viernes, 19 de noviembre de 2010

Milan Kundera



Podría decirlo de otra manera: los retratos de Bacon cuestionan los "límites" del yo.
¿Hasta qué grado de distorsión un individuo sigue siendo él mismo?
¿Durante cuánto tiempo sigue todavía reconocible el rostro de alguien amado que va alejándose de nosotros por enfermedad, locura , odio o muerte?
¿Dónde queda la frontera tras la cual un yo deja de ser yo?


¿Qué nos queda cuando hemos bajado hasta aquí?
El rostro;
el rostro contiene ese tesoro, ese oro, esa pepita de oro, ese diamante oculto que es el yo infinitamente frágil estremeciéndose en un cuerpo;
el rostro sobre el que fijé mi mirada con el fin de encontrar una razón para vivir ese "accidente" desprovisto de sentido que es la vida.
Un encuentro, de Milan Kundera

10 comentarios:

  1. Me gusta, pero pienso en mi abuela, que tiene alzheimer, y me parece aterrador. Lo es. Pero con eso hay que vivir. Y a veces también el yo es una cárcel.

    Saludos :)

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  2. Me gustó mucho Kundera, pero aún me gusta. Los rostros que se alejan y esa última frase sobre el rostro como sentido del accidente de la vida... Dan para sus buenas horas de meditaciones.
    Un beso.

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  3. "Escribo por el placer de contradecir y por la felicidad de estar solo contra todos.(Milan Kundera)

    Maravilloso ese Kundera de la insoportable levedad del ser

    Saludos,Madi

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  4. Qué bueno, los límites del yo. Parece la típica papanatada y sin embargo, todos nos reconocemos un poco en eso. Todos sabemos qué entendemos por los límites de nuestro propio yo. Me desgarra Bacon, me agarra y me descoloca. Será por eso.

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  5. es una gran fortuna recordar hasta lo que jamás volveremos a ver. excelente tu pensamiento.
    un abrazo

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  6. Una cita muy intensa e interesante.
    Siempre he creído que el límite de la propia identidad está en el olvido de la propia identidad, como por ejemplo en el Alzheimer. Pero ni en ese caso deja alguien de ser importante para quien lo quiere de verdad.
    Besos.

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  7. Ojala se pudiera conservar todos los pensamientos.

    Pero la memoria es selectiva, a veces y los episodios tristes, tienden a ser olvidados, en una especie de catarsis....

    No sabemos lo que ocurre con el alzheimer. Asumimos que pierden la memoria, pero realmente nada esta claro.

    Saludos Madison.

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  8. El "yo" como algo superior, como "espíritu", es sólo una imagen poética hoy día. El "yo" no es más que un grado de inflexión, de evolución, a partir del cual un cerebro se desarrolla lo suficiente como para tener conciencia de sí mismo y de la muerte. Sí se producen alteraciones cerebrales, no funciona ni "yo", ni "mente", ni "espíritu". Esta es la triste realidad, pero no porque se produzca un deterioro cerebral se deja de ser humano ni se pierde la dignidad.
    Besos.

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  9. La frontera es el espejo, Madison. El rostro deja de ser recognoscible cuando es mirado por sí mismo. Una mañana te mirarás en el espejo y te darás cuenta. Suele ocurrir en torno a los 45. Luego se olvida.
    Quedan las palabras, como las tuyas, que sujetan, quizás, todas las cosas.

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  10. De Milan Kundera me sedujo por completo "La insoportable levedad del ser"
    saludos!

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