Colección de cartas reales y ficticias para disfrutar del simple placer de leer y escribir.
miércoles, 20 de enero de 2010
Pasado y presente
Hace unos días recibí la llamada telefónica de una antigua amiga, el motivo era hacerme saber la celebración de un encuentro entre antiguos amigos, para tal celebración se había acordado una cena.
No soy partidaria de ese tipo de reencuentros, pero aún así acepté, en los días previos me sentí algo nerviosa, agitada, pero también extrañamente contenta.
Estuve pensando en la causa que me producía tal nerviosismo y de repente una imagen se cruzó por mi mente.
La imaginación me trasladó a un tiempo pasado, me vi en un lugar remoto y me pregunté cómo se puede olvidar algo que tan intensamente se vivió.
Y los sentimientos volvieron a aflorar y la piel se volvió a erizar.
De pronto sentí una imperiosa necesidad de verle, de saber que tal le ha ido por la vida, qué intereses tiene actualmente...
Sentimientos dormidos que de repente vuelven a despertar.
Me arreglé con esmero y mientras conducía mi coche me iba preguntando qué le diría, cómo le encontraría, cual sería su aspecto actual y por supuesto que efecto le producirá verme a mí.
Llegué al lugar acordado con algo de antelación, mis ojos recorrieron el recinto, buscando a todos, pero deseando verle a él.
Y le ví y me di cuenta de que somos lo que en un momento de nuestras vidas elegimos.
Durante estos años, en numerosas ocasiones me he preguntado que hubiera sido de nosotros, de mí; si hubiera aceptado la propuesta que una noche me hizo.
Y sus palabras vuelven a golpear mi memoria y las siento cercanas, como si ese instante por arte de magia hubiera quedado congelado.
Y escucho su voz fresca y joven que me dice “marchemos juntos”. No acepté, como siempre pudo más la cabeza que el corazón. Tampoco me arrepiento de la decisión que tomé aunque como he dicho un poco más arriba en más de una ocasión, en momentos de soledad me he hecho la pregunta ¿qué hubiera sucedido, cómo hubiese transcurrido mi vida, habría sido muy distinta a la que he llevado hasta ahora, hubiese sido más feliz? Hay momentos en que la vida te obliga a elegir. Y yo lo hice
Mi presente es otro, otras personas llenan mi vida. Por ejemplo ayer me preguntaste qué edad tengo. Hoy te respondo que varias primaveras, si la misma pregunta la hubieses hecho hace un tiempo mi respuesta hubiera sido, varios inviernos.
Me he dado cuenta que no se debe dar la espalda al tiempo, pero tampoco acumular preguntas que ya caducaron, los sentimientos que cuentan son los actuales, porque los que en un pasado se vivieron ya no pueden recuperarse, y lo que en su momento no se preguntó no merece la pena imaginar la respuesta. Porque para esas preguntas ya no hay respuestas.
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La vida se compone de encrucijadas, básicamente.
ResponderEliminarNunca sabemos con certeza si elegimos el desvío correcto.
Ni siquiera con la perspectiva del tiempo, porque no tenemos referencias reales con las que comparar.
Ahí está la gracia (o la zahonero)
(chiste local)
Bonita reflexión amiga, pero los caminos son los que son, y somos nosotros los que los elegimos. Échale un vistazo a esta entrada Los que llegaron a ser y los perdí que hice en su día, más o menos sobre el mismo tema.
ResponderEliminar"Me he dado cuenta que no se debe dar la espalda al tiempo, pero tampoco acumular preguntas que ya caducaron, los sentimientos que cuentan son los actuales, porque los que en un pasado se vivieron ya no pueden recuperarse, y lo que en su momento no se preguntó no merece la pena imaginar la respuesta. Porque para esas preguntas ya no hay respuestas. "...esa reflexion me encanta y no se pude agregar nada mas ...gracias por compartir ...besos
ResponderEliminarMuy bien Madison, no a la nostalgia!!Hay que hacer presente...
ResponderEliminarVivir el momento como y donde se quiera.
ResponderEliminarme sumo al comentario de Miette: regálate un presente
ResponderEliminarLanita, es la chispa de la vida, qué sería de nosotros sin esa chispa.
ResponderEliminarMoisés, ya ves que todos tenemos más o menos las mismas experiencias. Toda está inventado. Nada es nuevo.
ResponderEliminarXiomara, gracias a tí por permanecer en este café y comentar.
ResponderEliminarEso miette, la nostalgia la justa, pero nunca para vivir de ella o a costa de ella.
ResponderEliminarGooni, sí, pero eso nunca es posible del todo, hay ataduras y obligaciones.
ResponderEliminarPorque en nuestra vida no estamos solos,a nuestro lado tenemos a gente que nos quieren y por eso se merecen respeto y un pequeño sacrificio si llega el caso.
