Bryan Larsen
Me gusta la noche porque es cuando mejor puedo saborear el silencio ; para ello me preparo poniendo todo mi empeño y ganas en que la habitación donde me encuentro esté como a mi me gusta, la música con el volumen muy bajito, casi susurrando, la luz tenue, la temperatura justa, porque me resulta algo asfixiante notar el calor artificial.Soy algo maniática en algunas cosas, supongo que como todos.
A esta hora me encuentro leyendo como cada noche, pero noto que hoy me cuesta mucho concentrarme en la lectura así que dejo el libro apoyado en el brazo del sillón; me ha dado por pensar en la casualidad, la suerte, el azar…me ha dado por pensar en qué fue lo que me llevó hasta ti. Que hizo que yo me fijara en ti, qué hizo que tú te fijaras en mí, y la verdad es que no encuentro respuesta alguna, quizá no la encuentro sencillamente porque no existe. Tampoco me importa demasiado
Estoy imaginando como me sentiría ahora si no te conociera, probablemente me encontraría por aquí leyendo un rato lo mismo que ahora, pero con la diferencia de que no estaría pensando en ti, en lo maravilloso y excitante que me resulta cuando me miras. Cuando nos miramos. Lo fácil y agradable que es sentir como el ambiente en que nos movemos rezuma de sensualidad.
También estoy recordando la primera vez que me fije en tu mirada, enseguida supe que había llegado la hora de bajar del tren, que era mi estación final.
Pienso ahora mismo en ti y en mí. Pienso en nosotros, en como somos, en qué vemos, en qué creemos, a dónde nos dirigimos. Y es que para mi eres algo grande, quizá lo más grande que me ha sucedido, no me importa que andes por ahí mezclado entre la gente; gente que posiblemente sea muy afín a ti. Gente que tratas en tu día a día. Nada de eso me importa siempre y cuando no encuentres en esas personas lo mismo que encuentras en mí, la complicidad que hemos conseguido sin esfuerzo alguno entre nosotros dos. Descubrí de ti algo que llevabas oculto y que solo yo se ver. Viste en mí algo que ni yo misma sabía que poseía.
Si no nos hubiésemos conocido supongo que seríamos los mismos exteriormente, pero al conocernos se produjo el cambio interior.
Reconozco que no podemos vivir en una burbuja hecha a nuestra medida y en la que solo hay cabida para nosotros dos.
Y se que con el tiempo podremos causarnos daño o decepción mutuamente, pero también podemos ofrecernos ilusión, alegría, deseo y mucho amor.
Y sin conocerte en persona, que bien me lo has dedicado.
ResponderEliminarFue algo no buscado, como el paso de las estaciones, como el amanecer, como el canto de un pájaro... No sabemos bien qué es. Tampoco sabemos qué es la vida. Aceptemos ambas cosas mientras duren. Como algo hermoso.
ResponderEliminarUn libro que se cierra para ensoñar y enredarnos en un hilo que nos ata a la mirada de otro en una noche de insomnio. A salvo aún del daño y de la decepción que vendrán.
ResponderEliminarAnhelo y lucidez.
Un beso.
...Y, mientras dure, será lo más hermoso del mundo.
ResponderEliminarAbrazos, Madison
"...podemos ofrecernos ilusión, alegría, deseo y mucho amor." Cada uno de ellos vale un mundo, juntos una galaxia. Dichosa tú que puedes navegar en la bóveda. :)
ResponderEliminarSiempre me pregunto qué es lo que hace que conozcas a una persona y ya no puedas pensar en otra cosa ¿sólo el azar?
ResponderEliminarTe leo desde hace tiempo y siempre me pregunto...A quién dedica sus palabras?
ResponderEliminarUn abrazo
Que maravilla mientras se sube la escalera aún sabiendo que probablemente habrá que volverla a bajar.
ResponderEliminarUn beso, Madi.
LA NOCHE ES MUY INSPIRADORA, NO? EXCELENTE TEXTO.
ResponderEliminarUN ABRAZO
A mi también me gusta la noche, cuando el tiempo cobra otro sentido, los ruidos van desapareciendo y la oscuridad desciende sobre el salón, apenas iluminado por una tenue luz de la única pantalla que dejo encendida.
ResponderEliminarMúsica y lectura, y tranquilos momentos de desconexión, cerrando los ojos, dejando volar imaginación, sueños, sentimientos.
