Pensaba escribir sobre el día de hoy, un día soleado con olor a primavera, pensaba explicar que he mirado al calendario porque tengo la sensación de que se ha adelantado de fecha, pensaba escribir sobre lo bonita que es la vida y lo poco que apreciamos la caricia que nos ofrece a diario, pensaba en cosas bonitas y agradables, pero por una circunstancia que no viene al caso he cambiado de idea (aunque mi buen humor de hoy sigue intacto) y escribiré sobre algo tan escaso como es la humildad el respeto, la tolerancia y la soberbia.
Y es que me exaspera ver que en el mundo en que vivimos lo que se lleva y prospera es la mediocridad, lo soez y la ordinariez.
El caso es que hace unos días paseándome por estos mundos de blog leí un post que me hizo reflexionar. Quien escribió dicho post mostraba su desagrado hacia las personas “pesadas”, (bueno usaba otro adjetivo para definirlas, pero prefiero no ponerlo) se quejaba de que existe un tipo de personas que solo hablan para que se las escuchen y no se dan cuenta lo molestas que llegan a ser.
Y lo más curioso es que dicho post obtuvo una cantidad de respuestas considerable. Sorprendentemente post y respuestas se desarrolló en un tono muy festivo, todo el mundo estuvo de acuerdo, nadie mostró una opinión distinta.
Bien, estuve dándole vueltas al tema y lo cierto es que me surgieron muchas preguntas y llegué a alguna conclusión.
Porque siempre hablamos de “la gente” como alguien ajeno, cuado gente obviamente somos todos. Personalmente prefiero utilizar el calificativo,persona a gente, me gusta mucho más.
Afirmamos muy gratuitamente que, la gente dice, la gente hace, la gente es rara, la gente está loca, la gente piensa que...
Todos en alguna ocasión hemos hablado mas de la cuenta, sencillamente porque en ese momento hemos necesitado desahogarnos con alguien, y cuando atravesamos por momentos personales duros o que creemos injustos tenemos la necesidad de exteriorizar nuestros sentimientos aunque no nos demos cuenta de que a la persona que nos estamos confesando le importa un bledo lo que le nos pasa.
Yo creo que deberíamos pensar un poco más las cosas antes de opinar, ser más respetuosos, empezando por nosotros mismos. Mostrarnos más humildes y dejar la soberbia a un lado, porque en definitiva todos nos necesitamos.
Y todo es alternativo, el que hoy nos toque escuchar no quiere decir que en algún momento quizá cercano seamos nosotros los que necesitemos deshaogarnos
Y es que me exaspera ver que en el mundo en que vivimos lo que se lleva y prospera es la mediocridad, lo soez y la ordinariez.
El caso es que hace unos días paseándome por estos mundos de blog leí un post que me hizo reflexionar. Quien escribió dicho post mostraba su desagrado hacia las personas “pesadas”, (bueno usaba otro adjetivo para definirlas, pero prefiero no ponerlo) se quejaba de que existe un tipo de personas que solo hablan para que se las escuchen y no se dan cuenta lo molestas que llegan a ser.
Y lo más curioso es que dicho post obtuvo una cantidad de respuestas considerable. Sorprendentemente post y respuestas se desarrolló en un tono muy festivo, todo el mundo estuvo de acuerdo, nadie mostró una opinión distinta.
Bien, estuve dándole vueltas al tema y lo cierto es que me surgieron muchas preguntas y llegué a alguna conclusión.
Porque siempre hablamos de “la gente” como alguien ajeno, cuado gente obviamente somos todos. Personalmente prefiero utilizar el calificativo,persona a gente, me gusta mucho más.
Afirmamos muy gratuitamente que, la gente dice, la gente hace, la gente es rara, la gente está loca, la gente piensa que...
Todos en alguna ocasión hemos hablado mas de la cuenta, sencillamente porque en ese momento hemos necesitado desahogarnos con alguien, y cuando atravesamos por momentos personales duros o que creemos injustos tenemos la necesidad de exteriorizar nuestros sentimientos aunque no nos demos cuenta de que a la persona que nos estamos confesando le importa un bledo lo que le nos pasa.
Yo creo que deberíamos pensar un poco más las cosas antes de opinar, ser más respetuosos, empezando por nosotros mismos. Mostrarnos más humildes y dejar la soberbia a un lado, porque en definitiva todos nos necesitamos.
