Me arrellané en el asiento de mimbre y fijé la vista en el libro que tenía entre las manos, después entorné los ojos y miré a lo lejos. El
cielo azul cubría el paisaje, el aire soplaba lento y tibio. A lo lejos pequeñas embarcaciones a vela navegaban sin prisa,
en la orilla unas gaviotas conversaban...
Pintura de Sally Rosenbaum
Pintura de Sally Rosenbaum
Un marco ideal para poder leer con tranquilidad.
ResponderEliminarSalu2, Mádison.
un fino tallo, una delicadeza prendida en la mirada...
ResponderEliminarhermosa brevedad apátrida!
Ves como fluyes y como si has encontrado la mecánica. Ahora relee a Carver y no pares hasta ver, como el ciego pudo ver la Cathedral. Hurga fuera desde dentro, nadie puede ver lo mismo que tú. Plántalo como hoy, con palabras secillas, muy sencillas y claras pero vete más lejos cada vez, sin miedo, experimenta con las situaciones, mete cosas que se puedan tocar, como hoy, que tengan olor y sabor entre tus pensamientos y desarrolla lo que tienes dento como si estuvieras fuera. Se simple con la escritura, nada de subordinadas, no muchas si acaso. Pero siempre pon un poco más de ti y un poco menos de tu melancolia. Meteté en los libros de los que hablas más, busca las cumbres de la expresiones más sencillas, las que parece que no nos hacen sentir nada, y memorizalas en el subconsciente. Luego solo queda el poso, y eso es lo que te hace fluir. Yo nunca lo he llegado a conseguir.
ResponderEliminarGracias amiga, yo también te tengo mucho cariño, desde siempre.
Un beso y un abrazo muy fuerte.
Me encanta tu blog, es precioso, un beso :)
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