre de 2013

Errores



















"Nuestro deseo desprecia y abandona lo que tenemos para correr detrás de lo que no tenemos."
( Michel Eyquem de Montaigne )

Lo peor llega cuando nos damos cuenta que aquello que teníamos era lo que de verdad nos colmaba, pero lo abandonamos, y ya es irrecuperable. Y tenemos que aprender a vivir con la pena y la carencia

Imagen de Michael Gorban

miércoles, 23 de octubre de 2013

El chico de la trompeta.-Dorothy Baker













"El chico de la trompeta", de Dorothy Baker, publicada en 1938 e inspirada en la vida del mítico trompetista de jazz Bix Beiderbecke, narra la breve pero intensa vida de Rick Martin, un joven con unas extraordinarias dotes para la música que, en unos pocos años, pasa de aprender a tocar el piano por su cuenta en iglesias y en restaurantes de carretera a convertirse en el miembro más destacado de una de las mejores orquestas de Nueva York.

"El chico de la trompeta", considerada por muchos críticos la primera novela sobre el jazz, sirvió de base en 1950 a una película dirigida por Michael Curtiz e interpretada por Kirk Douglas y Lauren Bacall. En 1951, la editorial Gallimard publicó, con el título "Le jeune homme à la trompette", la traducción francesa, obra de Boris Vian.
















Dorothy Baker, cuyo apellido de soltera era Dodds, nació el 21 de abril de 1907 en Missoula (Montana) y se crio en California. Graduada por la Universidad de California, en 1930 se casó con el poeta Howard Baker. En 1938 publicó su primera novela, El chico de la trompeta, que obtuvo un gran éxito y sería llevada al cine en 1950 por Michael Curtiz. En 1942 se le concedió la prestigiosa beca Guggenheim, y al año siguiente apareció su segunda novela, Trio. Posteriormente publicó Our Gifted Son (1948) y Cassandra at the Wedding (1962). Falleció el 17 de junio de 1968 en Terra Bella (California).

Pues aquí tenemos a Rick, un chico que le ha tocado en suerte vivir una vida algo dificil y al que pocas cosas le interesa además de la música.
Pudo haber llegado a lo mas alto, pero tampoco creo que fuera ambicioso, solo quería tocar. La música fue su vida, todo lo demás quedó en segundo o tercer plano.
La historia está bien narrada, pero a mi modo de ver la traducción no es buena.De todos modos es una novela digna de leer

martes, 22 de octubre de 2013

Mi padre



















Me encanta oír como discuten mis padres. Me explico, cada día a eso de media tarde salen a pasear, cuando están a medio camino a mi padre le gusta sentarse en un banco y permanecer un rato contemplando los barcos navegando a lo lejos. Mi madre se enfada, cree que es algo absurdo y aburrido estarse ahí sentados sin hacer otra cosa que mirar. Pero mi padre insiste, según él, en ese rato su mente empieza a tramar mil historias  sobre los viajeros. Los motivos que les ha llevado a realizar la travesía, cual será el menú, qué canciones tocará la orquesta, etc.
Le digo que desconocía esa afición suya y le pregunto de dónde le viene. Me responde que siempre la ha tenido. Le digo que se apunten al Imserso y viajen. Se niega, dice que hay viejos muy pesados.

Creo que mi padre  seguirá sorprendiéndome incluso después de muerto con sus ocurrencias

sábado, 19 de octubre de 2013

Kenneth Rexroth



















Me preguntas en qué pensaba
Antes de que fuéramos amantes.
La respuesta es fácil.
Antes de conocerte
No tenía nada en qué pensar.
( Kenneth Rexroth )
Imagen de Zhu Yiyong

Es un extracto muy breve de un poema que me fascina..

