viernes, 31 de diciembre de 2010

Felicidad a todos




Chicos, que tengáis una feliz salida de año y una más feliz entrada de año.
Brindo porque todos veamos la botella medio llena, por los que son contrarios a autocompadecerse. Brindo por ser positivos.
Tampoco hace falta ser muy buenos ¿eh? lo justito y punto
Os quiero

domingo, 26 de diciembre de 2010

París no se acaba nunca.-Enrique Vila-Matas


Me costaba mucho escribir cualquier párrafo de La asesina ilustrada. Sin embargo, cuando mi padre me envió desde Barcelona una carta en la que me decía que no pensaba esperar ya más tiempo a que terminara la dichosa novela y que había decidido cerrarme por completo el alegre grifo del dinero, le escribí una carta con una soltura literaria muy distinta de la que tenía cuando escribía, agarrotado, mi novela.
Siempre que releo esa carta, me quedo sorprendido de cómo está escrita: mi estilo en ella es muy superior al dubitativo de La asesina ilustrada. Esta carta confirma esa expresión española que dice que el hambre agudiza el ingenio.
“Querido padre: He llegado a esa edad en la cual se tiene pleno dominio de las propias cualidades y la inteligencia alcanza su máxima fuerza y capacidad. Es por tanto el momento de realizar mi obra literaria. Para realizarla, necesito tranquilidad y poca distracción, no tener que pedirle dinero a Marguerite Duras ni estar todo el rato ocupándome de convencerte de que vale la pena que financies la escritura de una novela que a la larga, cuando la termine y la publique y recoja el aplauso de las multitudes habrá de llenarte de orgullo paterno y de gran satisfacción por haber sabido ser generoso conmigo.
Tu hijo que te quiere…”

Con esta carta logré aplazar por un tiempo el fin definitivo de los giros postales. Provisto de un indudable sentido del humor y de un estilo muy sobrio y escueto, mi padre me contestó:

“Querido hijo: He llegado a esa edad en la cual uno se ve obligado a comprobar cómo su hijo se ha convertido en un imbécil. Te doy tres meses de tiempo para que termines tu obra maestra. Por cierto, ¿quién es Marguerite Duras?”
París no se acaba nunca, de Enrique Vila-Matas

sábado, 25 de diciembre de 2010

arcade fire we used to wait

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Se puede hablar de todo, también escribir sobre cualquier cosa; pero existe un tipo de sentimientos que no se puede expresar por escrito ni tampoco hablado.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Feliz Navidad



No soy de celebraciones impuestas pero no quiero dejar pasar los días sin desearos a todos felices fiestas.
No es que no me gusten los regalos o las reuniones familiares, al contrario me encantan, además al ser mi casa mas grande que la del resto de la familia todos nos juntamos aquí.
Pero me agobia un poco el bullicio que hay en la calle, la cantidad de gente en las grandes superficies con los carros llenos de comida hasta los topes.
Aunque me encanta ver el rostro feliz de mis padres cuando nos juntamos todos, sobre todo a mi padre. Me gusta ver con que ilusión mis hijas hacen preparativos y planes, como se arreglan para la cena de Nochebuena...

En casa nos juntamos muchos estos días, abro la mesa el día venticuatro y la cierro el día seis.
Me gusta la calidez que desprende una casa llena de gente que se quiere y me gusta que esa calidez vaya acompañada de cierto desorden. Siempre he creido que una casa es para vivir y no para enseñarla a las visitas.

Además me hace ilusión pasarme por aquí y dejaros mi abrazo y mi cariño para todos los que teneis la delicadeza de venir a este café y compartir un pedazo de vuestro tiempo conmigo.
Es amistad virtual pero no por eso deja de ser real. Empatizamos todos y eso se nota. Y se nota tanto que cuando alguno deja de visitarme sea por el motivo que sea echo en falta la visita.

Feliz Navidad a todos. Ojalá nuestra sensibilidad durara todo el año y no solamente estos días llenos de luces de colores. Ojalá aprendiéramos de nuestros errores y calamidades. Ojalá aprendiéramos de una vez por todas a valorar lo que poseemos, a la gente que está a nuestro lado y nos quieren tanto que cuando somos felices ellos también lo son y cuando somos desdichados ellos nos acompañan en esa desdicha.
Bueno chicos, ya veis que como siempre me pongo algo ñoña, así que no digo nada más.
Os quiero y estais en mi vida.
Un beso muy fuerte a todos

jueves, 23 de diciembre de 2010

Hallar

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Cuando se trata de verdadero amor la misma importancia tiene la búsqueda como el dejarse encontrar

viernes, 17 de diciembre de 2010

Lo conseguirás



Rodney Smith

Día incierto

Murmullo que resbala

La esperanza

Alimento compartido

Existe un todo por llegar


miércoles, 15 de diciembre de 2010

Un encuentro de Milan Kundera



La archinovela, carta abierta con motivo del cumpleaños de Carlos Fuentes:

