sábado, 17 de noviembre de 2018

Desde mi mesa en la terraza , puedo verle caminando a través de los árboles y entre los arbustos del jardín. Se mueve lento y se quita sus oscuras gafas de sol para mirar hacia donde yo estoy. Su pelo ahora es blanco, muy bien cortado. Lo curioso es que me parecía que lo llevaba mucho más largo. Bah, que cosas se me vienen a la cabeza. Los ojos son sin duda  los más expresivos que he visto nunca, pero lo que más me seduce es su estilo y forma de hacer las cosas. Hubo un tiempo en que nos evitábamos. Somo como polos opuestos, decía él. Hace una vida que nos tratamos y todavía conservamos la misma curiosidad, idéntica adicción y nos miramos viéndonos con el mismo aspecto de siempre.
De tanto en tanto dirige la mirada hacia la mesa que yo me encuentro y me saluda
He elegido una buena posición, bajo la sombra de la acacia, con una magnífica vista a través de las ramas por las que se filtraba el sol de tarde. Es el mes de noviembre. El comienzo del invierno.Lejos del sol cálido y brillante de hace unos días, ahora el aire se nota húmedo y gélido.
¡Qué bien te veo!, me dice cuando se acerca y me abraza y yo sin pronunciar palabra contemplo el placer en su rostro radiante
 Apenas hacía dos días que había viajado desde lejos para encontrarse conmigo. Pasa que sigues siendo mi otra mitad. Murmura.
Así que has vuelto, le digo cuando se sienta y prueba el café. Él asiente con la cabeza, aunque por su expresión parece decir que sí ha vuelto, pero no está completamente seguro de que sea algo permanente.
Una gran decisión. Digo.
Han pasado años desde que sucedió, pero para mi sigue siendo ahora, dice. Un buen número de años, respondo. Quizá demasiados para una respuesta precisa, pero es un comienzo.
Treinta años, digo. Supongo que treinta años desde tu decisión de independencia son lis suficientes. Él, ambos recordamos la última noche, la celebración, la canción, el baile y la música, incluso la ropa. Y la lluvia, los charcos. La independencia. Qué palabra más elegante. Algo se revuelve en lo más remoto  de nuestra memoria, algo feliz a la vez que melancólico y crudo. Yo no esperaba tal actitud, no después de tanto tiempo, pero me siento feliz. No me pidas que te explique. No sugieras. Tampoco preguntes. Sólo seamos.
 Porque ¿Quién puede explicar la felicidad de este primer día de libertad? ¡quererse, hablar, respirar, entrar y salir sin temer nada, libres de cualquier duda! Esa es la cosa.

viernes, 12 de octubre de 2018

Pensándote


Aquí sentada, después de deshacer la maleta, de nuevo en este rincón de la casa, me concentro en esos recuerdos que me ha traído los olores. Índices, prólogos y epílogos, expresiones recuperables de una aspiración ya lejana e imposible de cumplir. Ideas que por su capacidad tienden a remitir a un enorme y remoto deseo. Y a todo esto, la creencia de que tal vez, aún sin pronunciar palabra alguna tú sientas todo lo que deseo expresar. Y también, ya para finalizar, a eso de media tarde, a solas en la orilla del mar la seguridad de plenitud, la ilusión de complicidad. Evocar imágenes sueltas, pequeños fragmentos de convesaciones, y sobre todo esas texturas y sabores a besos compartidos y alguno que otro robado.
Hermoso atardecer,suave arena, brillante piedra, ya no quedan caracolas. No importa, no es poco. Eso que percibo, que siento. Eso, para mí, lo es todo.Te imagino mirándome. Me sonries. Te sonrío. Esto no acaba. Siempre es un comienzo.

miércoles, 11 de julio de 2018

Lo que no fue

Los recuerdos que no pudimos tener. No hay nada más difícil de olvidar. Las intenciones que no llegaron al acto, los actos suspendidos en la sorpresa y la violencia.
Enrique Lihn

lunes, 9 de julio de 2018

La hija del optimista.-Eudora Welty.