jueves, 17 de octubre de 2013

William Ernest Henley























Más allá de la noche que me cubre
Negra como el abismo sin fin,
Agradezco a los dioses quienes quiera que sean,
Por mi alma inquebrantable.
En las garras de la circunstancia
No he parpadeado ni llorado alguna vez.
Bajo los golpes del destino
Mi cabeza sangra, pero erguida.
Más allá de este lugar de ira y lágrimas
Yace el horror de la sombra,
Aún con la amenaza de los años
Me encuentra y me encontrará sin miedo.
No importa cuán estrecho sea la puerta,
Cuán cargada de castigos la sentencia,
Soy el amo de mi destino:
Soy el capitán de mi alma.
(Invictus, William Ernest Henley)
Imagen de Emmet Gowin

Uniones























¿Estamos predestinados? ¿Existen las almas gemelas? ¿Será verdad que estamos hechos el uno para el otro? Pues no lo sé, aunque no te negaré que a veces me gusta imaginar que existen hilos invisibles que se dedican a juntar personas afines.

lunes, 14 de octubre de 2013

Flotar

















¿Que, para qué escribo?
Para que me leas, para que me escuches, para que me reconozcas, para que te enteres, para que me preguntes, para que te intereses, para desahogarme, para no olvidar, para sincerarme, para no callar, para describirte, para eludir lo feo, para llorar menos, para sonreír más, para escabullirme de algún pensamiento, porque soy una obstinada, porque hay palabras que me oprimen.
Son tantas las cosas por las que escribo, que me pregunto si no seré una imprudente, y me respondo que a lo mejor estaría bien abdicar. Ojalá aprendiera una canción que haga dormir a las palabras, adentrarme en el silencio hasta sentir que me elevo entre las cuatro paredes de esta habitación. Porque cuando uno se queda solo todo lo dicho y escuchado sale al paso, se repite. Lo propio y lo ajeno.

domingo, 13 de octubre de 2013

Silencios
























Aunque hace mucho tiempo que no me llamas ni me escribes, sigo creyendo que me llevas en el alma, que una parte de mi ocupa tu pensamiento con tal intensidad que sin querer dices mi nombre.
Imagen de Edward Steiche

sábado, 12 de octubre de 2013

Canadá.-Richard Ford













Dell Parsons tiene quince años cuando sucede algo que marcará para siempre su vida: sus padres roban un banco y son detenidos. Su mundo y el de su hermana gemela Berner se desmorona en ese momento. Con los padres en la cárcel, Berner decide huir de la casa familiar en Montana. A Dell, un amigo de la familia le ayudará a cruzar la frontera canadiense con la esperanza de que allí pueda reiniciar su vida en mejores condiciones. En Canadá se hará cargo de él Arthur Remlinger, un americano enigmático cuya frialdad oculta un carácter sombrío y violento. Y en ese nuevo entorno, Dell reconducirá su vida y se enfrentará al mundo de los adultos. Una bellísima y profunda novela sobre la pérdida de la inocencia, sobre los lazos familiares y sobre el camino que uno recorre para alcanzar la madurez.«Uno de los mejores estilistas y uno de los narradores más humanistas de América... Es su libro más elegiaco y profundo» (Ron Charles, The Washington Post).«Un grandísimo escritor» (M. Dirda, The New York Review of Books).«Un vasto y magnífico fresco. Ésta es una de las primeras grandes novelas del siglo XXI» (John Banville).«Fascinante» (Colm Tóibín).

Lo he dicho mas veces, hay libros que al llegar a la última página, me hago la siguiente pregunta ¿Y ahora qué? es tanto lo que disfruto  que no quiero que termine. Son libros que llegan hondo y de alguna manera  marcan. Consiguen que una mire la vida de otra forma, ni mejor ni peor, pero sí distinta.

Todo lo que acontece en nuestra vida queda grabado para siempre en el alma y en el cerebro, siempre hay dos caminos, elegir el acertado o no, es el riesgo que corremos. Dice el poema de Robert Frost:
 "Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo,
Yo tomé el menos transitado,
Y eso hizo toda la diferencia"

 La vida, dice la novela, nos la dan vacía de nosotros depende de qué y cómo la vamos llenando.
Es importante tomar conciencia que en el camino se quedan cosas,y debemos estar preparados para desprendernos de algunas ellas.