Mi querido Carlos:
Es un aniversario para ti, y para mí también: Hace setenta años que naciste y treinta justos que nos encontramos por primera vez. Fuiste a Praga unos meses después de la invasión rusa, con Julio Cortázar y Gabriel García Márquez, para expresar tu preocupación por nosotros, los escritores checos. Unos años después me instalé en Francia, donde eras embajador de México. Nos veíamos con frecuencia y conversábamos. Algo de política, mucho de novela. En particular sobre este segundo tema, éramos muy afines el uno al otro.
Hablábamos entonces del sorprendente parentesco entre la gran América Latina y mi pequeña Europa central, dos lados del mundo igualmente marcados por la memoria histórica del barroco, que hace al escritor hipersensible a la seducción de la imaginación fantástica, feérica, onírica. Y otra coincidencia: nuestros dos lados del mundo desempeñaron un papel decisivo en la evolución de la novela del siglo XX, de la novela moderna, digamos posproustiana: primero, durante los años diez, veinte, treinta, gracias a la pléyade de grandes novelistas de mi parte de Europa: Kafka, Musil, Bronch, Gombrowicz---(nos sorprendía sentir por Bronch la misma admiración, creo que aún mayor que la que sienten por él sus compatriotas; y distinta: para nosotros abrió la novela a nuevas posibilidades estéticas; era pues, ante todo, el autor de “Los sonámbulos”); más adelante, durante los años cincuenta, sesenta y setenta, gracias a otra gran pléyade que, en tu lado del mundo, seguía transformando la estética de la novela: Juan Rulfo, Carpentier, Sábato, y tú tus amigos…
Dos fidelidades nos determinan; la fidelidad a la revolución del arte moderno en el siglo XX; y fidelidad a la novela. Dos fidelidades en absoluto convergentes. Porque la vanguardia ( el arte moderno en su versión ideologizada) relegó siempre la novela fuera de la modernidad, considerándola superada, irrevocablemente convencional. Si más tarde, en los años cincuenta y sesenta, las vanguardias retrasadas quisieron crear y proclamar su modernidad novelesca, lo consiguieron por la vía de una pura negatividad: novela sin personajes, sin intriga, sin historia, y a ser posible sin puntuación, novela que se dejó tildar de antinovela.
Es curioso: los creadores de la poesía moderna no pretendían hacer antipoesía. Muy al contrario, desde Baudelaire la modernidad poética aspiraba a acercarse radicalmente a la esencia de la poesía, a su funda especificidad. En este sentido, imaginé la novela moderna como archinovela y no como antinovela. Archinovela ante todo se concentra sobre lo que sólo la novela puede decir; luego, hace revivir todas las posibilidades desdeñadas y olvidadas que el arte de la novela ha ido acumulando durante los cuatro siglos de su historia. Hace ahora veinticinco años que leí TERRA NOSTRA. Leí una archinovela. Es la prueba de que eso existía, de que eso podía existir. La modernidad de la novela. Su fascinante y difícil novedad.
Recibe un abrazo, Carlos

Milan


martes, 14 de diciembre de 2010

Consecuencias


Consecuencia:
"Hecho o acontecimiento que se deriva o resulta de otro "


Muchas veces he escuchado o me han dicho, "es hora de que solo pienses en ti". Y yo respondo que no estoy de acuerdo, porque en la vida, en esa vida que a lo largo del tiempo cada uno de nosotros hemos ido formando y vistiendo de experiencias no solo hay cabida para un Yo. La vida la compone Nosotros. Eso quiere decir que las decisiones que tomo repercuten y tienen consecuencias no solo para mi sino para todos los míos.

Por eso intento siempre ser consecuente con mis decisiones, aunque claro está que no siempre lo consigo

lunes, 13 de diciembre de 2010

Julia Prilutzky


Quiero estar en tu sueño. Ser tu sueño.

Penetrar más allá de lo que advierte
la mirada sutil. Como beleño
recorrer, galopar tu sangre inerte.

Quiero quebrar con definido empeño
toda defensa en ti: muralla, fuerte:
y adentrarme, crisálida de ensueño
más allá de tu vida y de tu muerte.

Más allá de tu piel, y más adentro
de toda sombra, y más allá del centro
desconocido, virgen, tembloroso...

Y estar dentro de ti -seguro puerto-
como un paradojal milagro cierto,
presentido a la vez que pavoroso.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Luz


Ha sido un día extraño. Por la mañana he salido a pasear porque hacía sol
Luego he comprobado que había mas luz en mi interior

sábado, 11 de diciembre de 2010

Atrapar palabras


Dicen que las palabras se las lleva el viento y que con el paso del tiempo no queda ni rastro de ellas.

No quiero que algunas de ellas se escapen, con mucho cuidado, una a una las atrapo depositándolas en una hoja en blanco de la libreta que siempre me acompaña.

Para recordarme a mi misma que no fue una invención, sino que todo sucedió en tiempo real, me gustaria dedicarme a condensar instantes y palabras.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Esto sucedió



Rob Heffer

Aquella noche me hiciste sentir sirena,
discretamente introduje mis risas en tus sueños
por un tiempo indeterminado.

Deslicé mis dedos de puntillas por tu piel
Conseguiste que me creyera indispensable
Así fueron transcurriendo las horas
con una intensidad diferente a las otras noches.
Nos emborrachamos de palabras y roces.S
seducidos por juegos, risas y la luna llena.
Y descubrimos hasta donde llegaba nuestro límite de posibilidades.
En mi estado de euforia
no eché en falta palabras con que definirte
Es hermoso sentir alegría aunque no exista motivo aparente para sentirla
pero el amor consigue hacernos reír, también llorar, por todo y por nada




martes, 7 de diciembre de 2010

El paseo en bicicleta

Al ir cayendo la tarde las calles del pequeño pueblo se iban quedando vacías, brillaba el empedrado con las gotas de la lluvia que había empezado a media mañana y aún persistía. Empezaban a verse luces tras los cristales de las ventanas, y por todos lados se percibía el olor de la leña en las estufas y chimeneas.

