[por Nelly]
Ayer vi a Javier y a Maverick sentados a la mesa, compartiendo una infusión y una conversación sobre las noticias. No sabía si acercarme. A fin de cuentas no soy más que una camarera a tiempo parcial, cuando no esta Madison o hay poco trabajo me dedico a sentarme en aquella mesa- la que hace esquina junto a la ventana- y apoyando la barbilla en mi mano observo lo que acontece fuera, o bien me entretengo espiando a la clientela del local.
Javier y Maverick parecen tristes, lo noto en sus caras, en sus gestos, en su lenguaje corporal. Es normal, estos días todo el mundo lo esta. Me pregunto si debería invitarles a algo, un café, otra infusión, o quizá sea muy atrevido...
Perdida en estos devaneos no me doy cuenta de cómo el niño se acerca hasta mí. Noto un tirón de mi delantal de trabajo -un desenfadado uniforme-, y cuando bajo los ojos me topo con su mirada franca, sus ojos castaños. Enarco una ceja sorprendida.
- ¿Te has perdido pequeño?
Él niega con la cabeza.
- ¿Tienes hambre? ¿te encuentras bien?
Pero el niño no responde...
Miro a un lado y a otro buscando a sus progenitores. En este breve movimiento el chico desaparece. Confundida, recojo del suelo un papel que yace donde él tenía los pies hace un momento. Hay una frase escrita:
"La desesperanza está fundada en lo que sabemos, que es nada, y la esperanza sobre lo que ignoramos, que es todo."
Tras releerla varias veces, me acerco a la pizarra con los menús y la escribo, preguntándome quién era ese niño y si quizá por ventura le volveremos a ver en el Café...
Qué bonita Nelly ;-). Debo decir que Javier y Maverick se animaron mucho después. Recordaron viejos tiempos y antiguos amores. Se rieron y les escuché decir que lo mejor de la vida era compartir momentos con las personas que quieres, formar parte de sus vidas y que formen parte de la tuya. Así, nunca nadie se queda solo.
ResponderEliminarA cada día que termina le sucede otro que empieza y nunca te olvidas de ayer. Todo está conectado. Todos estamos conectados. Aprendemos de los demás y crecemos con los demás. En múltiples y diversos planos. Y siempre estamos con ellos de muy diferentes formas. Nada puede romper esos vínculos con nuestra gente.
Me encanta tu imaginación Nelly. Y ese niño, como la niña de la carta de Mil, me transmite tantos mensajes, me dice tantas cosas... Muy bien por tu magia, Nelly ;-)
Un abrazo,
Maverick
...
Lo grandes que me parecen siempre las palabras, y ahora todas me parecen pequeñitas. Lo único que se me ocurre es que cierres los ojos, te relajes y seinta como te rodea el abrazo más cálido, sincero y agradecido que te doy.
ResponderEliminarUn besuco,
Anjanuca.