Fotografía de Philippe RametteTodo menos el tedio me da tedio.
Quiero sin tener sosiego sosegar.
Tomar la vida todos los días
Como un remedio,
De esos remedios que hay para tomar.
Tanto aspiré, tanto soñé que tanto
De tantos tantos me hizo nada en mí
Mis manos quedaron frías
Sólo de aguardar el encanto
De aquel amor que las calentara al fin.
Frías, vacías, Así.
Has acertado otra vez con uno de mis ídolos.
ResponderEliminarY mío. Hace días que quiero poner reseña de El libro del desasosiego, pero no voy escasa de tiempo
ResponderEliminarUn abrazo Blanco
Un libro maravilloso el del desasosiego.
ResponderEliminarAbrazo.
La última vez que lo vi, estaba tomándose un café en la terracita de A Brasileira. Debe parar siempre por ahí.
ResponderEliminarNo he estado nunca en Lisboa. Espero poder ir algun día.
ResponderEliminarUn abrazo Jesús
Seguro que sí, no creo yo que se haya movido mucho.
ResponderEliminar¡¡malos sois!!
¡El gran Pessoa!
ResponderEliminarSe me ocurren otras maneras de empezar la semana pero poca mejores que ésta.
Un poeta inabarcable, inacabable, imprescindible.
"Un corazón de nadie" -o sea, de todos- como se tituló la extensa antología preparada por mi maestro Ángel Campos Pámpano y publicada en Círculo/Galaxia Gutenberg.
¡Qué gran poema, qué enorme poeta!
Y lo de Lisboa, tienes que corregirlo, pero ya.
Mi ciudad preferida te está esperando con los brazos abiertos.
"La ciudad blanca", de ACP, en Pre-textos, es la mejor guía poética que yo haya leído sobre esa ciudad.
Gracias, Madison.
Abrazos
éste también me gusta muchísimo
ResponderEliminar"Dicen que pretendo o miento
En cuanto escribo. No hay tal cosa.
Simplemente
Siento imaginando.
No uso las cuerdas del corazón.
Todo cuanto sueño o pierdo,
Que pronto cae o muere en mí,
Es como una terraza que mira
Hacia otra cosa más allá.
Esa cosa me arrastra.
Y así escribo en medio
De las cosas no junto a mis pies,
Libre de mi propia confusión,
preocupado por cuanto no es.
Saludos
Hombre, Pessoa.
ResponderEliminarÉl siempre está en el condado de mis afectos.
¡Yo estuve en A Brasileira que menciona Blanco!
Siempre vuelve.
Pues Elías me alegra que te haya gustado.
ResponderEliminarSobre Lisboa...bueno, cuando tenga edad para viajar con el Inserso.
ES precioso Felipe.
ResponderEliminarTú también Igor?
ResponderEliminarJo qué envidia me dais
He pasado toda la noche sin dormir, viendo,
ResponderEliminarsin espacio tu figura.
Y viéndola siempre de maneras diferentes
de como ella me parece.
Hago pensamientos con el recuerdo de lo que
es ella cuando me habla,
y en cada pensamiento cambia ella de acuerdo
con su semejanza.
Amar es pensar.
Y yo casi me olvido de sentir sólo pensando en ella.
No sé bien lo que quiero, incluso de ella, y no
pienso más que en ella.
Tengo una gran distracción animada.
Cuando deseo encontrarla
casi prefiero no encontrarla,
Para no tener que dejarla luego.
No sé bien lo que quiero, ni quiero saber lo que
quiero. Quiero tan solo
Pensar en ella.
Nada le pido a nadie, ni a ella, sino pensar.
A mi me gusta este poema.
Por cierto, Lisboa... pasear el Chiado, subir a Alfama a la "Taverna do Embuçado" a disfrutar de un buen fado.... Madi, hay que ir.
A ti te gusta y a mi me apasiona
ResponderEliminar¡¡Quiero ir a Lisboa Gaviero!!
Gran Pessoa. Un Beso, Madi
ResponderEliminarSi que lo es Roble.
ResponderEliminarUn beso a ti tambien
¿ha abierto un bar Pessoa, a sus edades?
ResponderEliminarqué capacidad, y con un-A Brasileira..!
;-)
(Pessoa rules, yeah)
O estos cuatro primeros versos del poema Tabacaria del heterónimo Álvaro de Campos:
ResponderEliminar"No soy nada.
Nunca seré nada.
No puedo querer ser nada.
Aparte de esto, tengo en mí todos los sueños del mundo".
Insisto, Madison, tienes que ir pero ya; no esperes tanto.
Alfama, la Baixa, el Chiado...
ya te están echando en falta.
Un beso.
El "Libro del desasosiego" debería de ser lectura obligatoria.
ResponderEliminarMadi, ve a Lisboa. Después de leer a Pessoa entenderás muchas cosas y te gustará más aún.
Besucos.
Mas que comentarios, tienes un precioso blog aquí dentro.
ResponderEliminarY me gusta tanto en la página principal, como el los comentarios increibles que tienes.
Te lo mereces.
Un biquiño.
Lanita, ya ves que las apariencias engañan...¡quién lo iba a decir!
ResponderEliminarElías ya te vale, dándome mas envidia todavía.
ResponderEliminarEntre Pessoa, Saramago y Muñoz Molina...
Totalmente de acuerdo sobre el libro del desasosiego Anjanuca, y también obligatoria su relectura, de vez en cuando abro el libro por cualquier página y es una autentica gozada.
ResponderEliminarSacra, muchas gracias por tus palabras, espero tenerte por aquí durante mucho tiempo.
ResponderEliminarlas apariencias enganchan..!
ResponderEliminaro no..
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