Escrito en 1929, Mendel el de los libros narra la trágica historia de un excéntrico librero de viejo que pasa sus días sentado siempre a la misma mesa en uno de los muchos cafés de la ciudad de Viena. Con su memoria enciclopédica, el inmigrante judío ruso no sólo es tolerado, sino querido y admirado por el dueño del café Gluck y por la culta clientela que requiere sus servicios. Sin embargo, en 1915 Jakob Mendel es enviado a un campo de concentración, acusado injustamente de colaborar con los enemigos del Imperio austrohúngaro. Un breve y brillante relato sobre la exclusión en la Europa de la primera mitad del siglo xx.
Mendel es un judío de procedencia rusa, pero hace mas de treinta años que vive en Viena.
Su vida son los libros, y su fama de sabio ha llegado a todos los rincones. Tanto estudiantes, decanos, historiadores, cuando necesitan un libro y saber todo sobre él se dirigen a Mendel pues saben que no les engañará y además todo lo que les diga es acertado. Libreros de diferentes partes de Europa le envían documentación para examinar.
Su vida es esa, él nunca ha leído un periódico ni escucha la radio, tanta es su concentración en su vida espiritual que ni se enteró de cuando llegó la luz eléctrica al café donde el se pasa los días, como decía no se dio cuanta del cambio de lámparas, tampoco se enteró de los revuelos previos a la guerra, ni que ya no disponía de su café preferido ni de pan blanco.
El continuó con su vida como si nada hubiese ocurrido, hasta que un día llegó a las manos de un policía alemana correspondencia entre un librero de Francia y un tal Mendel, el de los libros. A partir de ahí empieza su desgracia....
Mendel el de los libros, de Stephan Zweig
Mendel es un judío de procedencia rusa, pero hace mas de treinta años que vive en Viena.
Su vida son los libros, y su fama de sabio ha llegado a todos los rincones. Tanto estudiantes, decanos, historiadores, cuando necesitan un libro y saber todo sobre él se dirigen a Mendel pues saben que no les engañará y además todo lo que les diga es acertado. Libreros de diferentes partes de Europa le envían documentación para examinar.
Su vida es esa, él nunca ha leído un periódico ni escucha la radio, tanta es su concentración en su vida espiritual que ni se enteró de cuando llegó la luz eléctrica al café donde el se pasa los días, como decía no se dio cuanta del cambio de lámparas, tampoco se enteró de los revuelos previos a la guerra, ni que ya no disponía de su café preferido ni de pan blanco.
El continuó con su vida como si nada hubiese ocurrido, hasta que un día llegó a las manos de un policía alemana correspondencia entre un librero de Francia y un tal Mendel, el de los libros. A partir de ahí empieza su desgracia....
Stephan Zweig: ¡qué maravilla!
ResponderEliminarSaludos
Qué buena recomendación y qué impactante vivir sin enterarse absolutamente de nada de lo que pasa exteriormente con todo lo de positivo y negativo que tiene.
ResponderEliminarBesos.
Cuando se habla de Stephan Zweig no hace falta decir demasiado ¿verdad Xibelius?
ResponderEliminarUn artista de la palabra, las mejores biografías que he leido son las que están escritas por él.
Estonetas, se trata de un pequeño gran libro, que se lee en una hora escasa y te hace pensar durante días y más días.
ResponderEliminarQué bien cuenta como una circunstancia que no va contigo puede destrozarte la vida.
¡Me encantó este libro! Lo leí hace un año y escribí esto: http://laescueladelosdomingos.blogspot.com/2009/03/el-librero-del-cafe-gluck.html
ResponderEliminar¡Cuánto me gusta que me lo hayas recordado con tu entrada!
Un beso.
Lo tengo pendiente ;) Gracias por recordarmelo, Madison.
ResponderEliminarmaravilloso, sin duda; El mundo de ayer...como me impresionó ese libro. gracias por recordármelo!!, un beso.
ResponderEliminarDramático y bellísimo, como todo lo que escriben los judíos...
ResponderEliminarGran recomendación, Madison. Refrendada además por Daniel Dominguez. Vamos, si no lo leo, peco.
ResponderEliminarFeliz día del libro.
Daniel yo tambien lo leí hace tiempo, admiro muchísimo a este autor.
ResponderEliminarMe voy corriendo a leer tu crónica, que seguro es perfecta.
Un abrazo
almalaire ya contarás, seguro que te gustará mucho.
ResponderEliminarExplorador, increible libro el que comentas.
ResponderEliminarBlanco para mi es tan magnífica la obra de Zweig que abriría un apartado en este blog solo para ir comentando cosas sobre él.
ResponderEliminarPecado si no lo lees, cuando lo hagas cuenta qué te ha parecido.
Eduardo si que tienen una sensibilidad especial ¿eh?
ResponderEliminarhay tantos...