Galardonada con el prestigioso Premio Pulitzer, La hija del optimista es, sin duda, la obra maestra de Eudora Welty. En la tradición de la más brillante novela sureña —de la que forman parte William Faulkner, Truman Capote, Robert Penn Warren y Carson McCullers—, narra la historia de Laurel McKelva, una mujer de mediana edad que viaja a Nueva Orleans para hacerse cargo de su padre, un juez retirado que ha de someterse a una operación quirúrgica. El juez no logra recuperarse, y muere lentamente. Será entonces cuando Laurel emprenda un largo viaje de regreso a su hogar familiar en Mount Salus, Mississippi, llevando consigo el cuerpo de su padre, y siempre vigilada por la segunda esposa de éste, Fay, una mujer orgullosa y más joven que Laurel. En la enorme casa, rodeada de sus antiguos conocidos y de las paredes que la vieron crecer, Laurel ha de enfrentarse a los fantasmas de su juventud y a las deudas del pasado.




Laurel es una mujer de mediana edad que desde hace años reside en Chicago, pero a causa de la incipiente operación de su padre regresa a  Missippi. Ahí, desde el momento de su llegada Laurel hace repaso de su vida desde su niñez hasta el momento actual que le toca vivir. Reencontrarse con el pasado no es fácil, pero a veces resulta útil para reencontrarse con uno mismo. 
Durante los días que Laurel permanece entre el hospital y la casa de su niñez le da tiempo a recordar y comprender, también a reconciliarse con el recuerdo de su madre fallecida cuando Laurel era una niña.
Me ha encantado el libro, hace mucho, años que lo tenía en casa, pero hasta ayer no lo empecé.
Lo que más me ha gustado es la parte tercera. Quemar, deshacerse de todo para poder volver a empezar. Laurel es una mujer valiente. He subrayado mucho, como siempre que leo un libro que me gusta. Dejo sólo algunos párrafos de la parte final.

"Intentamos hallar alguna cosita que nos pueda consolar cuando ellos no están...Algo que resulta tan  difícil de conservar como de hallar: la durabilidad de los recuerdos, la prevención contra el daño que nos puedan hacer, la autosuficiencia, los buenos deseos, la confianza en los demás.. "

"Pero es razonable que tengamos que cargar con la culpa de sobrevivir a aquellos que amamos, pensó, lo mínimo que podemos hacer por ellos es sobrevivir.La idea de morir no es más extraña que la idea de vivir. Pero sobrevivir a alguien es quizás la idea más extraña de todas."


                                                                                 Eudora Welty
Nº de páginas: 232
Encuadernación: Tapa blanda
Editoral: IMPEDIMENTA
Lengua: CASTELLANO
ISBN: 9788493711054

viernes, 27 de abril de 2018

Conocerse


Durante los muchos años que permanecimos juntos siempre hubo alguna cosa de él que nunca supe con todo detalle y jamás se la pregunté. Sólo era cuestión de dejar pasar el tiempo, así que en el momento de su muerte ya sabíamos todo el uno del otro y aquello tuvo lugar justo como nunca habíamos imaginado: de súbito, entre la sorpresa y el júbilo. Era mi gran y único amor y gran parte de mi juventud se entremezclaba con la suya. 
No estábamos de acuerdo en muchas cosas y discrepábamos en casi todo, pero siempre se mostró atento y enamorado de mi.
Los viernes por la tarde me gustaba destinarlos a visitar alguna exposición, a veces, muy pocas me acompañaba, cuando ocurría
cada vez que yo comentaba una obra de arte, me interpelaba con tono irónico: Bah, no sé qué ves en ese cuadro, ven, ven aquí y contempla ¿ ves qué belleza?.Yo contestaba: Bueno, no está mal, sí, me gusta.
Aunque no fuera de mi total agrado, tampoco me suponía un enorme esfuerzo admitir que no estaba del todo mal, ni que aquella obra no me satisfaciera por completo. Yo le respondía en tono solemne con intención de que mi respuesta resultara convincente, pero él se daba cuenta de mi esfuerzo, me miraba y se reía de buena gana, me cogia de la mano y continuaba mostrándome el resto de obras mientras me acariciaba cariñosamente con su mirada. Ya verás, decía, ya verás qué maravilla..
Nos sentíamos felices. Sentíamos la dicha de vivir una vida que nunca nos dejaba indiferentes, nos encantaba pasar horas uno al lado del otro en silencio. Nuestro pensamiento eran siempre el preludio de lo que estaba a punto de acontecer, cualquier acción por simple que fuera era importante, nada se perdía en lo superfuo, nada era errante, todo encajaba y seguía por el buen camino. Un camino tal vez intangible, pero que nos acercaba y eso era lo que realmente nos importaba. La chispa de permanecer juntos sin aburrirnos.
Nos complacía desconocer algún que otro secreto y el hecho de comprender que nada nunca es tan difícil cómo imaginamos a la hora de comprender. Procuramos no ceder a la tendencia innata de tratar u obligar a desvelar lo que en un momento decidimos callar. No nos urgía saber. Porque en la vida siempre llega el momento, la necesidad de explicar y escuchar.
Aprendimos a dejar espacio libre al hilo de nuestras meditaciones, tan distintas tan dispares, hasta que llegó el momento oportuno y como tal cuando llegó nos reconocimos y nos aprobamos.
Imagen de Joseph Lorusso 