A pesar de todo ello, el día había resultado especial. Por la mañana, antes de que comenzará a llover, decidieron que cogerían las bicicletas y subirían hasta la "cueva del Moro", casi en la cima de la colina cercana, desde donde se podía admirar toda la campiña hasta la misma ciudad, por un lado, y los cultivos que se extendían hasta las montañas, por el contrario.

Prepararon algo de comida y una botella del vino clarete de la zona e iniciaron el camino. Tras pedalear sus buenos once o doce kilómetros, llegaron al lugar, se recrearon con las vistas durante un largo período de tiempo y, cuando ya estaban prácticamente empapados por la lluvia que no paraba, buscaron refugio en el interior de la cueva y almorzaron.

A media tarde, después de una larga sobremesa, iniciaron la vuelta al pueblo, aprovechando que en esos momentos la intensidad del agua había disminuido. Ya era casi de noche cuando finalmente entraron en casa.






lunes, 6 de diciembre de 2010

James Joyce, de Richard Ellamnn


Querida tía Josephine:

He tardado mucho tiempo en responder a tus cartas, pero es que he estado muy ocupado. Ayer le mandé Dubliners a un editor. Tiene trece historias, de las cuales has leído todas excepto la tercera, Araby, y la última, “Grace”. También me ha disuadido de escribir el conocimiento de la voluminosa correspondencia que estaba teniendo lugar entre Stannie y una persona o personas desconocidas, y he estado esperando a [asegurarme] que me escuchen. Por otra parte, tengo pocas cosas que contarte. Imagino que debes de estar cansada de oír mis explícitas o implícitas quejas de mi vida actual, por lo que no voy a molestarte con otras nuevas en esta carta. No pienses por ello que me he resignado. De hecho estoy esperando nada más el pequeño cambio financiero que me permita cambiar de vida. Espero al menos que tal cosa ocurra en uno o dos años, y si no llega haré todo lo posible. He dudado antes de decirte que imagino que las relaciones entre Nora y yo están a punto de sufrir un pequeño cambio. Lo hago ahora sólo porque comprendo que no [eres] ese tipo de persona que comentará el asunto de los demás. Es posible que yo sea en parte culpable si un cambio como el que yo preveo tiene lugar, pero difícilmente será la culpa únicamente mía. Reconozco que soy una persona difícil de aceptar, pero tampoco tengo intención de cambiar. Nora no parece ver la diferencia alguna entre todos los demás hombres que ha conocido y yo , pero no veo cómo podría tener razón. Después de todo yo no soy exactamente un animal doméstico, soy un artista, y a veces, cuando pienso en la vida libre y dichosa que puedo (o pude) vivir gracias a todos los dones que poseo, tengo una crisis de desesperanza.
Al mismo tiempo, no deseo emular las atrocidades del marido medio, y voy a esperar hasta que vea más claro mi camino. Supongo que negarás con la cabeza viendo mi frialdad de corazón, la cual es probablemente una manera injusta de denominar una cierta perspicacia de carácter o de espíritu. No estoy muy seguro de que los miles de matrimonios que se mantienen dificultosamente unidos por el recuerdo de sentimientos ya muertos tengan derecho a acusarme de inhumanidad. A decir verdad, y aún a pesar de mi aparente egoísmo, estoy un poco cansado de hacer concesiones a la gente.
¿Podrías mandarme una crítique de algún periódico de Dublín sobre la novela de Moore E lago en la que aparece el padre O Gogarty? Espero que estés bien de salud.

4 de diciembre de 1905

Jim
James Joyce, de Richard Ellamnn

sábado, 4 de diciembre de 2010

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Noches de insomnio


Bryan Larsen

Me gusta la noche porque es cuando mejor puedo saborear el silencio ; para ello me preparo poniendo todo mi empeño y ganas en que la habitación donde me encuentro esté como a mi me gusta, la música con el volumen muy bajito, casi susurrando, la luz tenue, la temperatura justa, porque me resulta algo asfixiante notar el calor artificial.Soy algo maniática en algunas cosas, supongo que como todos.
A esta hora me encuentro leyendo como cada noche, pero noto que hoy me cuesta mucho concentrarme en la lectura así que dejo el libro apoyado en el brazo del sillón; me ha dado por pensar en la casualidad, la suerte, el azar…me ha dado por pensar en qué fue lo que me llevó hasta ti. Que hizo que yo me fijara en ti, qué hizo que tú te fijaras en mí, y la verdad es que no encuentro respuesta alguna, quizá no la encuentro sencillamente porque no existe. Tampoco me importa demasiado
Estoy imaginando como me sentiría ahora si no te conociera, probablemente me encontraría por aquí leyendo un rato lo mismo que ahora, pero con la diferencia de que no estaría pensando en ti, en lo maravilloso y excitante que me resulta cuando me miras. Cuando nos miramos. Lo fácil y agradable que es sentir como el ambiente en que nos movemos rezuma de sensualidad.
También estoy recordando la primera vez que me fije en tu mirada, enseguida supe que había llegado la hora de bajar del tren, que era mi estación final.
Pienso ahora mismo en ti y en mí. Pienso en nosotros, en como somos, en qué vemos, en qué creemos, a dónde nos dirigimos. Y es que para mi eres algo grande, quizá lo más grande que me ha sucedido, no me importa que andes por ahí mezclado entre la gente; gente que posiblemente sea muy afín a ti. Gente que tratas en tu día a día. Nada de eso me importa siempre y cuando no encuentres en esas personas lo mismo que encuentras en mí, la complicidad que hemos conseguido sin esfuerzo alguno entre nosotros dos. Descubrí de ti algo que llevabas oculto y que solo yo se ver. Viste en mí algo que ni yo misma sabía que poseía.
Si no nos hubiésemos conocido supongo que seríamos los mismos exteriormente, pero al conocernos se produjo el cambio interior.
Reconozco que no podemos vivir en una burbuja hecha a nuestra medida y en la que solo hay cabida para nosotros dos.
Y se que con el tiempo podremos causarnos daño o decepción mutuamente, pero también podemos ofrecernos ilusión, alegría, deseo y mucho amor.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Roberto Bolaño


