Ambos se conocían desde hacía tiempo, pero nunca se habían mirado a los ojos hasta ese día que se encontraron mientras paseaban por una calle cualquiera de una ciudad cualquiera.
Entonces sus miradas se cruzaron y sus ojos sonrieron, se detuvieron un frente al otro y se saludaron mientras sin apenas darse cuenta se enfrascaron en una agradable y amena coversación, así permanecieron embelesados uno junto al otro hablando de la vida; sobre sus vidas.Entonces se dieron cuenta que ltenían miles de instantes para regalarse uno al otro-
Aceptaron el regalo sin preguntarse porqué suceden cosas que se escapan a la lógica, situaciones que paecen son irracionales y se dijeron que en estos casos lo único que se puede hacer es seguir caminando y dejarse llevar por la intuición.
Porque hay encuentros que pueden significar un nuevo inicio.
Un viaje hacia lugares que desconocemos. Un nuevo camino para descubrir.
Y tal vez el azar o la casualidad es la sacudida que necesitamos para quitarnos los miedos y ser lo suficiente mente valientes para traspasar fronteras y descubrir lo que es lo que nos espera cuando las traspasamos.
Precioso post, lo que tú dices, a veces no somos valientes y traspasamos la frontera....
ResponderEliminarUn poco de esperanza... El ser humano visto en positivo, alguien capaz de compartir. Yo también creo en ese ser humano, sin preguntarme porqué suceden estas cosas.
ResponderEliminarUn saludo.