A fin de cuentas no somos solo uno, sino unos cuantos, dependiendo de las circunstancias que nos toca vivir. Lo que está claro es que no podemos quedarnos anclados en el pasado. La vida siempre sigue y vale la pena formar parte de ella
Excelente libro, quizá cueste un poco cogerle el tranquillo, pero una vez lo consigues se convierte en una lectura adictiva

Dejo un pequeño párrafo:
"Poco más hay que decir. Y eso me satisface. Yo he tenido la bendición de la memoria, lo mismo que mi hermana Berner, al final, tuvo la bendición de tener menos. Aunque ella tenía razón; fue el acontecimiento de nuestra vida, pues empezó en nuestra familia, y, aunque sus consecuencias llegaron lejos, nunca fueron más allá de su fuente"

lunes, 7 de octubre de 2013

Emilia Bertolé























La lluvia, el viejo libro y tu recuerdo,
oh amigo, me han llenado de tristeza.

Se diría que en estas claras páginas
que están compenetradas de tu ausencia
vive un poco de tu alma, de tus ojos,
de tu sonrisa entre viril y tierna.
Y pienso que este libro, amigo mío,
es el único lazo que en la tierra une
mi vida frágil a la tuya deliciosa y serena.

Lentamente he cerrado el viejo libro
y el alma toda se me ha vuelto niebla.

sábado, 5 de octubre de 2013

Pesadillas














En el sueño, yo era una anciana de cabello blanco y aspecto respetable. Vestía ropa cómoda, de colores claros. No tenía gatos, ni daba de comer a las palomas.
La casa permanecía bien ventilada. La cristalería estaba al completo y en la vajilla no había ni un solo plato desportillado.
Daba largos paseos por el campo, y regresaba a casa entrada la noche, por el camino gozaba de la oscuridad silenciosa, mientras escuchaba a los grillos. Aquel día, mientras subía la cuesta de repente noté  una punzada en el pecho  que hizo que me detuviera. 
Intenté concentrarme en respirar despacio, cuando me tranquilicé  reanudé la marcha con pasos cortos y lentos, ahora solo me preocupaba llegar a la casa cuanto antes, pero no había  nadie que me esperara y eso me angustiaba
Me sentí agobiada y triste. Cerré la puerta. La lámpara estaba encendida. Llorosa, me fui de inmediato a la habitación. Me senté sobre la cama y me miré en el espejo. De repente pensé ¿qué hago todo el día de un lado a otro, sin ir a ninguna parte?

Imagen de Paroshin, Vladimir

viernes, 4 de octubre de 2013

Sensaciones






















Después de aquello me quedé anonadada,  con su respuesta vino a confirmar lo que yo pensaba. Y en cierto modo empecé a odiarlo por burlarse de mí. En unos minutos todas mis certezas se esfumaron una tras otra. No sabía qué hacer. Aquella era una extraña sensación. No  podía, no quería dar crédito a lo que estaba pasando. Me negaba con obstinación a tomar una decisión precipitada. En el fondo no tenía buena opinión de él, pero le vi tan asustado y solo que decidí seguir a su lado, cuidándolo como venía haciéndolo hasta entonces…
  
Imagen de Jack Vettriano

miércoles, 2 de octubre de 2013

Desapegos


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De regreso



















Después de unos meses algo alejada del café y de blogs me propongo volver a la carga. No sé si todavía os queda ganas de pasaros por aquí, ojalá que sí.
Ha sido un verano de mucho trabajo, pero lo he recompensado con buenas lecturas, espero continuar con ánimos e ir subiendo las reseñas.
Echo de menos estar aquí, en mi casa y la casa de todos vosotros.
Os mando un abrazo.