Y todo es alternativo, el que hoy nos toque escuchar no quiere decir que en algún momento quizá cercano seamos nosotros los que necesitemos deshaogarnos
MADISON:
ResponderEliminarEs cierto lo que dices, que a veces necesitamos desahogarnos y nos ponemos a hablar y a hablar. Es bueno y siempre habrá alguien que nos escuche.
¿No se referirá la persona a la que citas a ese otro tipo de personas que no te dejan opinar, que sabes que no te escuchan si hablas y que hablan y hablan y hablan porque se creen con derecho a hacerlo y pretenden tener el derecho a que los demás los escuchemos?
Normalmente la gente (aunque no te gusta esta palabra) a la que le gusta mucho hablar cree que los que no tenemos don de palabra estamos aquí sólo para escucharlos.
A mí me cuesta entablar conversación y me ha pasado muchas veces que caes al lado de un loro compulsivo y cree que tu silencio es atención a lo que él cuenta. Cuando me encuentro a alguien así, le digo tres o cuatro veces que sí a lo que diga y en cuanto puedo me escaqueo. ¡Pues no faltaba más!
Un saludo.
jajajajajajaja me ha encantado lo de "loro compulsivo"
ResponderEliminarA mi lo que no me gusta son las personas que se creen con derecho a determinar quien es un pesado, o una personas rara. La palabra rara es con la que la mayoria de personas me ha definido en mas de una ocasion.
Pero qué es ser raro? ¿Aburrirse en alguna conversación que no aporta nada? ¿No gustarte la palabra o frase de moda?
Vale, lo acepto soy rara.
Y es que además todos, absolutamente todos nos hemos mostrado así en alguna ocasión, con lo cual llego a la conclusión de que todos nos parecemos. Metemos la pata y conseguimos logros.
Y sigo riéndome de de tu frases, es que me ha hecho mucha gracia, en serio
Un abrazo
Hay teorías que tratan de la curación de la mente y, por lo tanto, del alma que se basan en la escucha. Escucha con mayúsculas, sin contestación, sin opinar, sin meter cuña. Esta escucha, como tu dices madison, es un sacar fuera la basura, y ya lo sabemos la basura apesta y la queremos fuera de nosotros. Las teorías a las que me refiero dicen que no hay que intervenir dando consejos, simplemente dejar al doliente que fluya expresándose.
ResponderEliminarEn cuanto a los loros compulsivos de los que habla Dyhego, a lo mejor, si los escucháramos durante horas y horas su cháchara se convertiría en un "saco fuera mi basura y me siento bien".
Pero lo que si que es verdad es lo que decía el gran Jesucristo: "Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra"
Saludos
Mira, yo creo que hoy día quien nos dedica algo de su tiempo tiene mucho mértio y dice mucho a su favor, porque el tiempo actualmente es un bien muy escaso.Así que opino que es un buen regalo por parte de quien nos lo ofrece.
ResponderEliminarMe encanta las personas que saben escuchar.
Y me encanta las personas que saben conversar.
No me gusta nada de nada el tipo de personas que hablan por hablar.
Pero como tu muy bien dcies, el que esté libre que tire la primera piedra, por eso mismo ya he dicho mas arriba que en definitiva todos nos parecemos. Somo prácticamente iguales.
MADISON:
ResponderEliminarInteresante conversación. Y me alegra saber que soy capaz de arrancar alguna sonrisa porque no soy precisamente la alegría de la huerta.
Considero "loros compulsivos" (si la expresión tiene éxito, la recaudación me la quedo yo) a aquellas personas que cumplen todos o algunos de los requisitos siguientes:
- repiten lo mismo de muchas formas distintas.
-Te preguntan dándote en el hombro si lo entiendes cada dos por tres.
-No te dejan meter una palabra ni de canto.
- Te cuentan con pelos y señales cosas que no le interesan a nadie (la operación de hemorroides, por ejemplo).
- Tienes la intuitiva certeza de que cuando tú hablas no te escuchan.
Por lo demás, todos necesitamos hablar o que nos escuchen. Saber escuchar es muy importante y no todos sabemos hacerlo. Lo que intento aprender es a fingir escuchar los monólogos de los pelmas hasta que pueda escabullirme.
En fin, que falta conversación y sobran monólogos.
Salu2
Yo conozco personalmente a algunos políticos (no me refiero a los que salen por la tele) a los que les encanta escucharse y no tengo reparo en decir que son unos auténticos pesados, porque realmente no dicen nada de nada...