Arwen Keeling

Nadie te manda cartas ahora
debajo del faro en el atardecer
Los labios partidos por el viento
Hacia el Este hacen la revolución
Un gato duerme en tus brazos
A veces eres inmensamente feliz

viernes, 26 de noviembre de 2010

Yannis Ritsos.


Salvador Dalí
Quien tropieza
en el vacío
quien se agrieta
y dice: yo
echa hojas
florece.
Así luchamos.

miércoles, 24 de noviembre de 2010


Si quisiera explicar cómo me siento hoy no encontraría las palabras adecuadas, pero sin duda alguna la definición es esta pintura que tanto me gusta desde que la descubrí hace ya bastante tiempo.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Microrrelato

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Estaba prácticamente a oscuras, tan solo se apreciaban unos rayos de la luna llena que entraban por la ventana. El hombre se había recostado contra la pared y dirigía la mirada precisamente a éstos; entrecerró los ojos y al percibir las casi imperceptibles motas de polvo que parecían nadar en los haces de luz, su mente le hizo pensar en un ballet.

Poco a poco fueron apareciendo en su ensoñación las imágenes de unas etéreas bailarinas, y al mismo tiempo en su cabeza empezaron a sonar las notas de Giselle de Adolphe Adam, uno de sus ballets románticos preferidos.

Podría decirse que ese momento, era uno de los mejores de su vida; en la penumbra de la estancia, con la música sonando y contemplando como danzaban los bailarines, se encontraba totalmente relajado y en paz.

De repente, el sonido de una llave en la cerradura le hizo abrir los ojos, y escuchó perfectamente la voz del carcelero que le decía: "Ha llegado la hora, el verdugo espera".

viernes, 19 de noviembre de 2010

Milan Kundera



Podría decirlo de otra manera: los retratos de Bacon cuestionan los "límites" del yo.
¿Hasta qué grado de distorsión un individuo sigue siendo él mismo?
¿Durante cuánto tiempo sigue todavía reconocible el rostro de alguien amado que va alejándose de nosotros por enfermedad, locura , odio o muerte?
¿Dónde queda la frontera tras la cual un yo deja de ser yo?


¿Qué nos queda cuando hemos bajado hasta aquí?
El rostro;
el rostro contiene ese tesoro, ese oro, esa pepita de oro, ese diamante oculto que es el yo infinitamente frágil estremeciéndose en un cuerpo;
el rostro sobre el que fijé mi mirada con el fin de encontrar una razón para vivir ese "accidente" desprovisto de sentido que es la vida.
Un encuentro, de Milan Kundera

lunes, 15 de noviembre de 2010

Ahora


Georges Schwizgebel

Se trata de vivir, no de soñar
por eso si me das a escoger
te diré que prefiero unos instantes junto a ti
que mil sueños por alcanzar.
Los sueños que perseguimos
desde tiempo inmemorable
tardan tanto en llegar, que
cuando lo hacen apenas nos interesan

domingo, 14 de noviembre de 2010

Juan José Vélez Otero


Henri Marie Raymond de Toulouse-Lautrec

Carta de ototño


Hoy te escribo porque sé que estás sola
y oyes la radio en una habitación
sin vistas al mar y lees libros
que leíste hace tiempo.
Porque sientes
como si fuera a llegar la noche de inmediato,
la inquietud de una tarde de espera
en la aséptica sala de un dentista.
Hoy te escribo porque sé que estás sola

y se han roto tus sueños,
y tus mitos murieron,
y la tarde está fría y no hay nadie en la calle.

Y menuda miseria asumir los errores
y los golpes al aire, el olor del fracaso,
las arrugas del tiempo y los días perdidos.

Trazas en el espejo
con el lápiz de labios el mapa
trashumante de la vida y lo vuelves
a borrar por retomar de nuevo
el mismo camino que reiniciaste
mil veces. Con el lápiz de labios.

Quién conoce la senda que buscaste,
quién tiene
en la mano la llave que perdiste
muchacha de vaqueros y suéter.

El mar sigue rompiendo en la orilla,
en la misma orilla
por donde andabas descalza
y mirabas –pezones agraces
y alma incendiada-
al horizonte y la bruma.

