Me pregunto en qué momento de la vida bajamos del pedestal y caemos en la cuenta de que no somos inmortales, que somos frágiles y vulnerables, que desfallecemos con facilidad, que los actos de los demás que creemos injustos hacia nosotros nos afectan y entristecen profundamente.
En que momento nos encontramos cara a cara con el tiempo que nos avisa de lo efímera que es la vida.
En qué momento dejamos de ser insustituibles para pasar a la categoría de invisibles ente esos ojos, esa mirada que tanto tuvieron que ver con nosotros
¿Dónde, antes que en el dorso de las manos, aparecen las manchas del paso del tiempo?
ResponderEliminaren el momento en que nuestro alrededor nos obliga a comparar
ResponderEliminarJusto en el momento en que se nos muere alguien querido.
ResponderEliminarSalu2
A mí me ocurre desde que tengo uso de razón.
ResponderEliminarBuenísima la fotografía, Madison.
Yo diría que empieza cunado somos realmente conscientes de lo que significa la muerte, morir. Normalmente sucede con la muerte de un familiar o conocido, o familiar de algún amigo. Ahí desaparece la inocencia. Aunque siempre nos queda el recurso de pensar que fue a otros, a nosotros no. Más tarde, cuando la vida nos da un susto más personal ya no nos queda ese recurso.
ResponderEliminarUn beso, Madison.
...en ese momento, en que los demás nos ven también como mortales con defectos, es cuando empezamos a ser queridos de verdad por quienes de verdad nos quieren.
ResponderEliminarEl tiempo no mancha nuestra verdad: solo la transforma.
ResponderEliminarAbrazo, Madi
Siempre y cuando vivimos una situación límite. Y la respuesta es aceptar que la muerte es simplemente el fin natural de la vida, y por ello no hay que temerla.
ResponderEliminarInteresantes reflexiones, Madison; preguntas que todos, en algún momento u otro de la vida, nos hacemos y para las que cada uno tiene su particular respuesta.
ResponderEliminarRespuesta que, en mi opinión, casi nunca es plenamente satisfactoria.
Abrazo.
Elías
En el momento en que dejas de vivir, para sobrevivir
ResponderEliminarQuizá en el corazón, y en la experiencia, BLanco.
ResponderEliminarPero Mercè, son tan odiosas las comparaciones y más si además son impuestas.
ResponderEliminarDyhego, en mi caso soy una persona con mucha suerte porque mis padres viven, mis hermanas se encuentran genial, pero recuerdo cuanto me marcó la muerte de uno de mis abuelos, ufff yo era muy joven, pero todavía sueño con él. Le adoraba y él a mí.
ResponderEliminarJesús, yo creo que la edad es fundamental, es decir, creo que hay un momento en el que tenemos una edad que nos hace cambiar la visión que tenemos del mundo.
ResponderEliminarGracias Isabel, bueno yo soy un poco parecida a ti, siempre pienso más de la cuenta, o demasiado, o pienso en lo que tiene que venir, después igual ni viene.
ResponderEliminarEfectivamente Enric, yo pienso que hay una etapa en la que estamos convencidos de "todo eso" les sucede a los demás, nosotros creemos ser impunes a cualquier desgracia, pero a todos nos llega nuestro momento. Ahí juega un papel importantísimo la familia.
ResponderEliminarUn beso Enric
Eso es vital Thomas, el conocernos a nosotros mismos y aceptarnos tal y como somos, entonces aceptaremos a los demás, con sus defectos y cualidades.
ResponderEliminarRoble, a veces cuesta mucho trabajo aceptar esa transformación, no siempre la desamos.
ResponderEliminarUn beso
Gaviero, me han emocionado mucho tus palabras porque se lo que significan.
ResponderEliminarEres un tipo muy valiente y una persona maravillosa.
Sabes que te quiero mucho
Un abrazo
Pues sí Elías, demasiadas preguntas que no siempre nos gusta la respuesta, pero que debemos aceptar.
ResponderEliminarwizar, has escrito algo que, bueno supongo que solo lo entiende en todo su significado y lo que conlleva quein haya atravesado por esa situación.
ResponderEliminarA mi me sucedió.Me pasé mucho tiempo sobreviviendo y es horrible y doloroso. Pero ahora vivo.
La verdad es que creo que nunca somos ni inmortales, ni pétreos para que no nos afecte nada, ni insustituibles... Sólo tenemos que descubrir que no hace falta ser todo eso para vivir felices.
ResponderEliminarBesos.
Madi, gracias por las tuyas. En los momentos difíciles es cuando se necesita a la gente que te interesa, y tu has estado siempre presente en los míos. No hace falta decir que el cariño es mutuo, sabes lo que te quiero.
ResponderEliminarUn beso emocionado
Sí que lo se Gaviero.
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