domingo, 22 de abril de 2018

Descubrir

Visto que las cosas no iban todo lo bien que yo necesitaba, al día siguiente, lo primero que hice fue convocarme a mi misma una asamblea extraordinaria personal, secreta e intransferible, debía tomar una decisión de emergencia, había que capturar esta sensación por sorpresa, no confié a nadie mi idea pues se necesita una buena dosis de osadía y ser valiente para llevar a cabo tal misión. Urge acorralar a la vieja costumbre del pensar más de la cuenta, hay que expulsar ideas envenenadas, así que cerqué la zona del alma dañada y neutralicé la que yo consideré aún sana, seguí andando durante un buen rato por las inmediaciones cercanas hasta que llegué al pie del faro, allí descubrí una entrada imaginaria que daba, o eso creí entrever, a un mundo mejor, la puerta se hallaba disimulada con olas blancas que rompían con ímpetu como avisando de lo que estaba por llegar, andé y andé durante un tiempo indeterminado hasta quedar agotada, me movía con dificultad, entonces tomé asiento en un rincón, medité. Supe que había llegado la hora, que ya podría salir airosa del atolladero en el que vivía y esta vez levanté la vista para mostrar mi decisión en señal resolutiva, ya no me asustaba nadie, todos aquellos que me prejuzgaban me inspiraban más bien lástima, un líquido salado resbalaba por mi cara hasta rozar la boca, me armé de valentía, la mirada la proyecté hacia el infinito y chillé fuerte, muy fuerte mientras corría alejándome de lo incierto, sintiendo una alegría extraña y renovada al comprobar que estaba viva, viva por dentro, claro. Que nunca había dejado de estarlo y eso me bastaba para seguir adelante.  Así fue como me convertí muy a pesar de unos y alegría de otros en habitante del mundo, un mundo en que sus habitantes me acogían con agrado  por ser yo misma y podíamos convivir perfectamente compartiendo una vida normal e imperfecta, pero a ser posible sin imposturas.

sábado, 21 de abril de 2018

Primavera


Estamos ya en la primavera  y este año  no es una primavera cualquiera, esta vez ha dejado de ser la de cada año para convertirse en única.
Aunque todo sea demasiado obvio como para escapar a esta realidad, aunque es evidente que la observación de la naturaleza y los recuerdos están conectados entre sí, todavía no he encontrado un sólo momento sin que no haya intentado enumerar o clasificar todas las primaveras vividas contigo, principios de asociación, diría yo por llamarlo de alguna manera, porque la memoria es lo que le da esa categoría ya lo sabemos;  sin embargo a pesar de todo en la vida siempre ocurre una y mil veces algo que parece digno de despertar la curiosidad. Y así todo. A pesar de todo. El mundo no se para nunca, la vida sí.Sólo hay que esperar a nuevas estaciones para que brote de nuevo. La espera. La única medicina.

