Hoy me siento preguntona. A medida que transcurre el día, entre papeles de trabajo, llamadas de teléfono y atender a personas cada una con un problema distinto, voy formulándome a mi misma un sin fin de preguntas. Y lo peor es que por más que las repito no obtengo respuesta alguna, o me engaño, y sí la tengo pero no me gusta y por lo tanto no la acepto.
Qué es la verdad?
Qué es la amistad?
Qué es la belleza?
Qué es el amor?
Qué es la lealtad?
Qué es la coherencia?
Qué es la infidelidad?
Qué es la felicidad?
Y a todo esto… ¿Tiene importancia todo esto? ¿Existe? ¿Se encuentra? No. Definitivamente no.La verdad, es totalmente subjetiva. Mi verdad no es tu verdad, incluso es posible que lo que hoy para mi es verdad mañana no lo sea.La belleza... el mismo paisaje, depende qué ojos lo miran es bello o por el contrario de una fealdad asombrosa.Y así podría seguir con todo lo arriba escrito.Creo que presumimos de tolerantes, pero no lo somos, y definimos a la ligera lo que es un amigo.Y aseguramos que se es amigo sin esperar nada a cambio. Yo no lo creo. Todos necesitamos que nos agradezcan lo que hacemos. Todos esperamos algo a cambio. Todos necesitamos sentirnos recompensados.Y todos en ocasiones nos creemos el ombligo del mundo.Pero no lo somos, somos uno más. Alguien que en un momento hemos sido considerados imprescindibles, pero de la noche a la mañana somos sustituidos.
Somos parte del engranaje del mundo.
Mi planteamiento es que preferimos una mentira bonita a una verdad dura.
Los que leais esta entrada seguramente os preguntareis qué tiene que ver lo que he escrito con la fotografía, pues tiene mucho que ver. Todo tiene que ver. Son maletas que las pienso utilizar para guardar todo lo que quisiera decir pero no diré, todo lo que creo que es preferible callar por no saber explicarme con soltura. Todo lo que callaré porque no pienso discutir ni llevar la contraria nunca más con quien sé, es mejor callar. Callar por no oir siempre la misma respuesta. Callar para no escuchar de nuevo lo que no es verdad y casi creérmelo durante mucho tiempo. Callar para que no me digas lo que soy y lo que tú eres. Soy lo que soy. Soy como soy. Soy una persona con limitaciones, como tú y como todos, soy parte del elenco de esta película que es la vida. A cada uno en el momento de nacer nos otrogan un papel, unos son más importantes que otros, pero en definitiva todos útiles.
Pd. estas son las consecuencias de ojear un libro de Soren Kierkegaard, y eso se que se por experiencia lo negativo que es para mi este hombre
Nunca es triste la verdad. Lo que no tiene es remedio. (J. M. Serrat)
ResponderEliminar¿Si nacemos para morir, para qué vivimos? (Blanco)
(Sí, no hay color. La del gran Serrat es mil veces mejor)
No es que sea mejor, es aquello de que preferimos una mentira disfrazada. La tuya es real.
ResponderEliminarY como hoy estoy un poco beliciosa, (no se si existe ese vocablo) yo pondría una definición de Fernando Fernadez Gomez, pero soy educada y una dama no habla con el vocabulario que tengo en mente
Ser, no ser...
ResponderEliminarLas verdades absolutas no existen, Madison.
Y las cristalerías están llenas de cristales de colores para matizar la realidad al gusto del consumidor (click!)
Pues yo pensaba que sí.
ResponderEliminarPues a mí me gustan esas maletas y esa botas de la foto, qué quieres que te diga. (Y sin que se entere nadie: me gustas tú. No existen motivos. Por el sólo hecho de existir, que no se precisan justificaciones).
ResponderEliminarjajajajjaja Isabel yo cuando me pongo me pongo, así que maletas de marca, nada de Carrefur, donde esté el señor Vuitton...
ResponderEliminarA chula no me gana nadie y a mala baba tampoco
La verdad suele ser dura, sí. A mi Kierkegaard me gusta. No se me ocurre mucho más que decir. Pero me ha gustado mucho leerte.
ResponderEliminarjejeje gracias Explorador.
ResponderEliminarPues, si te digo la verdad, a mi también me gustas tu, y Lanita y Blanco e Isabel. De los demás no puedo decir nada porque no los conozco. Hoy es verdad que no los conozco. Hoy es verdad que me gustais. Y, si mañana tengo otra verdad ¿qué?...a lo mejor es verdad que no existen las verdades eternas.
ResponderEliminarEs el carrusel de la vida. Por otra parte hermosa vida, que muchas veces desperdiciamos en bobadas y sólo nos acordamos de ella cuando llega la adversidad.
ResponderEliminarMaria Jesús, a mi tú, también me gustas
Las botas deben ser para dar los puntapies necesarios.
ResponderEliminarCualquiera que se llame Soren y se apellide Kierkegaard debería haber tenido vetado el acceso a los medios de escritura ¡Qué ganas de llenar de desasosiego a la gente!
Beso.
A que sí Enric? además era un egocéntrico de narices.
ResponderEliminarPersonalmente me inmpactó en su día cuando leí "El concepto de la angustia", fue una de mis primeras incursiones en la busqueda de la filosofía existencialista, Bicho raro que es uno, jejeje.
ResponderEliminarRecuerdo que en sus primeros escritos, Kierkegaard diferenciaba dos tipos de vida, estético y ético, al que luego añadiría el religioso.
No le des más vueltas Madi, tu tipo de vida es el que elijas por ti misma, y por cierto, a mi me gusta lo que nos muestras de él. Y uno de los secretos es aceptar a la gente tal y como es, con sus aspectos positivos y negativos.
Por cierto, tu equipaje tiene un enorme glamour.
En Forspildte traveler (que diría el danés)
Yo soy glamurosa querido Gaviero.
ResponderEliminarjejeje
Voici, ma chère dame, vous êtes totalement glamour.
ResponderEliminarToujours à vos pieds.
jajaja
jajajajaja eres la repera, que lo sepas
ResponderEliminar¿Crisis existencial? ¿O sólo tienes ganas de mandar todo a la mierda?
ResponderEliminarUn besazo preciosidá.
Ps. Vuitton, buena elección pero prohibitiva ;-)
Hola Paloma, más bien lo segundo,jejeje y estoy a puntito.
ResponderEliminarProhibido total chica está el tema Vuitton. Una pena porque yo me lo merezco y seguro que tú también.
Bah, no sois nadie hasta que no tenéis vuestro segundo Hèrmes... (dijo ella, con su mochila Salomón)
ResponderEliminarBueno...quizás, no, no me convences yo si cambio de marca me compro un Prada.
ResponderEliminarmmmm... buena elección.
ResponderEliminarSí.
Mi Birkin por un Prada!
Qué va, qué va, qué va… yo leo a Kierkegaard.
ResponderEliminar;-P
Birkin, Birkin...te refieres a los Birkin de toda la vida?
ResponderEliminarRocio, es un impertinente el Soren no digas que no.
ResponderEliminar¿es el mismo Kierkegaard de Faemino y Cansado (admírese mi cultivada cultura unos desoladores momentos. Luego, ingiérase la cicuta)
ResponderEliminarjajajajaja
ResponderEliminarTambién tú sabes lo de Faemino y Cansado???? qué fuerte.
No me lo puedo creer!!!
Así es mi basta cultura (no vasta... la mía es más agreste)!
ResponderEliminar.-)
Pues la mía es...o soy, o quiero ser ¡¡el pueblo!!
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