Me
encanta oír como discuten mis padres. Me explico, cada día a eso de media tarde
salen a pasear, cuando están a medio camino a mi padre le gusta sentarse en un
banco y permanecer un rato contemplando los barcos navegando a lo lejos. Mi madre se
enfada, cree que es algo absurdo y aburrido estarse ahí sentados sin hacer otra
cosa que mirar. Pero mi padre insiste, según él, en ese rato su mente empieza a tramar mil
historias sobre los viajeros. Los motivos que les ha llevado a
realizar la travesía, cual será el menú, qué canciones tocará la orquesta, etc.
Le
digo que desconocía esa afición suya y le pregunto de dónde le viene. Me
responde que siempre la ha tenido. Le digo que se apunten al Imserso y viajen.
Se niega, dice que hay viejos muy pesados.
Creo
que mi padre seguirá sorprendiéndome
incluso después de muerto con sus ocurrencias
Signo de que quiere vivir, y eso es muy bonito en las personas mayores.
ResponderEliminarSalu2, Mádison.
De ahí puede que vengan las tuyas, tus ocurrencias, tu curiosidad, tu querer soñar y aprender todo, tu estar en todos los versos, en todas las películas y en todas las novelas, de ahí puede que te venga esa melancolía que dejas en tus cartas...
ResponderEliminarDe ahí, del otro lado del mar, de dejar volar la imaginación...
Besos
Creo que me cae bien tu padre.
ResponderEliminarUn besito.