Esta noche te cruzan
verdes, rojas, azules, rapidísimas
luces extrañas por los ojos.
¿Será tu alma?
¿Son luces de tu alma, si te miro?
Letras son, nombres claros
al revés, en tus ojos.
Son nombres: Universum,
se iluminan, se apagan, con latidos
de luz de corazón. Universum.
Miro; ya sé; ya leo:
Universum cinema, ocho cilindros,
saldo de blanco junto a las estrellas.
Te quiero así inocente, toda ajena,
palpitante
en lo que está fuera de ti, tus ojos
proclamando las vívidas
verdades de colores de la noche.
Las compraremos todas
cuando se abran las tiendas, ahora mismo
-Universum cinema-, cuando bese
las luces de tu alma, sí, las luces,
anuncios luminosos de la vida
en la noche, en tus ojos.
Colección de cartas reales y ficticias para disfrutar del simple placer de leer y escribir.
martes, 2 de febrero de 2010
Pedro Salinas
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uhmmm, cálido...me gustó.
ResponderEliminarMaravilla.
ResponderEliminar(lamento el malentendido Match Point)
Me encanta Salinas!!
ResponderEliminarExcelente poema el que nos regalas hoy. Excelente Salinas.
ResponderEliminarbesos
Blanco...todo es solucinable
ResponderEliminarY ahora, aquí está frente a mí.
ResponderEliminarTantas luchas que ha costado,
tantos afanes en vela,
tantos bordes de fracaso
junto a este esplendor sereno
ya son nada, se olvidaron.
Él queda, y en él, el mundo,
la rosa, la piedra, el pájaro,
aquéllos , los del principio,
de este final asombrados.
¡Tan claros que se veían,
y aún se podía aclararlos!
Están mejor; una luz
que el sol no sabe, unos rayos
los iluminan, sin noche,
para siempre revelados.
Las claridades de ahora
lucen más que las de mayo.
Si allí estaban, ahora aquí;
a más transparencia alzados.
¡Qué naturales parecen,
qué sencillo el gran milagro!
En esta luz del poema,
todo,
desde el más nocturno beso
al cenital esplendor,
todo está mucho más claro.
(El Poema. Pedro Salinas)
Precioso.
ResponderEliminarAdoro a Salina, siempre ha sido de mis poetas españoles favoritos, tengo debilidad por La voz a ti debida:
ResponderEliminar«Mañana». La palabra
iba suelta, vacante,
ingrávida, en el aire,
tan sin alma y sin cuerpo,
tan sin color ni beso,
que la dejé pasar
por mi lado, en mi hoy.
Pero de pronto tú
dijiste: «Yo, mañana...»
Y todo se pobló
de carne y de banderas.
Se me precipitaban
encima las promesas
de seiscientos colores,
con vestidos de moda,
desnudas, pero todas
cargadas de caricias.
Hola Suso, es dificil escoger un solo poema de salinas ¿verdad? es increible la poesía de este hombre.
ResponderEliminarManle, a veces el mismo poema leido en unas circunstancias concretas que se están viviendo adquiere un significado inmenso.
ResponderEliminarUn abrazo
Maria Jesús, ese adjetivo lo abraca todo, letra a letra.
ResponderEliminarMaria Jesús, ese adjetivo lo abraca todo, letra a letra.
ResponderEliminarMaravilloso miette.
ResponderEliminarNadadora de noche, nadadora
ResponderEliminarentre olas y tinieblas.
Brazos blancos hundiéndose, naciendo,
con un ritmo
regido por designios ignorados,
avanzas
contra la doble resistencia sorda
de oscuridad y mar, de mundo oscuro.
.......
Se te rompen
las densas ondas anchas de la noche
contra ese afán de claridad que buscas,
brazada por brazada, y que levanta
un espumar altísimo en el cielo;
espumas de luceros; sí, de estrellas,
que te salpica el rostro
con un tumulto de constelaciones;
de mundos. Desafía
mares de siglos, siglos de tinieblas,
tu inocencia desnuda.
......
(Nadadora de noche, nadadora..., Pedro Salinas)
Inmenso
ResponderEliminarNo tiene desperdicio Don Pedro. Uno de mis poetas favoritos.
ResponderEliminares un pacer leer a salinas y encontrarse con un blogs donde esto es compartido, gracias por tu aporte, es muy calido
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