Me dejé llevar por el ambiente, sentí que las notas empezaron a resbalar muy despacio dejándose caer por todos los rincones de la habitación. Allí me encontraba yo, impregnándome de ese olor hasta ahora desconocido para mí, pero que tan familiar me resultaba
El cosquilleo empezó a hacerse notar y no se detuvo hasta que encontró el lugar de mi cuerpo que más le gustaba para instalarse, presentí que algo importante iba a ocurrir, quise encontrar un nombre con el que definir el momento, pero no lo encontré.
Cerré los ojos, acomodé mi cuerpo en el sillón de siempre, cerca de la ventana porque me gusta la noche y me gusta mirar las estrellas. De vez en cuando entreabría los ojos y miraba a lo lejos, hacia el horizonte y sin querer( o puede que queriendo, pero no era consciente en esos momentos) se me escapaba algún susurro. Deje que mi pensamiento se volara hacia donde anhelaba estar, de pronto me sentí transportada, y me vi reflejada en tu mirada.
Así estuve durante mucho rato, quizá horas, ensimismada, íncredula y feliz por lo que sucedió, por lo que continuaba sucediendo.
El cosquilleo empezó a hacerse notar y no se detuvo hasta que encontró el lugar de mi cuerpo que más le gustaba para instalarse, presentí que algo importante iba a ocurrir, quise encontrar un nombre con el que definir el momento, pero no lo encontré.
Cerré los ojos, acomodé mi cuerpo en el sillón de siempre, cerca de la ventana porque me gusta la noche y me gusta mirar las estrellas. De vez en cuando entreabría los ojos y miraba a lo lejos, hacia el horizonte y sin querer( o puede que queriendo, pero no era consciente en esos momentos) se me escapaba algún susurro. Deje que mi pensamiento se volara hacia donde anhelaba estar, de pronto me sentí transportada, y me vi reflejada en tu mirada.
Así estuve durante mucho rato, quizá horas, ensimismada, íncredula y feliz por lo que sucedió, por lo que continuaba sucediendo.
Una de mis piezas clásicas preferidas... y una de las mejores interpretaciones, sin duda.
ResponderEliminar.-)
El violonchelo es tan hermosamente triste...
ResponderEliminarSalu2 alegres.
Qué texto tan bello y qué Bach.
ResponderEliminarLa versión es de referencia pero apunto también la de Pau Casals.
Una abrazo.
Con el cello de fondo, cerrando los ojos, es fácil imaginarte mirando las estrellas, sintiendo, transmitiendo opr medios casi mágico tus sensaciones.
ResponderEliminarPreciosa entrada y exquisita música. Me ha gustado, Madi.
Un hermoso sentir al trasportarse entre las notas de la música como vibración hasta llegar a la luz de la mirada penetrar el alma danzar con armonía en ella …me quedo escuchando la sublime música de tus sentimientos y la melodía….besos
ResponderEliminarQué profundo suena siempre este instrumento, llena el alma.
ResponderEliminarEs maravillosa, la música y la forma de tocarla.
ResponderEliminarbesis guapa!
Ay sí, entra una meláncolia agradable al escuchar las notas.
ResponderEliminarUn abrazo Dyhego
Tienes razón Thorton, ¿sabes?
ResponderEliminarHay dos canciones que me hacen llorar y son, El cant dels ocells con Pau Casals y el Ave maria de Shubert
Bueno también es cierto que soy una llorona, dicho sea de paso
Lo se Gaviero, nos gusta a los dos.
ResponderEliminarXiomara, estoy algo melancólica hoy.
ResponderEliminarEs verdad miette, a ratos uno debes respirar hondo mientras escucha esta música.
ResponderEliminarUna maravilla la música, pero por sobretodo tu texto. Poder comunicar con poas palabras algo profundo, el idela de cualquier escritor.
ResponderEliminarSaludazos.
Cuando se unen un gran compositor y un gran intérprete sólo puede surgir belleza.
ResponderEliminarUn saludo madison
Me apunto a tu lista: Casals y Schubert.
ResponderEliminarEntre otros (afortunadamente) muchos, en muchos estilos.
Gracias austerliz, me gusta escribir cuando surge la idea, sin borradores.
ResponderEliminarA veces sale bien y otras menos bien.
A veces me pregunto como es posible tanta belleza Torcuato.
ResponderEliminarCierto Xibelius, por suerte hay muchos que con su arte nos hacen estremecer y sentirnos muy vivos.
ResponderEliminarMuy bonito, yo creo que todos nos identificamos en eso, porque todos hemos vivido momentos de rara intensidad como los que cuentas. Y luego Bach, el complemento perfecto.
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