miércoles, 18 de abril de 2018

Aunque no estés

Aquella última tarde me besó en la mejilla lo más cerca posible de la boca, yo, aún sabiendo que todo estaba a punto de finalizar, vivía deseando con verdadera pasión permanecer a su lado eternamente para cobijarlo de las sombras, de todos los sinsabores que pudieran ocurrir. Olía a la colonia de siempre y tenía la piel fría. Una lagrima resbalaba por mi cara, a él se le negaron los ojos, ambos supimos que amarnos incluso más allá de la vida era nuestro destino inexorable.
Y aunque ya no estás, quiero que sepas sin embargo que todas las noches te pienso y que sigo durmiendo a tu lado reviviendo todas las demás, porque estar contigo incluso las discusiones más inútiles, siempre fueron algo espléndido y esas, para ti, difíciles palabras que siempre temiste decir, ahora yo las digo por ti: te amo
Imagen de Jone Reed

lunes, 9 de abril de 2018

Decirte

Si yo te dijera que hoy me ha parecido verte de nuevo,
que a pesar de los días que han transcurrido desde que te fuiste no tengo que hacer un gran esfuerzo para sentir tu cuerpo a mi lado como ha sido desde que nos conocimos, es decir casi toda la vida.. 
Que si cierro los ojos tengo la sensación que me abrazas, porque noto el calor de tus manos haciéndome sentir el ritmo de la música al deslizarse por mi espalda no te mentiría, te estaria diciendo la verdad.
Mentiría si te dijera que tu rostro se desvanece en mi mente, o que ya no siento tu respirar, tu aliento tibio en mi cuello, o que apenas recuerdo tu mirada, sí, te estaría mintiendo si afirmara todo eso, a decir verdad te diré que tus ojos rasgados los veo en sueños y despierta con idéntico brillo de la primavera pasada por estas fechas.
Y escucho el movimiento de tus labios y la entonación ilusionada de tu boca mientras hacíamos planes para cuando nos fueramos a vivir a nuestra nueva vivienda, más pequeña, más íntima . Hablabas que apenas necesitábamos equipaje, si acaso sólo llevaríamos con nosotros nuestros antiguos secretos de amor con el fin de mezclarlos con los nuevos, los que estaban a punto de producirse.
Como cuando en un momento de locura, o pasión o yo que sé nos dijimos que mi cuerpo es tu cuerpo aunque el tuyo es más 
fuerte y me recuerda al de las estatuas perfectas de las céntricas plazas de la ciudad, pero  nosotros nunca fuimos perfectos, ni fríos como esas estatuas adormecidas y tristes, al contrario que ellas nosotros nos dejábamos llevar dando  
 rienda suelta al deseo y nuestros cuerpos permanecían amorosamente enredados como ramas, hojas, flores y dieron sus frutos. Era la felicidad, sin adornos, de hecho la autenticidad no necesita adornarse

jueves, 5 de abril de 2018

Olores


 De vez en cuando, ciertos olores que desde años no he vuelto a sentir, regresan a mí directamente al cerebro..

lunes, 2 de abril de 2018

Fantasía


..fantasear con lo inesperado, con aquello que ha de venir. Es también  una forma de vivir, algunas veces la única que tenemos a mano para poder seguir adelante..

jueves, 29 de marzo de 2018

Causa


Uno tiene la edad de su causa".No recuerdo quién lo dijo, lo leí por ahí.
Y pienso, y el pensar se vuelve retroactivo Tal parece que me hallo viajando en el túnel del tiempo. Mi causa fuiste tú. Mi causalidad y mi casualidad también, por eso hoy tengo toda la edad del mundo.

