Parece ser que hay días en los que por norma debemos sentirnos felices.
Ahora es época de vacaciones por lo tanto estamos más contentos, es curioso como ésto de la felicidad en determinados momentos de la vida se convierte en algo así como una imposición o mas bien una obligación.
Pasaremos unos dias de vagancia absoluta, consumiremos de forma desmesurada, los compromisos que en un momento determinado los vemos como algo engorroso, se hacen mas llevaderos. Observo a las personas que me rodean y me siento muy vulnerable. No quiero que descubran que me siento distinta a ellos. ¿Soy yo la que tiene carencias o por el contrario son los demás?
El estrés puede conmigo, me siento muy cansada; pero, cuanta contradicción siento dentro de mi ¡¡Dios mío!!
Siempre quejándome de las obligaciones o de tener que aceptar compromisos absurdos y ahora que puedo negarme a ese juego no lo hago. Muy al contrario, cuando estoy de vacaciones y me encuentro con los amigos, siento que soy muy afortunada de que se acuerden de mi, de que cuenten con mi presencia a la hora de las celebraciones, y además me siento muy satisfecha de poder estar con ellos un año más.
Y aunque parezca esto que escribo algo frívolo no es mi intención. En realidad lo que deseo es hacer una reflexión sobre cómo nos necesitamos todos. Sentirse querida me hace ver las cosas de manera diferente. Mi corazon está lleno de esperanza y yo estoy deseosa de compartir.
Y a ti ¿te apetece compartir conmigo?
Ahora es época de vacaciones por lo tanto estamos más contentos, es curioso como ésto de la felicidad en determinados momentos de la vida se convierte en algo así como una imposición o mas bien una obligación.
Pasaremos unos dias de vagancia absoluta, consumiremos de forma desmesurada, los compromisos que en un momento determinado los vemos como algo engorroso, se hacen mas llevaderos. Observo a las personas que me rodean y me siento muy vulnerable. No quiero que descubran que me siento distinta a ellos. ¿Soy yo la que tiene carencias o por el contrario son los demás?
El estrés puede conmigo, me siento muy cansada; pero, cuanta contradicción siento dentro de mi ¡¡Dios mío!!
Siempre quejándome de las obligaciones o de tener que aceptar compromisos absurdos y ahora que puedo negarme a ese juego no lo hago. Muy al contrario, cuando estoy de vacaciones y me encuentro con los amigos, siento que soy muy afortunada de que se acuerden de mi, de que cuenten con mi presencia a la hora de las celebraciones, y además me siento muy satisfecha de poder estar con ellos un año más.
Y aunque parezca esto que escribo algo frívolo no es mi intención. En realidad lo que deseo es hacer una reflexión sobre cómo nos necesitamos todos. Sentirse querida me hace ver las cosas de manera diferente. Mi corazon está lleno de esperanza y yo estoy deseosa de compartir.
Y a ti ¿te apetece compartir conmigo?
En estos momentos comparto contigo este café que por costumbre me tomo cada vez que paso por aquí.
ResponderEliminarMadi, me gusta este rincón, es realmente acogedor y vuestras cartas, ay, es una delicia leer vuestras cartas.
Un beso.
Edda que bien lo que dices!!!!
ResponderEliminarDebes escribir tus cartas, cada día miro a ver si te has dado el paso, pero veo que no.
Venga, no te hagas de rogar más, únete a nosotros, pero no solo como espectadora...¿si?
Un abrazo
madison, me parece muy buena la idea con la que nació tu blog, enhorabuena. Además, las cartas son un 'sector' literario la mar de interesante.
ResponderEliminarTe sigo leyendo (tomándome un café :-)
karuna