Hoy te escribo un poema
que tal vez nunca leas,
que tal vez nunca llegue a tu cuarto de humo
donde suena la radio
esta tarde de otoño.




viernes, 12 de noviembre de 2010

Vida


Edward Hopper

Yo les di la vida, las he criado y educado lo mejor que he sabido, también les inculqué unos valores.
Han transcurrido unos años y puedo afirmar sin temor a equivocarme que ellas son mi mayor éxito.
Mis tres hijas.
Todo esto viene a cuento porque dentro de unos días será mi cumpleaños, y como ya son unos cuantos los que cumplo me ha dado por hacer repaso de mi vida.
Mis tres hijas. No está mal. No, definitivamente, viendo el resultado no lo he hecho nada mal.
A veces intento buscar unas palabras bonitas para definirlas o para explicar lo que siento por ellas, pero no me sale ninguna. Es muy difícil esto de escribir, mejor dicho, lo que es difícil es escribir bien.
Solo diré que ellas son como las pinturas de Hopper, llenas de luz. Una luz que entra a raudales y se filtra por todos los poros de mi piel, cada agujerito donde crece un pelo, por ahí se mete la luz y calor que ellas desprenden. Y lo genial es que no son conscientes de que son mi vida. Que si no fuera por ellas en mas de una ocasión hubiese tirado la toalla.
Os quiero chicas, sois guapas por fuera pero por dentro todavía más.

martes, 9 de noviembre de 2010

Camino


Willy Ronis
Alcanzar la meta es prescindible,
lo realmente importante es tener
permanentemente frente a mi
un camino que recorrer

lunes, 8 de noviembre de 2010

Cuaderno de bitácora del "Dreams"

Lunes, 8 de noviembre de 2010
09,50 AM


-19ºC Niebla y nieve.

Refugiado en el puerto de Tilichiki

60º 26' N

166º 3' E

Estoy hojeando las anotaciones antiguas de este cuaderno de bitácora, me fijo en una, hace casi dos años, me encontraba en las cálidas aguas mediterráneas del Argasarónico. Ese recuerdo me hace esbozar una sonrisa al compararlo con mi situación actual. Llevo ya una temporada inmovilizado en éste frío puerto de la Bahía de Korfa, en Kamchatka. Tuve que buscar refugio ante el mal tiempo imperante, propio de estas fechas pero que me sorprendió por una serie de circunstancias que retrasaron mi viaje. Llegaron las primeras tormentas y nieves, y no tuve más remedio que fondear al abrigo estas costas.

El resplandor de la estufa de leña ilumina el oscuro camarote inferior esta mañana, la niebla envuelve el barco como si estuviera dentro de una nube de algodón y se escucha el ruido de los copos de nieve cayendo sobre la cubierta. Una humeante taza de te, que me acabo de preparar en el viejo samovar ruso que compré en el mercado del puerto, calienta mis mano y, en estos momentos añoro a la mujer que, a miles de millas de aquí, a la orilla de otro mar mucho con una temperatura bien diferente a estos fríos que se cuelan hasta el fondo de los huesos, estoy seguro que también piensa en mi. Me gustaría que compartiera mis largas noches, en las que apenas logró dormir, que me arropara con la tibieza de su cuerpo; pero la realidad se impone, sigo atrapado aquí, y se aproximan los rigores del invierno, lo que me mantendrá sin posibilidad de navegar hasta que no mejoren las condiciones climatológicas. Es lo que hay, y no queda otro remedio que aceptarlo, pero me consuela saber que ella sigue conmigo.

Hoy tengo previsto, si llego a contar con fuerzas para ello, bajar a tierra para llegar hasta el almacén y reponer provisiones para lo que queda de mes, y aprovecharé para disfrutar del insólito espectáculo que se produce al contemplar sobre las montañas cubiertas por la capa de hielo, las anaranjadas llamas que surgen de los volcanes en baja erupción. Por supuesto haré la perceptiva anotación en el cuaderno.


Nota: acompaño, pegada junto a la anotación de hoy, una fotografía del barco tomada ayer.



domingo, 7 de noviembre de 2010

Estrenar


Me gusta salir a la calle muy temprano, a esa hora en que todo está empezando y al respirar noto que el aire que empapa mi interior sabe a nuevo, entorno los ojos y miro en una dirección algo lejana, mientras lo hago me ilusiono imaginando que soy yo quien estrena el día , su sonido y también su color

Abro los ojos y camino despacio, oigo algo lejos el ruido de escobas y una conversación que mantienen dos barrenderos aunque no se escucha lo suficientemente clara para saber de qué hablan, sigo andando hasta cruzar la vía del tren, porque en ese lugar no hay paso subterráneo, en la estación se oye constantemente una voz impersonal y mecánica por megafonía que avisa del peligro de cruzar cuando está la barrera bajada y la luz roja , llego hasta la orilla del mar que está muy cerca, siempre hay las mismas barcas, son de madera pintadas de blanco y en la parte de arriba llevan una franja cada una de un color distinto y dentro de la misma franja escrito en color negro llevan anotado el nombre y número de matrícula. Me encanta los nombres que le ponen a las barcas, además de alguna de ellas conozco el por qué de esos nombres, son historias antiguas y bonitas.

