Rob Heffer
Aquella noche me hiciste sentir sirena,
discretamente introduje mis risas en tus sueños
por un tiempo indeterminado.
Deslicé mis dedos de puntillas por tu piel
Conseguiste que me creyera indispensable
Así fueron transcurriendo las horas
con una intensidad diferente a las otras noches.
Nos emborrachamos de palabras y roces.S
seducidos por juegos, risas y la luna llena.
Y descubrimos hasta donde llegaba nuestro límite de posibilidades.
En mi estado de euforia
no eché en falta palabras con que definirte
Es hermoso sentir alegría aunque no exista motivo aparente para sentirla
pero el amor consigue hacernos reír, también llorar, por todo y por nada
ája, tienes mucha razón.
ResponderEliminarbesos
Tenías la duda en la hora de mi voz en ti.
ResponderEliminarAhora te dejaron sola,
con ese “hola” recibes mi beso abierto
vestido de abrazo.
Te digo ¿sabes?
vamos a pasear, que la luz acompaña.
Dices: ¿qué haremos cuando la luz calle?
Desnudaremos nuestros cuerpos
embelleciendo la noche.
Esto es lo que sucedió
aquella tarde sin noche.
Pocas veces he leido una descrivión tan poética y ajustada sobre ese momento de amor que tan bien describes.
ResponderEliminarUn hermoso poema que he leido y releido con sumo agrado.
Te dejo un cordial abrazo.
Muy hermoso y dulce
ResponderEliminarQue bonito:)
ResponderEliminarNos emborrachamos de palabras y roces...Bonico,bonico. Para qué hace falta el alcohol...
ResponderEliminarMe encanta leerte amiga,ya lo sabes.
Besicos
Otro beso para ti Reltih
ResponderEliminarGracias por venir
Bello poema, bellas palabras Manel
ResponderEliminarGustavo me halagas con tus palabras, porque tú si que eres un gran poeta.
ResponderEliminarUn abrazo
Me alegro que te guste José.
ResponderEliminarUn beso
Gracias Verd!!!
ResponderEliminarUn beso
Sí que lo sé cabopá y me encanta.
ResponderEliminarEstás ya restablecida?
Un beso