Al pirómano de sueños
Porque la ilusión debió estallar en azul y no estrellarse ensangrentada contra tu roca.
Había en torno a ti una libélula vaga de una vaga ilusión, parafraseando a Rubén Darío. Yo la eché a volar presurosa y ansiosa. Pero hombre nacido en el desesperenzado mes de enero: lejos de la primavera, lejos del amor, lejos de mí... la recibiste con tan invisible como contundente hacha incendiada de hielo.
Sabías que alrededor te volaba etérea mi esperanza en prodigioso giro, y no pudiste hacer otra cosa que reírte en un dialecto que no es el mío y disparar a su vuelo, ensartándola por las tiernas alas de luciérnaga de luna y plata, y obligándome a hacer un entierro de sueños definitivo.
¿Y ahora te lamentas, tú, hombre, descendiente de soldados fratricidas, rebosante de testosterona, ignorante en amor? ¿Y te gusta ahora deleitarte visitando el cadáver de la ilusión muerta y caída en tierra por tus manos?
Desde mi orgullo meridional de cruz católica y de saeta encarnada de Semana Santa; desde litros de sangre fluyendo sin tregua por arterias y venas de generaciones que en la orgullosa Castilla del Medievo me precedieron; y desde verdes valles encantados del pueblo cántabro de hadas que es también mi origen...
Te grito en silencio:
¡Déjame en paz!
Que ni me sirve tu falsa amistad ni yo soy mujer de dar pena. Que corren siglos de nobleza castellana por mis venas. Que soy andaluza en pie hasta el fin, sanguínea, de sol y viñedos y de oscuros caballos en galope a ras de orillas infinitas.
Dios y los libros son los únicos que se quedan a tu lado cuando los demás se han ido.
Fdo:
La rastreadora de espejismos
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Yo, cada vez que miro el cuadro, siento desasosiego: demasiados seres en tan poco espacio como para que sea el paraiso.
ResponderEliminarUn beso.
Por eso se fue al garete y ya no existe el paraiso.
ResponderEliminarEra un engaña bobos.
¡Hola Enric! ¿que tal tu finde?
Antes sí que creía en el paraíso, bendita ingenuidad, ahora únicamente en pequeñas dosis (muy pequeñas) , a ratitos (estonetes).
ResponderEliminarBesos.
Qué fuerza y qué orgullo, me ha encantado.
ResponderEliminarNo concibo un paraíso sin mujer. Un abra..., un beso.
Como siempre, magnífico, Madi.
ResponderEliminarEl paraíso existe a pequeños retazos en la realidad cotidiana.
Un abrazo
Y a pesar del pirómano los sueños permanecen; tal vez se quemó el paraiso, pediste la ilusión, pero siempre hay otros sueños, nacidos en un tiempo ya casi olvidado, con todos los lugares, con tierras lejanas. Y como bien señalas siempre quedan los libros.
ResponderEliminarBuena entrada la tuya.
Qué bien que alguien pueda hacer algo así con el despecho. Gracias.
ResponderEliminarGracias Madi, por traer mi carta hasta acá.
ResponderEliminarPrometo leer todas las entradas de tu blog en cuanto encuentre un hueco, reina. Me encantará.
Gracias asimismo a los comentaristas.
Fdo: Kat ;-)
Maravilloso texto. El desamor hecho belleza. Ha transformdo un momento anodido en un gran momento.
ResponderEliminarMe agradò tu texto, y la imagen es hermosa , pero extraña.
ResponderEliminarsaludos!