miércoles, 28 de marzo de 2018

Sucede


Yo creo que era febrero, aunque no estoy muy segura, tampoco recuerdo la hora ni el día de la semana, lo que sí sé es que desde entonces me esperaba cada día.
También sé que nos mostrábamos alegres, nos reíamos mucho. Despreocupados. Éramos ágiles de expresión. Y me abrazaba como si no hubiera tiempo futuro. Yo lo seguía en todos sus movimientos y le contaba mis cosas del día, él seguía abrazándome, le hablaba sobre mis sentimientos más secretos.
¿Cuáles? No recuerdo. Pero él sabía por el tono de voz mi estado de ánimo y la gravedad o no, de todo lo que me preocupaba.
Cuando ya regresábamos a la casa, tomamos por costumbre entrar por la puerta principal, me gustaba mucho porque al pasar nuestras sombras se dibujaban en el cristal.
¿Cuándo? ¿Por cuánto tiempo habíamos estado juntos haciendo el ritual diario de los encuentros? No sé. A veces, cuando lo pienso me digo que bien pudo ser un segundo o años, qué más cuánto duró. Yo era feliz. Sucedió.
Y si alguna vez me sentía desdichada cerraba los ojos y desdibujaba todo lo malo con mi mano imaginaria , en cuestión de segundos desaparecía.
Corría por la casa, entre mis libros y mi alegría se expandía hasta el último rincón del patio de la casa, y siempre, siempre, acababa en el mismo lugar, agotada me sentaba debajo de un árbol, canturreando alguna canción pegadiza del momento y
riendo. Asombrada de ser protagonista de aquella gran felicidad y el recuerdo tan presente y tan vivo de la niña que fui.
Han pasado muchos años desde que viví esa vida mágica de la que hoy os hablo y cada vez que la recuerdo, se aviva y acrecienta más y más real dentro de mi mundo.
Nunca he experimentado ternura más grande que la que nos proporcionamos el tiempo que permanecimos junto. Él sabía dar y recuerdo como si fuera ahora la tibieza de sus manos cuando tocaban las mías
Imagen de Frank-Horvat


martes, 27 de marzo de 2018

Táctica

A veces te pienso en voz alta y te cuento que estoy aprendiendo a embotellar momentos, así cada vez que te extrañe abriré la botella y será como volver a vivirlos contigo igual que la primera vez

domingo, 25 de marzo de 2018

Extravio


 La noche es en cierto modo mi patria ¿Qué noche? La noche de los ríos subterráneos, recorrida por ángeles y demonios, que fascina y aprisiona; la noche de la cual habla Pascal:
El hombre no sabe dónde ubicarse. Está visiblemente extraviado y ha perdido su verdadero lugar sin poderlo recuperar. Lo busca en todas partes, con inquietud y sin éxito, en medio de tinieblas impenetrables. 
( Julien Green , Diario )

sábado, 24 de marzo de 2018

Debilidades

Solamente en días así me noto débil, se trata de una debilidad moral y sentimental por decirlo de alguna manera, y me impacienta y me desanima, pero no puedo hacer nada para que no ocurra. Procuro concentrarme en algo útil y deshacerme del hábito de pensar y de elucubraciones innecesaria, por experiencia sé cuánto se sufre por esta causa, y lucho conmigo misma sin tregua, intento alejarme de galimatías absurdas que no llevan a ninguna parte, pero mi debilidad es más fuerte que mis resoluciones.
Ocurre que ser así me pasa factura; atroces dolores de cabeza y remordimientos me atormentan por ello y aún así, aquí sigo discurriendo a la vez que incapaz de dialogar durante varios días. Me cuesta asimilar la situació, pero también es verdad que con la mayor sencillez, vuelvo otra vez a la realidad, por suerte siempre es así, el círculo de la vida no está nada mal, por cierto.

miércoles, 21 de marzo de 2018

Rumor

Mi vida son mis ojos y mis oidos.Mi universo son tu voz y tus manos.Nuestra capacidad de sabernos Todo lo demás son habladurias.

