Dormí poco y mal. Así que me levanté temprano y después de la ducha y del primer cafe me preparé para salir a buscarte.
Recorrí calles que estaban llenas de gente, pero en ninguna de esas personas te reconocí. Entré a lugares en los que habíamos compartidos horas de conversación, confidencias y alguna que otra risa, pero no te encontré.
Recorrí calles que estaban llenas de gente, pero en ninguna de esas personas te reconocí. Entré a lugares en los que habíamos compartidos horas de conversación, confidencias y alguna que otra risa, pero no te encontré.
Caminaba y miraba el rostro de las gente, pero no conseguí ver el tuyo, mis pasos me llevaron hasta el río, cerca había un parque y en él unos bancos.
Me noté cansada, así que me senté en el primero de ellos. Permanecí un rato en silencio, escuchando el ruido que producía la corriente del río. Su caudal había subido de forma considerable debido a las lluvias de los últimos días.
Y estuve pensando que quizá no te encontré porque realmente no existes, que solo has sido fruto de mi imaginación.
Y estuve pensando que quizá no te encontré porque realmente no existes, que solo has sido fruto de mi imaginación.
Puede que te haya inventado, como esas historias que ya he contado que me invento en alguna ocasión.
Y llego al convencimiento de que si es así, de que si solamente existes en mi imaginación, el mundo donde vivo no es mi mundo.
Y llego al convencimiento de que si es así, de que si solamente existes en mi imaginación, el mundo donde vivo no es mi mundo.
Que me siento fuera de lugar y me reafirmo en mi descisión, que si es así, prefiero bajar del tren en el que viajo y terminar con todo. Aprender a no reinventar nunca más.
Madi, las criaturas de la imaginación son tan reales como las que andan por ahí y tus manos pueden alcanzarlas. Y, en ocasiones, hasta más reales.
ResponderEliminarEs difícil huir de lo imaginario, de lo soñado. Y creeme,a veces hay cosas que son mejores soñadas que vividas, como cierto romances.
ResponderEliminarEs verdad lo que dice Isabel, mi niño Santi jugaba con un amigo invisible. Así que no sufras por buscar algo o alguien que no existe, porque quizá lo encuentres, casi sin querer. Un beso
ResponderEliminarMuchos tenemos más mundos que los que otros ven. Y, yo no sé cual de los míos es el más real...
ResponderEliminarPrecioso!
ResponderEliminarYo, en estos momentos no estoy muy de acuerdo porque aunque sí que es verdad que soñar es necesario, mágico y bonito, siempre llega el momento de la rrealidad y cuanto más has soñado, más has idealizado más grande es la decepción.
ResponderEliminarBueno, a ver si hace buen tiempo ya de una vez.
Soñar como tu dices es necesario, el que no sueña no vive. Todos imaginamos, soñamos con la persona ideal, claro que, la decepción puede venir después, pero mientras tanto, que nos saquen lo bailado.
ResponderEliminarBicos
Aunque en algún momento dudes, sabes que sí existe, que está ahí y tal vez, en otro banco, ante otro río, se esté haciendo la misma reflexión. Y, como bien dicen, hay muchos mundos y el de los sueños puede llegar a ser tan real como cualquier otro.
ResponderEliminarYa vendrá el buen tiempo.
Aprende lo que sea, menos a no reinventar.
ResponderEliminar(consejos doy y para mí no tengo)
En muchas ocasiones no es imaginación, sino presentimiento, intuición, saber que sí hay alguien. La decepción, el desánimo, no es no encontrar, es buscar demasiado. El mundo frenético ha introducido la prisa en nuestro ser, en nuestra esencia, y hemos de arrancarnosla para volver a ser libres.
ResponderEliminarUn beso.
Las sombras, los espejos, los reflejos.. .Da igual, si nos sirven y continuamos igual de sensatos, bienvenidas sean las sombras. Y más si generan textos tan bonitos... De hecho, ¿qué somos nosotros, desde los blogs, sino sombras que te rodean y te leen?
ResponderEliminarEstoy con Eastriver. Una vida sin imaginación ni sueños sí que sería una apuesta por la locura total.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias chicos por vuestros comentarios.
ResponderEliminarQué sería de este blog sin vosostros...