martes, 22 de junio de 2010

Conversando mientras desayuno


A las ocho de la mañana me llamó avisándome que había llegado a la estación de Sants de Barcelona, ahora subía al tren de cercanías y a las nueve de la mañana estaría aquí. Quedamos en encontrarnos en la estación, opté por darme una ducha rápida y vestirme con ropa cómoda, me dirigí al garaje en busca del coche, pero antes de llegar a la puerta recibí otra llamada, era ella que me estaba esperando, por lo visto me entretuve más de la cuenta arreglándome.

Dijo que no me preocupara, me esperaría en la acera, y así me ahorraría el tener que salir a la carretera y llegar a la estación.

Efectivamente, allí estaba sonriente y feliz con la mano levantada, quité las llaves del contacto y salí del coche, yo también levantaba la mano mientras la llamaba por su nombre. Nos abrazamos, y nos dijimos cuatro palabras sin mucho sentido pero divertidas.

Nos fuimos a una cafetería a desayunar. Para mi pedí zumo de naranja, café solo (no tomo jamás café solo pero el sábado me apetecía) y un cruasán. A ella le gusta desayunar un “mini” de jamón y un café con leche en vaso y sin espuma.

Nos acomodamos de cualquier manera en una de las mesas que vimos desocupadas y las palabras empezaron a salir solas, de forma desordenada. Mira qué camiseta me he comprado. Sí ya veo que es nueva, me gusta. Pues a mi me gusta tu camisa.

Por cierto acabo de leer el Gran Gastby, gracias por recomendarlo.

Sí, es una historia muy bonita. Me gusta Daisy, pues a mi Gatsby me fascina, su historia. Si bueno yo sentí algo de pena por su padre.

Y oye, ¿leíste el libro y luego te interesaste por la película?

No, qué va!, la película la vi hace muchos años, el libro lo leí porque Murakami lo nombra en Tokios Blues.

Ah vale, entiendo, bueno ya sabes que yo no pude terminar ese libro.

Oye…y porqué dices que no te gusta Mi madre de Richard Ford?, Bueno verás, no es que no me guste, pero esperaba otra cosa de él, ha escrito libros fantásticos.

¿Ah sí? Pues dime un título que quiero seguir con él.

Lee Acción de gracias o quizá El periodista deportivo y ya me contarás.

Bueno, en cierto modo te entiendo que no te guste excesivamente Mi madre, y lo entiendo porque a mi me sucede algo parecido, creo que sin darme cuenta lo comparo con El libro de mi madre de Albert Cohen, ese si es un gran libro…

Claro, que sí, es un libro que llega al alma, bueno, a mí me llegó al alma.

Si, si tienes razón, es qué donde esté la literatura europea…es muy distinta a la literatura americana ¿verdad? Por supuesto, bueno ya sabes son tipos de literaturas muy distintas, pero dentro de la literatura europea también hay distinciones dependiendo de que parte sea. Si, es verdad. Yo me quedo con la europea del este. Bueno no olvides a los rusos ¿eh?

De acuerdo, en el próximo viaje me llevaré algunos de tus rusos.

De acuerdo, por cierto me gustó que me llamaras para decirme lo que representó para ti leer El Extranjero de Camus, y me gustó todavía más que siguieras con todos sus libros.

Fue un gran descubrimiento gracias a ti, algo parecido me pasó con Rilke, ¿te acuerdas?

Sí, claro que me acuerdo, lo mismo que te sucedió con Nabokov.

Claro, Lolita es uno de mis libros de cabecera, pero Historia de la Literatura Europea me está costando un poco ¿has comprado el último libro suyo publicado por Anagrama?

No, ni creo que lo compre, no me da buena espina.

Vaya...

Bien. Y dime, has decidido que harás el próximo septiembre?

Pues la verdad es que no, estoy hecha un lío.


10 comentarios:

  1. Pues aquí, tomando un café en la mesa de al lado y poniendo la oreja mientras finjo leer el periódico. Me apunto "El libro de mi madre" de Albert Cohen.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  2. Pues yo aquí leyendo tus post's, eso sí con mi Coca-Cola al lado y de momento no tomó apuntes.

    Me alegro del sábado que tuviste.

    ResponderEliminar
  3. Vaya, Madison, que seguimos en punta y goleando...
    Si "El libro de mi madre", de Albert Cohen, me parece una maravilla, equiparable además a "Bella del señor", aprovecho, lo hago siempre que puedo, para citar una memoria infantil terrible, de Cohen, la que se contiene en otra obra suya directamente maestra, ejemplar: "Oh, vosotros, hermanos humanos".
    JL

    ResponderEliminar
  4. Esa conversación da para mucho, MADISON.
    Salu2.

    ResponderEliminar
  5. Yo estoy en la mesa del fondo, cerca del poto. No se me ve (cosas de la inmaterialidad).Si me voy el primero, al salir iré silbando una melodia.

    ResponderEliminar
  6. Y no te arrepentirás de leerlo Daniel.¡¡Qué maravilla de libro!! además es cortito.
    Mi hija pequeña y yo no montamos unas tertulias literarias increibles.
    Se está bien es esta cafeteria

    ResponderEliminar
  7. Me encanta la Coca-cola en vaso largo, trocito de limón y dos cubitos todo eso acompañado de un paquete de patatas fritas y aceitunas rellenas.
    A este paso me voy a adelgazar mañana

    ResponderEliminar
  8. José Luís, sufrí leyendo ese libro, pero qué hermoso es.
    Tengo Bella del señor pero no lo he leido todavía, sí leí Solal, y ahora dices otro título!!!!
    Ay Dios, me deprimo al comprobar que moriré antes de terminar mis pendientes.

    De todos modos reconozco que siento debilidad por los libros que los autores hablan de sus padres.
    Patrimonio, Mi oido en su corazón...y el de Paul Auster no recuerdo el título, pero todos estos libros me han encantado.

    ResponderEliminar
  9. Ya lo creo Dyhego, las dos somos unas cotorras y además como nos vemos muy poquito en persona, pues...aprovechamos

    ResponderEliminar
  10. Sí que te he visto Jesús, de refilón, pero te he visto.
    Qué creías pillín que escaparias? pues no.

    ResponderEliminar