Todavía es temprano y las farolas del paseo siguen encendidas, también las luces de algunas ventanas, miro hacia ellas pero no veo nada del interior pues las cortinas me lo impiden aunque imagino que tras esas ventanas hay gente que se están levantando preparándose para la jornada que empieza, pero también debe haber algunos que es su hora de irse a dormir, quizá se trate de personas enfermas o padezcan insomnio.

Sigo caminando hasta llegar al faro, me entretengo unos minutos y doy media vuelta. El mismo camino que me ha llevado hasta ahí también me llevará de vuelta a casa, antes pasaré por la panadería, meto las manos en los bolsillos y jugueteo con las llaves, es una costumbre, las toco, las cuento, paso los dedos por el perfil de cada una de ellas, llevo cuatro llaves, la de casa, la del garaje, la del coche y la del despacho, todas juntas en el llavero que un día tú me regalaste. Toco el llavero y tú en mi mente.Camino de vuelta a casa y tu en mi mente. Tú siempre, como cada día, como cada hora. Tú

viernes, 5 de noviembre de 2010

Mudez


Tamara de Lempika
Las manos no hablan,
se sirven de la mudez de la palabra
para contar lo que sienten.
Manos y dedos que juegan con un cuerpo
hasta conseguir que a éste se le erice la piel
Mientras tanto un pensamiento
insiste en apropiarse de una pequeña parte del cerebro
y no para de dar ordenes
pero ni el cuerpo ni las manos escuchan lo que dice.
Las manos y dedos son libres
y no quieren reglas ni dueño
que se interpongan entre ellos y el deseo
de avanzar por el cuerpo

martes, 2 de noviembre de 2010

Carta de Alessandro

El otro día recibí una carta muy hermosa, una carta como las que se escribían antes, la ha escrito Aless, y yo le he pedido permiso para ponerla aquí para compartirla con todos aquellos que como a mi les encanta la magia que encierra recibir y escribir cartas.
Gracias Alessandro



Querida capitana:

En esta singladura del mar de la vida las olas y la deriva me han llevado hasta ti como un seguro puerto apto para el atraque de aventuras literarias y conocimientos.

Siempre la vida es como un viaje. Pasamos y andamos a través de los años, buscando aventuras, como aquel triste caballero de la Mancha, porque nosotros no queremos conformarnos con estar en el mismo lugar. En el fondo somos nómadas del espíritu , y exploramos horizontes cada vez más peligrosos y arriesgados.
Al encontrarte durante este periplo y cruzarse nuestros barcos vi que llevabas como bandera en tu pabellón los mundos literarios tejidos con la hermosura y belleza de las palabras.

Como grumete aficionado te pedí permiso a ti, capitana de la nave, para subir a bordo. Allí me enseñaste tu puente de mando y gusté de los verbos más hermosos que una navegante solitaria, aunque no sola, arrojó al mar de la vida. Eran dichos de amor y de desamor, de tristeza y de esperanza, de alegría y de pesar.
Imagino que en el piélago de tu alma, habrá una isla donde guardas los tesoros más codiciosos y delicados, las perlas finas, por las que cruzamos este mar infinito, llevando nuestra nave, tantas veces a la deriva, con tal de arribar al país amado y no olvidado.

Sostengo además, seguro que a ti también te sucede, que en nuestra alma necesitamos escaparnos y preparar travesías por los mares maravillosos y desconocidos de la aventura literaria.
Creo, querida capitana, que nosotros estamos deseando salir de la desgana, de la monotonía , del día totalmente plano que los trabajos y los días nos van tendiendo.

Por eso tomamos en nuestra mano el timón de la imaginación y contamos a los demás las verdades de las mentiras, porque lo imaginario, lo literario es más real y denso que lo ordinario.
Este es nuestro cuaderno de bitácora, nuestro blog sentimental, en el que vamos anotando las cifras de nuestra historia en busca de eternidad.

Qué mejor consuelo y dicha para nuestro ser que el poder compartir nuestras vivencias diarias para los que vivimos en distintas orillas de este pequeño charco, cuya agua separa estas dos tierras tan queridas, pero que el idioma vuelve unir armónicamente como un regalo de los dioses.
Porque tu sabes, capitana, igual que yo, que el español, tiene la fuerza de arrastrar todos los océanos hacia nuestros barcos, mientras bebemos a bibliotecas llenas las bellas páginas que tantos han escrito.
Durante las galernas, huracanes y tormentas de nuestra navegación, que dejan varadas nuestras mentes, siempre aparecen, como faro en medio de la noche, las frases bellas y acertadas que son bálsamo para nuestra procelosa travesía.

Por todos los que han sido, fueron y serán. Por los que utilizaron los mundos imaginarios de nuestro ser, levantemos la copa, y brindemos con ron añejo, cual corsarios de otros tiempos, para que la tripulación de nuestra nave vaya creciendo, mientras nos miramos de una ribera a otra.
Gracias por tu ancla plantada al lado de mi humilde bajel.
A tu orden capitana.
Tu fiel grumete.
Alesssandro



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domingo, 31 de octubre de 2010

Tolerancia



No permitiré que entre en mi vida alguien que se pasea por el mundo siendo meramente un sucedáneo de persona. Esta reflexión me lleva a una frase de Tennesse Willians, que muy acertadamente afirmaba : La única cosa peor que un mentiroso es un mentiroso hipócrita.