domingo, 18 de marzo de 2018

viernes, 16 de marzo de 2018

Nada cambia


 Creo que hay cosas que por mucho que uno quiera no cambian, conceptos que son inamovibles, y sentimientos que no son negociables.
Pongamos por caso la imagen del padre, de la madre. Cuesta verlos como personas distintas a esa faceta, es decir, tal parece que nunca han sido niños pequeños o jovenes alocados y divertidos. No. Los padres son ese ser que siempre perdona, que jamás falla, nunca decae ni tampoco se deprime y es valiente y nos quita el miedo, nos arropa, etc, etc
A mi entender, los hijos pasamos por tres etapas. La primera que es cuando somos niños adoramos a nuestros padres, son el referente a todo, la segunda es más chunga, la adolescencia es así, todo lo que hay fuera de tu casa es mucho mejor, los padres de tus amigos son mucho más perfectos y tolerantes, y luego está la tercera etapa, un día te ves haciendo un gesto y de repente revives la imagen de tu madre o tu padre, haciendo aquello que a ti tanta rabia te daba,y que un día juraste que tú, jamás lo harías, eso se ve cuando eres adulto, y posiblemente ya tienes tus propios hijos, entonces caes en la cuenta de todo lo que los tuyos hicieron por ti, sacrificios sin límites para que tú tuvieras mejor vida que ellos, más preparación, más estudios, etc
Por eso, nunca, jamás bajo ningún concepto deberíamos avergonzarnos de nuestros padres. Y nuestros hijos tampoco deben avergonzarse de nosotros.
Esta imagen que hace mucho que la guardo, siempre me recuerda a mis padres, porque cuando voy a visitarlos los encuentro en esa misma postura, y me encanta, y me emociona y me enternece.
Escenas así, hace que uno crea en la vida, en la familia, en el amor, tres pilares que son el motor de todos nosotros para poder seguir avanzando en este mundo tan cruel e insolidario que nos ha tocado vivir.
No sé, hoy estoy reflexiva, demasiado reflexiva creo yo, será la primavera o quizá otra cosa más profunda que guardo en mi interior, no sé..

jueves, 15 de marzo de 2018

No te cambio


Y así fue como empezó mi vida, y así comenzó mi manera de vivrir. No puedo cambiar el pasado, y aunque pudiera no creo que lo hiciera. No espero ser comprendida. No lo pretendo. Me gusta lo que he vivido, las horas contigo y las veces que hemos discutido. Si me ofrecieran cambiarme por otra vida, otro tiempo, en otro mundo, a cambio de yo qué sé, cualquier cosa atractiva, no lo aceptaría. No hay nada ni nadie que me haga cambiar
 Nunca la hubo en el mundo. Porque en estos momentos,  bajo el cielo,  sin trabas y con silencios, yo oigo ahora tu risa, primero algo nerviosa, luego con auténtico asombro al ver mi cara de boba que te mira como si fuera la primera vez.
Fuera corre un viento, hace frío, pero yo siento tu respirar que me envuelve y me rodea por entero.
Así que no, no me vengas con esas porque no te cambio

lunes, 12 de marzo de 2018

Recomponerse

Cuando sólo quiero rendirme y desaparecer, cuando se me quiebra la voz y casi se me agota la fe, me esfuerzo en pensar en tí, recuerdo nuestros ayeres y descubro lo que define ser un gran amor

domingo, 11 de marzo de 2018

Paris-Austerliz.-Rafael Chirbes

Contraportada:

El narrador de esta historia, un joven pintor madrileño de familia acomodada y afiliado al Partido Comunista, rememora, a modo de urgente confesión que posiblemente se deba a sí mismo, y en la que a ratos parece justificarse, los pasos que le han llevado al último trayecto de su relación con Michel. Michel, el hombre maduro, de cincuenta y tantos, obrero especializado, con la solidez de un cuerpo de campesino normando; el hombre que lo acogió en su casa, en su cama, en su vida cuando el joven pintor se quedó sin techo en París; Michel, cuya entrega sin fisuras le devolvió el orgullo y lo libró del desamparo, hoy agoniza en el hospital de Saint-Louis, atrapado por la plaga, la enfermedad temida y vergonzante. En el principio fueron los días felices, los paseos por las calles de París, las copas en el café-tabac mientras duraba el sueldo, el alcohol y el deseo, el placer de amarse sin más ambición que la de saberse amados. Pero, pronto, los lienzos arrinconados en el modesto apartamento de Michel le señalan al joven que sus aspiraciones están muy lejos de esa habitación sin luz, de una relación de patio trasero que comienza a quebrarse a la vez que se acentúan los efectos de las procedencias desiguales, las diferencias de clase, de edad y de formación, pese a la firme convicción de Michel de anteponer a todo un amor indestructible y eterno... aunque también posesivo y asfixiante.
Rafael Chirbes dio por terminada Paris-Austerlitz en mayo de 2015, meses antes de su fallecimiento, tras veinte años de escritura abandonada y retomada intermitentemente. A ese riguroso y exigente empeño debemos una historia que indaga en las razones del corazón, tan espurias en ocasiones como irrenunciables, sin asumir como cierta la naturaleza consoladora del amor o su fuerza redentora, enfrentándose con valentía a la posibilidad de que, aunque nos pese, el amor no lo venza todo.