JL, autoregalarse algo de vez en cuando está genial.
ResponderEliminarLo que sucede es que casi siempre nos preocupa más el bienestar de los nuestros que nuestra propia satisfacción.
Por eso que tú dices soy más partidario de los caminos paralelos y sin encrucijadas. Al final todos pensaremos en nosotros.
ResponderEliminarTal como éramos, Madison, conjugado en pretérito.
ResponderEliminarAl final, tenemos lo que el presente nos da. Debemos aprender su valor.
Chica, me has dejado con la boca abierta con este texto. Sobre todo ese final, ese final sabio y muy bien escrito. ¡Qué gozada!
Un abrazote y gracias por traernos tus palabras.
Hemosllegado a donde estamos, por las elecciones que hemos hecho. Bien o mal, es lo único posible y existente.
ResponderEliminarMadison, personalmente opino que hay que aprender a ser egoista. Quizá estoy cansado de dar siempre y no recibir nada.
ResponderEliminarNo recuerdo quién dijo que la vida es un conjunto de elecciones y renuncias, pero al final hay que aprender a no plantearse la pregunta "¿qué hubiese pasado ssi ...?
ResponderEliminarInteresante entrada, mezcla de sentimiento y análisis.
Un saludo
Un día compré una carpeta para meter apuntes. Está vacía. Sobre la mesa. Llena de polvo. No la tiro porque no me hace daño verla allí, sola, desalmada (ups, con perdón). No la tiro porque es mía. Su polvo me recuerda quién fui. Cuando el polvo sea el suficiente puede que siembre sobre él un papiro.
ResponderEliminarSalud Madison
Quisque
La nostalgia ya no es lo que era.
ResponderEliminarJesus, los caminos paralelos son los que nos aportan sosiego, paz, tranquilidad...en definitiva son los correctos.
ResponderEliminarUn abrazo
Pues mira Isabel, ese último párrafo es el que me ha salido de carrerilla, jejeje, tenía prisa por terminar porque me estaban llamando.
ResponderEliminarUn beso
Maria Jesús, exacto y a medida que pasa la vida ese informe queda archivado ahí en un rinconcito de cerebro para echar mano de él cuando nos sentimos algo perdidas.
ResponderEliminarUn beso
Gooni, si tienes razón, pero es que yo creo que no es cuestión de aprender, somos como somos y nadie puede modificar eso.
ResponderEliminarYa me gustaría a mí poseer un punto de egoismo en algunos momentos.
Un abrazo
Capitan, ese tipo de preguntas es una pérdida de tiempo y un error en el que muchas veces caemos.
ResponderEliminarYo caigo a menudo en ese error a pesar de ser consciente que que es una tontada que no lleva a ningún sitio.
Para qué preguntarse "y si hubiera hecho" si no lo hicimos por algo sería.
Un abrazo
Uy Quisque lo que has dicho!! (desalmada)
ResponderEliminarEstupendo que la carpeta permanezca vacía.
Los apuntes los llevamos incustrados en la piel, en el corazón. Porque es nuestra vida.Y es una buena vida.
Un beso Quisque
Ya te digo Blanco; buscando alguna que se parezca a la de antes me paso las horas.
ResponderEliminarLo que cuentas me ha recordado a una canción de Javier de Torres: "Antiguos alumnos" de su primer disco "Roland Garros"(2003). Si no la conoces escúchala porque estoy convencido de que te gustará.
ResponderEliminarPienso que siempre es preferible evitar este tipo de reencuentros.
algo que termina en "-algia" por fuerza no puede ser bueno
ResponderEliminarJose, he escuchado la canción, está genial, no la conocía.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, mejor evitarlos porque no sirven para nada.
Un abrazo
JL, estoy pensando, porque sé que algo que termine en "algia", alguna cosa buena debe existir, mas que nada por aquello de la excepción que confirma la regla, pero no he encontrado nada.
ResponderEliminarAhhhhhhh, que situacion, mas analoga.
ResponderEliminarTe endiendo, lo entiendes ?
Lo entiendo, lo entiendo...
ResponderEliminarCuánta sabiduría se respira en esta entrada y en sus comentarios. Qué café más espumoso, ¡qué dos de azúcar y qué sabor a saber!
ResponderEliminarMadison, me has cautivado con este párrafo: "Mi presente es otro, otras personas llenan mi vida. Por ejemplo ayer me preguntaste qué edad tengo. Hoy te respondo que varias primaveras, si la misma pregunta la hubieses hecho hace un tiempo mi respuesta hubiera sido, varios inviernos", y con el texto entero, tan sabio y tan profundo. Gracias por tus reflexiones.
Un saludo
Me encanta saberte cautivado por mis plabaras escritas, es todo un piropo, un gran y maravilloso piropo.
ResponderEliminarPonte cómodo, estás en tu casa.
Un abrazo