jueves, 17 de diciembre de 2009

El libro de Rachel



...mantuve esa correspondencia con ella porque hacía que me sintiera sexualmente activo y solicitado, y porque me gusta exhibirme por carta. Leí lo siguiente:
Querido Charles:
Gracias por tu carta: ¡Al fín! ¡ Así te condenes por no haberme escrito antes! Estoy muy contenta de que te fueran tan bien los exámenes. Los míos no me salieron redondos...


Pasé por encima de los párrafos en los que me hablaba de lo guapo que soy. El párrafo final decía así:

Sigo confiando en poder ir muy pronto a Inglaterra. Mamá dice que quizá el año que viene. A menudo pienso en que cuando volvamos a vernos me dirás que ya no te gusto. Si voy el año que viene, tú estarás en la universidad y yo en la Escuela de Arte Dramático. Pero esto son cosas del País del Quizá. ¡Bueno! Ahora tengo que acostarme, ¡estoy agotadísima! Escríbime pronto.
Te quiere, Coco.


Esto requería atención inmediata. Saqué un bloc y empecé a escribir un esbozo de mi respuesta:

Cariño mío:
Gracias por tu esperadísima carta. Me ha intrigado especialmente tu referencia al "País de Quizá". ¿Podrías darme más datos acerca de ese curioso lugar? Por ejemplo, ¿cuál es su capital, su situación geográfica, su sistema de gobierno? ¿Cuáles son, digamos, sus características meteorológicas, sus fronteras territoriales, sus principales industrias? Además, te has vuelto a olvidar de decirme si en tu próxima visita me permitirás que me acueste...


Me levanté, desperezádome como una estrella de mar. Eran cerca de las nueve y media. Recogí mis papeles y me fuí al trote

El libro de Rachel, de Martin Amis

18 comentarios:

  1. No lo leí. Lo apunto. De Amis leí Tren nocturno. Muy bueno.

    Veo con agrado que has conseguido deshacerte de la vagina sobrante. Bien. Un beso.

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  2. Buenos y fresquitos días BLANCO.
    Me gustan los libros de Martin Amism he leido varios, pero no Tren nocturno, así que tomo nota.

    Continuo viendo la vagina, intenté quitarla, pero yo la veo igual. Fíjate y la verás, la segunda por la izquierda...Ojalá solo esté visible para mi.

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  3. Confieso que lo que mejor conozco de Martin Amis es Koba el Temible...
    Ah, qué numerosas y profundas son las lagunas saladas de mi cultura...

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  4. Dios, la vagina se me ha colocado justo al lado de mi cara... juro que jamás había tenido una ajena tan cerca (ni propia; no soy tan flexible), y me resulta muy inquietante.
    Aaay... quítamelaaaa...!!!
    (Yo también me apunto el libro. El extracto que has hecho tiene muy buena pinta. O muy buena tinta)

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  5. jlmartin63, el libro Koba lo leí, pero dosificando, poruqe es cruel y duro.Tras terminarlo me puse con La casa de los encuentros. Maravillosa lectura.

    Lanita, calla, calla, pensaba que con un poco de suerte no te darías cuenta de esa compañía.
    No se cómo quitarlo!!!
    ¡¡¡BLANCO!!! échame una mano, hombre.

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  6. Mujer, puedo estar ciega para muchas cosas, pero los genitales ajenos a la altura de mis ojos todavía los veo...!!
    Mi ignorancia surca los mares, a la deriva... pero confieso que me encuentro a gusto con ella; ignorar me permite alimentar mi capacidad de sorpresa cada vez que aprendo algo.
    Ignoro, luego insisto.

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  7. jajajajajaja
    calla!!! que estoy trabajando y no se disimular

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  8. ¿Pero tú te creíste eso de que trabajar dignifica?
    Yo llevo haciéndolo desde que tengo nevera -eso marcó un antes y un después en mi vida: AN y DN... dios, juntas forman ADN!!!!-, y a dia de hoy aún espero que me baje la dignidad.
    Y nada.
    (Esa vagina se va a resfriar. Y SIGUE EN MI CARA)

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  9. Madison, no te preocupes, yo no la veo ( y supongo que habrá muchos como yo: quien seguro que la ve es el que recibe la carta...)

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  10. Aunque yo no veo la vagina por ningún lado (ahorrándose los chistes fáciles), espero ayudarte a que tampoco vos la veas.

    Vamos a ver, Madison.
    1- Ir a Mi cuenta.
    2- Ir a Seguidores.
    3- Pinchar en la vagina.
    4- Bloquearla.

    Así nos libraremos de las vaginas sobrantes -o por lo menos la convertiremos en latentes- y nos quedaremos sólo con las necesarias -o por lo menos indispensables-.

    Espero.

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  11. Creo que lo he hecho bien, pero...¡¡¡yo sigo viendola!!!

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  12. Me gustaría poder ayudarte con tu trauma, pero abandoné la carrera de psicología a falta de un año para acabar, que es cuando se ve la asignatura Vagina.
    ¿Has probado con Viginesil?

    (Perdón. En serio, no sé. Soy muy torpe para esto de la cuestión técnica de los blogs)

    Si te sirve de consuelo, sigo sin verla.

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  13. Y YO.
    Empiezo a tomarle cariño y todo...

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  14. Pues nada chicos. Ponga una vagina en su vida.
    Dio!!!

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  15. Va-ginesil, quise decir. Esta aclaración lo aclara todo.

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  16. Esta aclaración, más bien, lo lubrica todo (dios, me está afectando la cercanía..!)

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