La experiencia es lo que va construyendo la vida, nos hace ir creciendo como personas. Nos gusta y necesitamos que nos quieran y respeten , incluso sentimos deseos de que nos admiren , pero si la única forma de conseguir todo eso es a base de engañar a quienes han confiado en nosotros, qué clase de pasado recordaremos,¿ nos sentiremos orgullosos de nosotros cuando retrocedamos en nuestros recuerdos?

Y aunque a veces no se me entienda, seguiré firme a mis convicciones, con mis defectos y manías, pero siempre intentando comprender a los que me rodean


sábado, 30 de octubre de 2010

Miguel Hernandez

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Y añadiria tantas y tantas...
Su poesia, todas sus poesias consiguen emocionarme, llorar.
Y lloro su muerte

lunes, 25 de octubre de 2010

Adelante


Alex Katz

En esta noche de insomnio he pensado que estaría bien dejarte por aquí unas sencillas palabras, memorízalas y tenlas presentes, cuando el cansancio te haga creer que nada importa. Si eso sucede acuérdate de mí y del cariño que me inspiras, aunque en estos momentos te toca vivir una realidad oscura pronto clareará y el sol se hará presente entrando a raudales por tu ventana con tanta fuerza y ganas de saludarte, que durante unos instantes cegará tu vista. Volverás a ser feliz, porque te queda mucho por hacer, mucho que dar, mucho por recibir, mucho de qué hablar, mucho por reír, mucho por vivir, mucho por aprender, mucho por cumplir, mucho por amar, mucho por ver.

Lo conseguirás junto a tu gente, tu gran familia que te quiere y te apoya. Ellos te darán el impulso que necesitas para olvidar lo abstracto del ahora y vivir en el positivismo del después, debes estar preparado para cuando suceda y comprobarás que el vaho que empaña el cristal de tu vida de ahora desaparecerá dando paso a la luz permanente.


martes, 19 de octubre de 2010

Tarde de otoño


Después de comer, el hombre había estado dando un paseo por el monte cercano. Le gustaba la sensación de tibieza que proporcionaban los rayos de sol de esas tardes en las que el otoño ya apuntaba sus fríos, los aromas de humedad cercana y de las hojas caídas que ya comenzaban a descomponerse. Como era su costumbre, llevaba una cesta para ir recogiendo las abundantes setas que a lo largo de su camino iba encontrando.

Nada más regresar a la casa, se descalzó y, sirviéndose una copa de oporto, se arrellanó en el viejo sofá frente a la chimenea que previsoramente ya había dejado encendida, a la que simplemente tuvo que atizar un poco. Tomando entre sus manos el mando del equipo de música que estaba junto a él, lo puso en funcionamiento y, cerrando suavemente los ojos, se dejo llevar por pensamientos que entremezclaban sueños y realidades, mientras arrancaban las notas del piano...




lunes, 18 de octubre de 2010

Lentitud en las horas


Siempre he pensado que las cosas suceden por algún motivo concreto, aunque nos cueste entenderlo, incluso puede llevarnos una vida llegar a comprender.

De nada sirve compadecerse o pensar que si hubiéramos actuado de otra forma las cosas hubiesen sido distintas y probablemente sea así, ante una actitud diferente todo sería diferente, pero eso no significa que fuera mejor.

Cuando en un momento de nuestra vida se nos presenta una elección, lo que decidamos es lo correcto por lo menos a corto plazo, después la experiencia ya se encargará de demostrarnos si la elección fue errónea o por el contrario acertada.

Esto nada tiene que ver en que yo crea o no en la magia del momento, claro que creo, pero también se que es un error extralimitarse en los deseos

Las historias aparecen en nuestras vidas cuando llega el momento, ni antes ni después, sin llamarlas y aunque cuando estamos en mitad del camino tengamos la sensación de que las horas transcurren muy despacio, aunque llegamos a un tramo que nos creemos a punto de desfallecer, con ganas de tirar la toalla no debemos hacerlo, porque sería dar marcha atrás a nuestras convicciones

Reconozco que a veces me canso, que solo veo lentitud donde debería ver esperanza y alegría, pero tu imagen, tu calor, el recuerdo del roce de tus labios rozando mi nuca, la yema de tus dedos recorriendo mi espalda llega hasta mi para darme las fuerzas necesarias para seguir avanzando por este camino que aunque nada fácil los dos decidimos iniciar un día de hace años; quizá nos equivocamos al utilizar pocas palabras ese día decisivo, quizá sea la cuasa de que todo se ralentizara, pero en ese momento así lo preferimos y aquí estamos, al fin y al cabo se trata de una decisión conjunta

En ocasiones, como ahora mismo en que te escribo, para paliar algo tu ausencia me sirvo de la música, porque creo que es el hilo que nos une en la distancia. Por momentos dejo de escribir, me quedo con el dedo fuera del teclado, suspendido en el aire, cierro los ojos y sonrío, porque a través de ella, a través de la música no tengo que hacer un gran esfuerzo para visualizarte.

Hoy ha hecho un buen día, ha refrescado algo, pero ha hecho un día agradable, a eso de las siete de la tarde he salido a pasear durante un rato, mis pasos me han llevado-cómo no-hasta la playa, me he entretenido observando el mar, solo he hecho eso, mirar y pensarte, también añorarte claro. He cogido algo de frío, menos mal que al salir de casa me he llevado un jersey de manga larga..

