El libro narra la historia de un mujer, a la que las autoridades rusas condenaron a diez años de trabajos forzados en el Gulag acusada de espionaje por mantener una relación con un soldado americano. Con tan solo diecisiete años se llevaron a Valia de su casa, igual que tiempo atrás hicieron con su padre al que nunca más volvieron a ver, así que en el libro no solo se habla de Valia sino que también cuenta la historia de su padre.
Durante los años de encierro ha intentado vivir con dignidad entre las demás prisioneras, contando los días que le quedaban para ser libre, el amor que siente por su hija y el recuerdo de Bill le dan fuerzas para seguir adelante.
Pero cuando eso ocurre nada es como ella imaginaba porque la desconfianza y el miedo se ha instalado en todos. No hay trabajo para los expresidiarios, tampoco encuentran vivienda. Su situación es precaria pero aún así ella no se rinde y aunque parezca imposible todavía le quedan sueños e ilusiones que desea cumplir.
Temas como la diferencia entre culturas, la guerra fría durante el mandato de Jrushev, correspondencias intervenidas, etc.. lo describe con entereza y apenas utiliza el melodrama aunque por supuesto hay momentos muy dramáticos.
En las últimas páginas del libro está la conversación que Monika, la autora del libro mantuvo con Valia antes de escribir el libro, es una conversación muy emotiva
Un libro muy recomendable, sin duda