Día tras día nos acoplamos a lo que vemos a simple vista, nuestra imaginación se
acomoda sin ver más allá.
No nos damos cuenta la suerte que tenemos de poder elegir si nos quedamos y deshacemos el equipaje o bien continuar el trayecto.
Nuestra vida es solo nuestra. Nosotros elegimos el color o los colores. Fuera la apatía. El riesgo nos aporta sabiduría.
Propongo formar un club para sabios ¿te apuntas?
Me apnto al club de sabios viajeros.
ResponderEliminarAhora mismo voy a preparar mis cosas y espero la llamada para iniciar el trayecto.
Gaviero