Hola, cómo estás?
Espero que genial como siempre, eso me alegra de forma infinita. Hace días que no escribo nada, el motivo como tantas y tanas veces es sencillo, las letras y yo en estos últimos tiempos no somos buenas amigas, cada una va por su lado, de hecho no se escribir, intento juntar una serie de palabras que contengan algún sentido para quien desee leerlas.
Dicho esto paso a explicarte el motivo de mi carta. Debido a una serie de sentimientos y vivencias ultimamente he decidio iniciar un viaje. No se a dónde iré, tampoco la duración o si volveré. Desconozco lo que me depara el futuro, sí tengo la certeza de que esta situación actual y el desencadenante no me gusta.
Dices que soy persona poseedora de una gran categoría. Lo se. Para mi una persona así es aquella que no siente envidia de nadie ni hácia nadie, aquella que es siempre fiel a lo que piensa, que no se engaña ni engaña. Ser así comporta más conflictos y antipatía que otra cosa, pero me da igual. Detesto a esas personas que cuando les haces algún comentario te responden que ellas saben más, se creen mejores en todo y así lo proclaman, yo no soy así. Ni se más que nadie ni tampoco menos, soy persona, nada más. Una persona que intenta hacer las cosas lo mejor que sabe, y siempre con buena intención, aunque con bastantes defectos.
Las personas que se creen superiores, generalmente consiguen sus propósitos, caen bien a todo el mundo. Pero en realidad están bastante vacías y llenas de carencias, eso se descubre con el tiempo, éste, que es muy listo y no se deja engañar se ocupa de ponernos en nuestro sitio, lo malo es que en ocasiones tarda demasiado y cuando llega el momento ya es tarde para algunas cosas.
Aunque esta carta la leas hoy durante el trancurso del día la he escrito muy temprano. Esta noche apenas he dormido tres horas.
Estoy sentada ante mi ventana, veo a la gente pasar por la calle, tiene cara de frio, pero un frio distinto al que siento yo dentro de mí. Escribo en mi mesa, la que encargué de forma expresa para colocarla en ese sitio de la casa. Me gusta observar a la gente, además de los que pasan por la calle veo a los de cada día en la cafetería de enfrente de mi casa. Me pregunto cómo tienen tantas cosas que contarse si se ven cada día. No me lo explico, supongo que tienes razón cuando me dices que soy una persona antisocial, seguramente sí, porque la mayoría de conversaciones con las que los demás disfrutan a mi me aburre de forma soberana.
Bien, pués creo que no me queda nada más por decir. Cuando llegue a mi destino te escribiré para darte mi dirección por si te apetece continuar conversando conmigo, si no es así lo entenderé.
Recibe un cariñoso abrazo mío y se feliz
Espero que genial como siempre, eso me alegra de forma infinita. Hace días que no escribo nada, el motivo como tantas y tanas veces es sencillo, las letras y yo en estos últimos tiempos no somos buenas amigas, cada una va por su lado, de hecho no se escribir, intento juntar una serie de palabras que contengan algún sentido para quien desee leerlas.
Dicho esto paso a explicarte el motivo de mi carta. Debido a una serie de sentimientos y vivencias ultimamente he decidio iniciar un viaje. No se a dónde iré, tampoco la duración o si volveré. Desconozco lo que me depara el futuro, sí tengo la certeza de que esta situación actual y el desencadenante no me gusta.
Dices que soy persona poseedora de una gran categoría. Lo se. Para mi una persona así es aquella que no siente envidia de nadie ni hácia nadie, aquella que es siempre fiel a lo que piensa, que no se engaña ni engaña. Ser así comporta más conflictos y antipatía que otra cosa, pero me da igual. Detesto a esas personas que cuando les haces algún comentario te responden que ellas saben más, se creen mejores en todo y así lo proclaman, yo no soy así. Ni se más que nadie ni tampoco menos, soy persona, nada más. Una persona que intenta hacer las cosas lo mejor que sabe, y siempre con buena intención, aunque con bastantes defectos.
Las personas que se creen superiores, generalmente consiguen sus propósitos, caen bien a todo el mundo. Pero en realidad están bastante vacías y llenas de carencias, eso se descubre con el tiempo, éste, que es muy listo y no se deja engañar se ocupa de ponernos en nuestro sitio, lo malo es que en ocasiones tarda demasiado y cuando llega el momento ya es tarde para algunas cosas.
Aunque esta carta la leas hoy durante el trancurso del día la he escrito muy temprano. Esta noche apenas he dormido tres horas.
Estoy sentada ante mi ventana, veo a la gente pasar por la calle, tiene cara de frio, pero un frio distinto al que siento yo dentro de mí. Escribo en mi mesa, la que encargué de forma expresa para colocarla en ese sitio de la casa. Me gusta observar a la gente, además de los que pasan por la calle veo a los de cada día en la cafetería de enfrente de mi casa. Me pregunto cómo tienen tantas cosas que contarse si se ven cada día. No me lo explico, supongo que tienes razón cuando me dices que soy una persona antisocial, seguramente sí, porque la mayoría de conversaciones con las que los demás disfrutan a mi me aburre de forma soberana.
Bien, pués creo que no me queda nada más por decir. Cuando llegue a mi destino te escribiré para darte mi dirección por si te apetece continuar conversando conmigo, si no es así lo entenderé.
Recibe un cariñoso abrazo mío y se feliz
Yo no sé por qué son tan altas
ResponderEliminarlas blancas ventanas que miran al cielo.
En mi calle el mundo no habla
la gente se mira y se pasa con miedo.
--------------------------------
besos grises, querida Madison