Hay días en que las palabras se hallan ausentes, cuando eso sucede solo me queda poder mirar.
Buscar un lugar bonito donde sentarme y desde allí mirar hasta donde alcanza mi vista. Los ojos los mantengo tan abiertos que en unos segundos cae ante mí una cortina de lágrimas a causa del esfuerzo y la pena.
Miro en silencio e intento escucharte. Transcurren los minutos y yo sigo escuchándote. Desde mi interior algo me dice que a pesar de la distancia y de la ausencia probablemente sigues cuidando de mí.
Me ves, me presientes, me piensas y me cuidas.
Y entonces viene a mi memoria unos versos maravillosos de Samuel de Beckett, versos que habla de las palabras:
" Escúchalas
sumarse
las palabras
a las palabras
sin palabra
los pasos
a los pasos
uno a
uno"
Después de dejar que llueva sobre uno la belleza de ese poema de Beckett, qué se puede hacer sino mirar... Y recordar lo que decía Walser sobre el aquel de mirar: Ya es mucho... lo que se ve.
ResponderEliminarUn beso, de madrugada.
Mi respuesta no se hizo esperar.
ResponderEliminarMás tarde,
días de cielo ceniza,
borrosa su ausente voz,
anhelando sus rayas.
Anhelando en el encuentro
el sincero abrazo.
Pensándote.
Mirar sin ver.
ResponderEliminarMirar hacia fuera queriendo ver dentro.
Espero que hayas visto.
"Tus lágrimas son perlas que caen al mar..." (de la canción "Ansiedad", de Chelique Sarabia)
ResponderEliminarAlégrate. A pesar de la lejanía, estoy a tu lado. ¿No me sientes?
En ausencia de palabras, mirando en silencio, qué otra cosa se puede hacer sino dejarse llevar por la nostalgia, con ese sabor agridulce que se pega a las vísceras. Y después Beckett... Hay algo de felicidad en tanto sentir.
ResponderEliminarBello post.
Saludos.
Olasss Madison.
ResponderEliminarbueno, un post muy nostálgico. Lo que pasa que al ser la primera vez no sé si es algo personal, un ex- o qué? jaja Será Roberto que está lejos? qué será? jaaj
Gracias por hacerte seguidora de mi blog, supongo que llegaste desde el de MANUEL, no? allí tienes tu carnete de seguidora, jaja
Ayer sentada frente al mar,
ResponderEliminareschaba las plabras llenas de sal.
Volví como nueva y mira que el mar estaba silencioso. Yo puse el oído cerca y me dijo algo precioso.
Besicos.
No se si le pasa a mucha gente pero en ocasiones me siento, miro al horizonte y escucho el silencio que me habla.
ResponderEliminarPrecioso
"Silencio", muchas veces, es una lindísima palabra.
ResponderEliminarUn beso.
Me gusta estar en silencio con la persona que quiero; en vez de distanciarme el silencio me acerca a ella...
ResponderEliminarUn beso,
Mucho y todo hermoso lo que se ve
ResponderEliminarUn beso Daniel
Es genial tener a alguien en quien pensar ¿verdad Manel?
ResponderEliminarUn beso
He visto aina, siempre veo. Me gusta muchor fijarme en todo.
ResponderEliminarUn beso
A veces la lejanía está muy cerca.
ResponderEliminarUn beso Roberto
Muchas gracias Mercedes, por cierto tengo previsto leer tu libro, cuando lo haga te cuento vale?
ResponderEliminarUn beso
Hola Thiago, has acertado he llegado a ti a través de Manuel y estoy encantada.
ResponderEliminarGracias por leerme
El mar siempre nos habla, tan solo se necesita saber escucharle.
ResponderEliminarYo cada día me acerco, claro que no tiene mucho mérito porque antes de ir al trabajo aparco el coche en el paseo.
Petonets cabopá
Me sucede lo mismo que a ti Bretema.
ResponderEliminarUn beso desde aquí
Casi siempre es una bellísima palabra "silencio"
ResponderEliminarUn beso Blanco
La escena es magnífica Carmen, silencio mirandose o sintiendose.
ResponderEliminarUn beso