ResponderEliminarAhora bien, nunca definiría como pesado a alguien que se desahoga conmigo, me contase lo que me contase. Me gusta mucho escuchar (y también hablar) y creo que, como tú dices, todos necesitamos en algún momento de la vida alguien que nos escuche de verdad y no esté pensando que somos unos pesados.
Besos.
Lo mejor de este Café es que jamás te aburres en él. Yo suelo leer más que escribir, escuchar más que hablar, y creo que quienes tenemos poco que decir debemos ser agradecidos con aquellos que hablan para que les escuchemos. Solo los locos lo hacen para nada. Saludos.
ResponderEliminarHola Dyhego, cuando hayas aprendido a escuchar esos estúpidos y nada interesantes monólogas me explicas la teoria que has utilizado y me la aplico.
ResponderEliminarAh,¡ que pena que ya no se lleve el arte de la tertulia! Es algo que añoro.
Buenos días.
Opi, es que es una pena que cada vez nos volvamos más individualistas, porque en definitiva las personas estamos creadas para compartir y necesitamos sentirnos queridos, valorados y escuchados.
ResponderEliminarFuencisla, genial dedinición de este café, qué mejor que encontrar un lugar agradable, con personas agradables, amenas e interesantes.
ResponderEliminarUn abrazo
Madison: Interesante debate. Y aunque entre unos y otros casi habéis agotado los puntos de vista, me voy a atrever a dar mi opinión.
ResponderEliminarEscuchar está bien, sí; es más, yo diría que es absolutamente necesario para nuestro desarrollo personal. Pero escuchar por escuchar, quedarse como un pasmarote escuchando tonterías, pues va a ser que no.
Sospecho que el autor del artículo que citas acaso pueda referirse a ese pelma -al que, para más inri, apenas conoces- que te para por la calle y empieza a soltarte las primeras trivialidades -por no usar otra palabra- que se le vienen a la cabeza: la operación de hemorroides, como decía Dyhego, de su cuñado,o que fulano está liado con mengana, o que se ha comprado no sé donde -baratísimos- unos zapatos o una corbata, que si la Esteban o el Jesulín.
Lo siento mucho, pero por ahí no paso.
El tiempo, el de todos, el tuyo y el mío, es muy valioso como para perderlo de esta penosa manera.
Y si esa persona quiere perderlo de así, yo no me siento obligado a compartir su error.
Un saludo a todos.
Elías
Amen hermana...
ResponderEliminarEso, Elías (Belen Esteban ) es sabiduría del pueblo.
ResponderEliminarjejeje
Ahora en serio, tienes razón.
Pero ¿sabes? creo que todos caemos en el tópico de que somos más guapos, más inteligentes, más cultos, etc, que los demas. Resulta que nadie mira las Tardes de...(no me acuerdo) u otro progrma de los llamados basura.
Pero lo extraño es que sin ver dichos programas todos sabemos de que va, incluso explicamos alguna anécdota sobre la gente que participa.
¡Algo falla!
Y además pienso que esos programas reflejan la gran realidad de la vida. Miserias y más miserias.
Gava, haz el favor de soltar alguna parrafada que de eso sabes mucho.
ResponderEliminarHabía escrito un pedazo de comentario, original y divertido, pero al publicarlo Blogger me ha dado error, por lo que no sé si saldrá, no saldrá, vivo sin vivir en mí.
ResponderEliminarResumiendo, estoy con Elías. Hay profesionales del rollo, que no tienen ninguna consideración con los demás ( mo me refiero a amigos y gente de confianza, por supuesto).
Y la expresión que todos estamos pensando es GENTE COÑAZO jajajajajaja. El que no haya intentado huir de ellos en alguna ocasión, que tire la primera piedra.
Besos, Madison.
Hola Jesus, todos necesitamos ser escuchados, pero existe un tipo de persona que necesita que le escuchen más que otras.
ResponderEliminarY por supuesto que todos actuamos de la misma forma.
Somos humanos.
Que pena que no se pueda publicar Enric, seguro que nos hubiéramos echado unas risas.
ResponderEliminarSí, claro que existen esos profesionales que nombrais, y de otro tipo tambien.
Creo que no caerá ninguna piedra bajo ningún concepto.
De todos lo que quiero dejar claro es que nadie puede asegurar como es quien, porque eso como la verdad es algo subjetivo y la persona pesada para mi quizá no lo sea para ti.
Más o menos es lo que quería decir.