Colección de cartas reales y ficticias para disfrutar del simple placer de leer y escribir.
jueves, 7 de enero de 2010
Nostalgia
Fotografia de Chema Madoz
Hoy,igual que ayer, como cada día que pasa, cada minuto que transcurre, a cada instante...me acuerdo de ti.
Y he pensado en dejar vagar mi mente y quedarme un rato más aquí en lo que fue nuestro lugar preferido. Y será como si estuvieramos juntos, como en tiempos pasados... porque tengo cosas que contarte. Cosas que sólo a ti te las puedo decir. Cosas que sólo tú puedes llegar a comprender.
Pero ya no estás. Así que para hablar utilizaré la voz del silencio y te llegará con la fuerza de mi mente,y por muy lejos que estés se que me escucharás.
Deseo con todas mis fuerzas conservar todos nuestros recuerdos. Lo necesito. Aunque hay momentos en los que esos recuerdos no son tan claros como quisiera y noto que empiezan a difuminarse.
Incluso en algunos momentos carecen de la nitidez deseada y comienzan a transformarse en recuerdos borroso e incompletos...
Lucho para combatir con el olvido, pero la memoria se rie de mí.
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La memoria es traductora (y traidora, por tanto) de nuestros recuerdos. Y cuanto más pretendemos asirlos, más se escurren entre los meandros ocultos de nuestra mente. Y pensamos "¿Fue así?" "¿O no lo fue?" Y una parte de nosotros desaparece, perdida, esperando que quizá, algún día, pescando en otras aguas y con otras intenciones, volverá a flote para revivir aquel momento.
ResponderEliminarUn beso.
Son preciosos los recuerdos, sobre todo cuando comienzan a difuminarse y nuestra mente entreteje la realidad con las emociones. Tenemos una gran herramienta escondida en algún lado, esa que nos devuelve la imagen de niños, del primer beso, de aquella película que tememos ver de nuevo o de una gripe que disfrutamos heróicamente. Dejemos que los recuerdos se borren y se reescriban. Dejemos que nuestra memoria nos engañe.
ResponderEliminarSalud Madison
quisque ve la luz y se deslumbra
El tiempo reescribe los recuerdos, los tinta de color sepia y, entonces, ocurre el milagro: se convierten en un relato, en una novela en la que sabemos que fuimos personajes.
ResponderEliminarLas cosas del recuerdo...
Me intriga que hayas ligado esta epístola a esa foto con un cactus. Será un recuerdo pinchoso. Será.
De amores desamparada,
ResponderEliminarde amores, que no de amor.
Es tiempo de
nostalgia...¿Recuerdas?
Con todo mi cariño. Un beso.
La voz del silencio, soud of silence. Precioso, Madi.
ResponderEliminarYo también me he quedado intrigada con la asociación de la imagen del cactus y el texto...recuerdos espinosos o tal vez la soledad de la lucha contra el olvido...porque en eso, como en tantas otras cosas, estamos solos.
ResponderEliminarUn saludo
La nostalgia a veces es traicionera,
ResponderEliminarpero es preciosa.
Cuídala.
¡Un beso!
nos talgia... ¿es talgia de nos?
ResponderEliminarNo siempre es bueno recordar y no siempre es bueno guardar los recuerdos, creo que a veces hay que sumergirlos en lo más profundo del mar, no verlos nunca más, olvidar es lo mejor
ResponderEliminarYo recordé sentado en la escalera, recordé tanto que el pecho se me reventó de dolor, hasta que comprendí que tenía que salir a escape de los recuerdos, porque con ellos era incapaz de seguir mi camino.
ResponderEliminarNo es pasado. Sin estar lejos, sin huir, ese minuto que avanza persiguiendo al minutero en su prisión esférica, va escribiendo el pasado en mi memoria.
ResponderEliminarLa sombra de Kafka reseña mis letras para que tu me leas: “Se fue lejos, para seguir aquí” a tu lado, vagabundeando en tu pensamiento.
