Entonces, me invitaste a sentarme a tu lado.
Obedecí.
Empezaste a hablar de una forma extraña, como si sólo lo hicieras contigo mismo, pero en voz alta.
Me dijiste que dedicaste mucho tiempo de tu vida a soñar con un recuerdo.
Y entonces, en el momento en que te miré a los ojos comprendí lo que significa un recuerdo
Esa mirada perdida y soñadora que contemplamos en los otros cuando recuerdan. Están ahí, a nuestro lado, pero muy lejos. ¿A qué sí?
ResponderEliminarUn saludo, Madi.
Magnífico micro, Madi. El final, como tiene que ser, inquietante.
ResponderEliminarTu mirada
ResponderEliminarabstraía en una nueva leyenda
invitó a sentarme a tu lado.
Deslizaste tus parpados
afirmando mi voz.
Tu voz se oía
como sueño, encantamiento
luego, un nombre:
Teseo.
comprendí que tu mirada
es
el sueño de una noche de verano.
me gusta!
ResponderEliminarle gusta!
ResponderEliminar(insertar aquí la risa afónica del perro risitas..)
.-)
Un recuerdo es perderse en el pasado, aunque sólo sea un instante.
ResponderEliminarUn sueño puede llenar una vida, darle sentido, acompañarnos en los momentos tristes, cuando necesitamos algo, o mejor dicho, a alguien que nos reconforte en nuestro desánimo.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu reflexión Madi, es genial.
Cuando llego y veo vuestras entradas me alegro un montón.
ResponderEliminarMuchas gracias, qué sería el blog sin respuestas?