Estoy algo fatigada, hoy ha sido un día intenso, así que me iré a dormir ahora mismo, pero antes deseaba escribirte esta carta

Ya sabes cuanto te quiero

Besos

domingo, 17 de octubre de 2010

El arhipiélago del insomnio.-Antonio Lobo Antunes


Una familia profundamente disfuncional: un abuelo que no respeta a su hijo «idiota»; un hijo casado con una exempleada de la casa que era violada por el padre; un nieto que es autista y el hijo del arrendatario; una abuela que mataba pájaros a golpes de atizador, una mujer que murió siendo una niña. Todo ello narrado desde el punto de vista de un autista. La última novela de Lobo Antunes ahonda en los temas de la familia y la naturaleza del hombre.

Hace tiempo escribí un post preguntando y explicando (en mi caso) “Porqué leemos”Desde donde alcanza mi memoria me veo leyendo, siempre leo, siempre he leído y esper seguir haciéndolo durante mucho tiempo más

Cuando era pequeña mis visitas a la biblioteca pública eran diarias, a la salida del colegio me encaminaba hacia allí y pasaba un par de horas leyendo, también me llevaba libros a casa, mi madre a veces se enfadaba conmigo porque mientras comía iba leyendo, antes de dormir, ya en la cama me pasaba horas leyendo y es que cuando tengo la suerte de encontrar un libro que me gusta no puedo dejarlo hasta finalizar su lectura, es tanta la emoción, la impaciencia, el deseo de saber más que me es imposible aparcar su lectura unque sea solo durante un rato.

Leo por muchos motivos, aprender, soñar, viajar, evadirme…etc.

He pasado temporadas que no leía apenas porque no era capaz de concentrarme con ninguna lectura, lo intentaba una y mil veces pero en eso quedaba, en intento fallido.

Por suerte creo haber superado ya ese bache y desde hace unos días he vuelto a leer con el mismo ahínco que antes, mi última lectura ha sido este libro de Lobo Antunes, siempre es un lujo leer sus libros, pero este ha resultado una experiencia increíble, hacía tiempo que no tenía entre mis manos un libro que me hiciera sentir una gran pena al comprobar que se terminaba

El libro cuenta la vida de una familia que vive en el interior de Portugal está narrado en primera persona en la voz de…no se muy bien si es un niño o ya el niño se hizo hombre. Habla desde el presente y pasado, el abuelo, el hijo, los nietos, pero también salen más personajes.

No se describen a los personajes, no hay rasgos físicos, pero las palabras utilizadas son de una belleza extrema y Lobo Antunes con toda su sabiduría, esa sabiduría que nos tiene acostumbrados a quienes le leemos nos lleva hacia el interior del alma todos ellos, una constante búsqueda.

Pero aunque no existan en el libro descripciones yo los imagino a todos los que componen la aventura de sus vidas, el sobrevivir el día a día. A ellos y a sus circunstancias.

No se explicar esta novela, porque está escrita de una forma fuera de lo normal, pero si puedo afirmar que desde la primera frase me he sentido atrapada con su lectura



Dejo aquí algunos de los párrafos que he subrayado, si alguien lo ha leido y quiere comentar el libro yo estaré encantada de hacerlo:

¿Cuál es mi edad hoy día y cuántos años han pasado desde lo que he contado?

Hay momentos en que me siento tan sola que todo grita mi nombre, tapetes bibelots perchas vajilla como antaño mi madre llamándome en el patio

Añoranzas no tanto de la hacienda, de las mañanas en que la segadora cortaba an cada rotación una rodaja de luz y el olor de los melocoones cuando los tucanes en dirección a la laguna en la que las exhalaciones, vapores y el canto de las ranas, solía agacharme cerca de la noria y de las mimosas oyeno a los escarabajos

domingo, 10 de octubre de 2010

Emociones propias


Durante toda la noche ha estado lloviendo a mares, no ha parado ni un solo momento de llover.

Me gusta la lluvia por muchos motivos, entre ellos porque que limpia y purifica

Cuando cesa de llover se respira mejor y todo se ve con luminosidad asombrosa

Pero existe el inconveniente de que tanta limpieza deja al descubierto las emociones, esas emociones que solo me pertenecen a mi, y que nunca compartiré con nadie, por eso hasta que no transcurre unas horas de la lluvia prefiero permanecer sola y solo me permito como única compañía mi música preferida.

sábado, 9 de octubre de 2010

John Lennon

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Esta sí que es la canción de mi vida

Saber decir No


Me niego a decir sí cuando mi interior está diciendo no, pasamos parte de nuestra vida diciendo lo contrario de lo que nos dicta el corazón, sentimos terror a que nos rechacen si hablamos abiertamente mostrándonos tal como somos, ya lo decía García Márquez, “escribo para que me quieran más”,cierto, todos necesitamos sentirnos queridos, pero actuando en contra de nuestras convicciones ese cariño es a corto plazo.

Para que los demás nos quieran es nuestro deber y prioridad querernos a nosotros mismos.

Aceptarnos tal como somos. Creer en nosotros mismos es respetarnos.

Si alguna vez tenemos la suerte de cruzarnos en nuestro camino con alguien que nos ame lo hará por como somos, con nuestros defectos y virtudes.