La novela es corta, está narrada en primera persona y cuenta la relación amorosa ya finalizada entre Michel, un hombre de unos cinquenta años y el narrador, un chico de clase acomodada y mucho más joven. Michel trabaja en una fábrica, el otro es pintor, su historia trancurre en París durante la época de la transición.
A mi no me parece que sea una historia de amor, sino más bién dos personas que buscan su lugar, encajar en la sociedad. Que sufren porque saben que hacen sufrir a otras personas, pero que no renuncian a vivir su manera.
Hay un fondo de tristeza en Michel a causa de lo que le ha tocado vivir desde su infancia y eso hace que vaya dando tumbos de club en cluba en busca de sexo o de sentirse querido. El narrador en cambio a mi entender tiene una posición mucho más cómoda. 
Nada es eterno. Nadie retiene a nadie. Ni el amor.
Es un muy buen libro que no te deja indiferente ,como todos los de Rafael Chirbes


"Dejar los sentimientos por escrito  guardarlos para siempre:cosas así escribí. Y lo recuerdo ahora cuando el cuaderno hace meses que desapareció y parece que hace un milenio que se esfumaron los sentimientos que posibilitaban la noche de insomnio febril y de escritura en aquel viaje de vuelta.El loco amor de los poetas surrealistas y la realidad miserable de cualquier pareja, consu egoista estrechez de miras:tú y yo  mi vida, aquí estamos tan ricamente, y que se hunda el mundo, que a nosotros nos da lo mismo mientras permanezcamos uno junto al otro: el amor sentimiento tantas veces paralizante, pesimista. ."

Chirbes, Rafael

 ISBN 978-84-339-6013-9
EAN 9788433960139
PVP CON IVA 8.9 €
NÚM. DE PÁGINAS 160
COLECCIÓN Compactos
CÓDIGO CM 719
PUBLICACIÓN 10/01/2018

Porque has vuelto los misterios del revés


 

Y nunca te equivocaste,
más que una vez, una noche
que te encaprichó una sombra
–la única que te ha gustado–.
Una sombra parecía.
Y la quisiste abrazar.
Y era yo.



Pedro Salinas

miércoles, 7 de marzo de 2018

Solitud

Reinaba en la casa una gran libertad. Pero era una libertad que también daba un poco de miedo. Ya no había nadie que diera órdenes.
Imagen, Alejandro Rosemberg

domingo, 4 de marzo de 2018

Confía


"Vive feliz. Vive en paz. Que nada te altere.
Que nada sea capaz de quitarte tu paz.
Conserva siempre sobre tu rostro
una dulce sonrisa, reflejo de la que el Señor
continuamente te dirige.
Por eso, cuando te sientas apesadumbrado, triste,
adora y confía"
Teilhard de Chardin