Saber que muy lejos, hay alguien cercano, con quien se comparte una vida entera, sentirse tan juntos, olerse, rozarse, cogerse las manos.
Despacio, tranquilos, en calma los dos, nos vamos fundiendo en un corazón.
Querida Madi, me he permitido este apunte sobre una noche de insomnio. Besos.
Un momento mágico e íntimo.
ResponderEliminarEl refugio del pensamiento en el ser amado.
La sonrisa que se dibuja al recordarlo.
Madi, creo que tuviste una noche perfecta.
Un besico.
Tu mirada
ResponderEliminarabstraía en una nueva leyenda
invitó a sentarme a tu lado
deslizaste tus parpados
afirmando mi voz.
Tu voz se oía
como sueño, encantamiento
luego, un nombre:
Tú.
Comprendí que tu mirada,
tu voz,
Tú;
eres el ensueño que desvela mis sueños.
El insomnio, el insomnio y la escritura. El tiempo que nos da y el tiempo que nos quita. Cómo somos corteza y vamos creciendo en esa falla tectónica...
ResponderEliminarabrazos desde mi desvelo de hoy
El daño siempre llega, somos felices por contraste..
ResponderEliminarOye Jesús, debo entender que te ha gustado ¿si? estupendo si la respuesta es afirmativa
ResponderEliminarUn abrazo
A lo largo de la vida esa actitud estaría muy acertada ¿verdad Roberto?
ResponderEliminarDisfrutar mientras dure...
Me encantan tus comentarios Daniel.
ResponderEliminarHay gente que dice que le dura infinitamente, jejeje no está mal el tema.
ResponderEliminarUn abrazo Xibeliuss
3spum4, tú me conoces bastante bien, hemos mantenido conversaciones; sabes mi carácter.
ResponderEliminarChica que cuando me da por pensar...
Claudia yo creo mucho en la química, dos personas que se acaban de conocer enseguida saben sí existe química entre ambos.
ResponderEliminarAnónimo muchas gracias por dedicar parte de tu tiempo a leerme, espero que te resulte agradable y que sigas por aqui.
ResponderEliminarUn abrazo
Alma es que la vida es así, no hay más.
ResponderEliminarSiempre digo que aunque no lo parezca soy muy realista, quizá demasiado.
La noche es inspiradora y se presta a la imaginación, al recuerdo...
ResponderEliminarUn abrazo reltih
El caso es, Gaviero que tú y yo tenemos en común muchas cosas.
ResponderEliminarA veces hemos hablado de estrellas, noche, música.
Por eso se que me entiendes igual que yo te entiendo a ti
Un abrazo Gaviero
Pues sí Isa, no dormí mucho pero a veces vale la pena dejar de dormir para evocar.
ResponderEliminarUn petó
Tú, Manel, eres un romántico soñador.
ResponderEliminarGenial lo que has escrito
Un abrazo
Stalker veo, por la hora que comentas que tú también entiendes de insomnio eh?
ResponderEliminarUn placer verte por aquí ya lo sabes cuanto me gusta
Tienes razón, el daño siempre llega, pero si somos conscientes de eso quizá sea una forma de paliar el dolor.
ResponderEliminarEn cuanto a ser felices, pues no se, qué quieres que te diga, yo no creo en la felicidad.
Pero hay momentos buenos
Hola
ResponderEliminarMe llamo Felicia , soy administradora de un directorio y tengo que decir que me ha gustado tu página, me encanta el contenido que publicas, también me gusta la noche, es cuando nadie me interrumpe y puedo pensar tranquila.
Por ello, me encantaría contar con tu sitio en mi directorio, consiguiendo que mis visitantes entren también en su web.
Si estás de acuerdo. Házmelo saber.
Suerte con tu web!
Felicia
Mi correo es felicia.alvarado@hotmail.com
Es bonito disfrutar la noche cuando al día siguiente no hay que madrugar.
ResponderEliminarDe todos modos, antes de caer en la almohada, ya estoy roncando...
Salu2 roncosos.
¿No crees en la felicidad?
ResponderEliminar... Pero si no es tan difícil.
Anda que no sabes tú Dyhego.
ResponderEliminarOjalá yo durmiera así
Un beso
Roberto, no creo en la felicidad tal y como yo creo o imagino o me gustaría que fuera.
ResponderEliminarPero eso no quiere decir que me sienta desdichada.
Bueno yo me entiendo
Cálida imagen urbana la de Larsen.
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