Hoy; me acuerdo de Ella, ausente.
El silbo del viento, al otro lado de la alcoba, deja sus cinco líneas en pentagrama, el sonido de tu voz, conservando el recuerdo de ayer, vistiendo nuestros desnudos cuerpos con palabras sin juramentos bíblicos, porque la verdad, desnuda el alma y engalana a la persona.
La verdad, regalada ayer, con tu nombre besando mis labios.
El pasado, decía Proust, no sólo no es fugaz, es que no se mueve de sitio.
Permanezco en ese sitio, en el pasado de ayer, prendido en tu nombre como oratorio de Haendel.
Manel.
Enric, y el caso es que eso sucede en el momento menos pensado, a causa de un olor, una canción, una voz...
ResponderEliminarculturajos, tus palabras me hacen pensar en algo que hago a veces. El día que me siento inspirada miro cosas que guardo en cajas, primero pienso que me llevará solo unos segundos, pero hay ocasiones que me he pasado horas, tocando, oliendo, recordano.
ResponderEliminarDile a Quisque que no se olvide de mi, ya sabes el aprecio que le tengo
Isabel, puede ser, el cerebro es sabio y sabe qué conecta con que.
ResponderEliminarHay recuerdos duros,tristes, espinosos y muy injustos, por suerte la memoria (mi memoria) es muy selectiva y sabe "aparcar" lo que me perjudica.
Thorthon, y luego está aquello de "afortunada en dinero desgraciada en amores"
ResponderEliminarSí,ultimamente me siento un poco nostálgica y melancólica.
Un abrazo
Roble, a veces necesito el silencio para escucharlo, es como un ritual.
ResponderEliminarUn beso
Raticulina, yo estoy convencida de que a la hora de la verdad siempre estamos solos,igual que al nacer o a la hora de morir. Son cosas que nadie puede hacer por nosotros.
ResponderEliminarHay momentos en los que me gusta estar sola, pero lo que me mata o lo que no podría soportar es sentirme sola. Eso sí que es horrible.
Gracias por pasarte
Un abrazo
Chica, ¿qué tal?
ResponderEliminarSi hay nostalgia es porque hay recuerdos, y a la vez eso quiere decir que ha habido una vida vivida.
Un abrazo
Lanita, nos tal y cual la gia de allí
ResponderEliminarUn beso!!!
Rita, tienes razón, pero es que nunca se olvida del todo.
ResponderEliminarAunque nos esforcemos y creamos haberlo conseguido, un día u otro esos recuerdos vuelven a resurgir.
Es enotnces cuando la fuerza de voluntad es de vital importancia.
Gracias por venir Rita.
Un abrazo
Moisés, lo importante, creo, es saber vivir con ellos; y sobre todo dosificarlos.Darle la importancia que tienen, a veces el recuerdo magnifica demasiado.
ResponderEliminarEncantada de que hayas entrado aquí a comentar. Espero que vuelvas
Un abrazo
Manel, creo que cuando esos recuerdos nos gustan o nos hacen sentir bien; se convierten en el presente. Nuestro presente.
ResponderEliminarY el caso es que aunque sea agradable, a mí eso me aterra porque no quiero confundirme, Quiero continuar siendo como siempre soy, realista, que nada ni nadie tenga suficiente poder de hacer que me sienta tambalear o flaquear.
Me encanta esta frase tuya:
"Permanezco en ese sitio, en el pasado de ayer, prendido en tu nombre como oratorio de Haendel.
Manel."
La nostalgia es un buen estado de ánimo para la creación literaria, como demuestras en esta entrada.
ResponderEliminarMe gusta mucho Madoz, siempre tan sugerente.
In the mood for "nost"...
ResponderEliminar.-)
Gracias por tus palabras Jose, es verdad, a veces cuando sientes nostalgia sólo hace falta dejarse llevar y las palabras fluyen facilmente.
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