sábado, 5 de junio de 2010

Juan Francisco Ferré




Estimado amigo,

Creía haberle hablado ya en otro mensaje del libro del reverendo Josh Gardner. Si no lo he hecho, discúlpeme la tardanza. Gardner, además de un buen hombre y un honesto padre de familia, era un pastor luterano tan preocupado por el devenir de su comunidad y no solo de su familia que para salvarla no tuvo más remedio que entregar su vida en circunstancias todavía hoy no esclarecidas del todo. El libro, una gruesa monografía redactada en el inimitable estilo de los padres puritanos de nuestros orígenes, se titula

Evil Genealogy: A Fantástic Survey og Our Roots as a Christian Nation y fue publicado a cuenta de su autor en una pequeña imprenta de Cambridge, Massachusetts, en noviembre de 1976. El bueno de Josh, a quien tuve la ocasión de tratar superficialmente como consecuencia de un altercado con una feligresa problemática del sexo femenino que ambos conocíamos y apreciábamos y ahora no hace al caso mencionar, moriría, como le he dicho, seis meses después de verlo en algunas librerías.

Muchas de la zona se negaron a vender ese libro por razones comerciales jamás explicadas. Circunstancia que tuve la ocasión de denunciar en cartas que dirigí al entonces director del Providence Journal, mi buen amigo Ralph Patterson. Nada conseguí modificar con ellas. Se vendieron en todo el país unos treinta o cuarenta ejemplares de una primera edición de quinientos. El resto fue pasto de las llamas justo después de la muerte del autor. Una desgracia para el conocimiento legítimo de nuestra comunidad.

Al donar mi biblioteca personal hace diez años a la universidad me deshice también de mi ejemplar anotado, una de las joyas de la misma, que usted podrá consultar en cualquier momento en la biblioteca, donde sobrevive a salvo de las acechanzas del destino. Entre tanto, le hago llevar este sumario de la historia de la “Hermandad” extraído del libro de Gardner. Estoy seguro de que un lector extranjero como usted lo considerará disparatado antes de poder comprobar su erudición acrisolada y, no menos importante, su argumentación fehaciente.

Cordialmente

Su amigo Jack Daniels

*Nada que ver, por cierto, con el bourbon del mismo nombre.

PD: Hacia el final del sumario prometido encontrará una referencia al escritor local más conocido y reconocido en todo el mundo, H.P. Lovecraft, un impostor puritano en toda regla.

Recuerde al leer esta anécdota que yo mismo tuve un encuentro con ese atormentado personaje más o menos en la época mencionada. Pero para entretenerlo más, prefiero contárselo en otro mensaje, cuando haya tenido tiempo de leer toda la información contenida en éste y se la haya pasado el asombro


Providence de Juan Francisco Ferré

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