sábado, 3 de marzo de 2018

Recordarte


Me acuerdo de aquella mañana,de los nervios previos al encuentro. Recuerdo que corrí hasta tí y me colgué a tu cuello con ímpetu de niña
Me acuerdo de tu olor, del tacto de tus manos, del calor de tu cuerpo pegado al mío.
Del sabor de los besos robados de tu aliento en mi nuca. Me acuerdo de las risas ahogadas como consecuencia de no saber muy bien qué estábamos haciendo allí.
También recuerdo tu ropa y tu figura a lo lejos, tu cara sonriéndome, también te recuerdo de espaldas. 
Me acuerdo de tus palabras. Y de mi mano apartando la tuya que tenías sobre mi rodilla.
Me acuerdo de mi sonrojo a causa de tu atrevimiento. Recuerdo los pequeños intentos, repetidos
No estoy acostumbrada a esta tribulación. Te dije. Yo te enseñaré. Respondiste
Me acuerdo de los árboles, de la fuente, de la risa de los niños que jugaban por allí.
Me acuerdo de las ganas que teníamos los dos de que las horas no terminaran nunca, pero yo que tenía que asistir a un curso por la tarde y tú tenías una reunión importante
Me acuerdo de todo lo que nos contamos. Me acuerdo del color de mi vestido. Recuerdo el sol y el viento suave.
Recuerdo que de repente quedamos callados, y así, en silencio permanecimos cogidos de la mano un rato incalculable
Recuerdo que cuando rozaba tu mano con la mía, mi alma se elevaba cien metros de altura
Recuerdo que dijimos que la naturaleza no ha hecho previsión alguna para el estallido del amor.
Recuerdo que nos dijimos cosas como : Me necesitas, y yo te necesito. Tenemos un futuro que construir
Tú eres mi milagro. El más grande de mi vida.
Recuerdo escuchar a lo lejos música de jazz que unos músicos tocaban en la plaza
Permanezco recostada, recordando. Pensando. Esperando.
Y recuerdo que desde ese día no dejo de recordarte.
De todo eso me acuerdo. Y quiero decirte: para siempre..

miércoles, 28 de febrero de 2018

Adelante


Las personas, dijiste, se sumergen a veces en las circunstancias más profundas e infinitas, para vivirlas con veracidad, gozar de ellas y dominarlas, para luego cuando las cosas se pongan mal seguir adelante.
Imagen de, Jonės Reed.

lunes, 26 de febrero de 2018

El silencio

Sacó la mano fuera de la ventana.Juguemos dijo, y sonrió.Venga, dime ¿Qué olor tiene el silencio? El olor de aquel viaje, el de los días, también el de algunos instantes memorables.
¿Y qué sonido tiene el silencio? A lluvia que cae calladamente en un patio cuadrado y pequeño, 
Y te diré aún más, eso es el silencio, el tiempo, su sonido, su olor. Y hay noches, como esta noche que casi se puede tocar el tiempo.

jueves, 22 de febrero de 2018

Un padre y su hija.-Emmanuel Bove


Jean-Antoine About, el protagonista de Un padre y su hija, reside en un gran apartamento de París con la doncella, la única persona de su entorno que ha sobrevivido de su antigua vida, cuando estaba casado, llevaba una vida normal, regentaba una peluquería y amaba a su única hija por encima de todo. Pero desde que abandonó a su esposa y a su hija él mismo también se ha entregado al abandono, como si ya no esperase nada de la vida.

Prueba de esta penosa deriva es el descuido personal, la relación glacial que mantiene con sus vecinos, que incluso procuran evitar su trato, y sus vínculos con los bajos fondos de París. Hasta que de pronto sucede algo que puede cambiar su vida de nuevo: su hija le envía un telegrama anunciando su regreso.

Considerada una de las mejores novelas, su publicación con ilustraciones constituyó todo un hito en el mundo de la edición de la época, recibiendo los elogios de autores y críticos. Concretamente, Max Jacob dijo de esta obra que era «uno de los libros más hermosos».




Jean-Antoine About, es el protagonista. Una persona gris y muy insegura. Un fracasado con aspiraciones que no encuentra su lugar, tiene muchas ideas y ganas de triunfar, pero poca iniciativa para empezar cualquier negocio, tampoco cuenta con dinero. Padre y marido, sólo piensa en  ofrecer una vida, la mejor vida a los suyos aunque para eso tenga que rebajarse hasta extremos exagerados. Da mucho que pensar la lectura de este libro en apariencia simple. Pero no, no lo es. En la vida no hay que  actuar como personas que no somos, porque la impostura es una actitud que no beneficia a nadie, la vida misma nos dará la espalda.
A ratos me he enfadado con Jean-Antoine, pero en realidad he sentido pena,mucha pena.
Qué gran escritor es Emmanuel Bove..


Datos del Libro
Colección: El Jardín de Epicuro - Ficción
Autor: Emmanuel Bove
Traducción: M.ª Teresa Gallego y Amaya García
Páginas: 92
Edición en papel
ISBN: 978-84-947413-4-0
Formato: 14 x 21,5 cm