Joe es de profesión agente literario aunque ya está jubilado,vive en California junto a su esposa Ruth en una casa en el campo, allí los días transcurren tranquilos en contacto con la naturaleza.
Un día reciben una carta de Astrid una antigua amiga a la que conocieron en un viaje que realizaron a Dinamarca
El mismo día que reciben la carta, por la noche Joe desempolva el diario que escribió hace más de treinta años, en sus páginas anotó el día a día desde el inicio del viaje y los días de estancia que se alojaron en casa de Astrid al llegar a Dinamarca.
Ruth le pide a Joe que cada día antes de irse a dormir lea para ella un párrafo de ese diario, al principio él se niega pero acaba leyendo.
Al principio del libro creí que se centraría en la historia de Joe, pues su madre, una chica embarazada y soltera un día decide buscar una vida mejor, así que sube a un barco desde Dinamarca con destino a América. También pensé que trataría el tema de la prematura y extraña muerte del hijo de Joe y Ruth, pero no ha sido así.
Es una novela espléndida que habla de la amistad, la vejez, la enfermedad...pero sobre todo del amor entre dos personas.
Que la vida y la convivencia no siempre es fácil. Que existen vacíos e insatisfacciones, pero precisamente por eso cuando hacemos repaso a nuestra experiencia valoramos más lo que tenemos y a quienes están a nuestro lado
Como siempre dejo algunos de tantos párrafos que he subrayado:
Mi ojo, que iba bajando por la página, advirtió que se acercaba algo en lo que yo no me quería meter, una de esas cosas que te agitan el pecho y ese ¿por qué, por qué, por qué, dónde empecé a hacerlo mal, cómo me las arreglé para destruir a la única persona, además de Ruth, con quien solamente deseaba ser amable y encantador? Si lo hubiera necesitado, le habría dado un riñón, le habrían podido transplantar mi corazón. Y aún así me convertí en su maestro de escuela y su carcelero y su juez. (Pág. 59)
Hay una parte de sentimiento en nosotros que no llega a envejecer. Si pudiéramos raspar la callosidad y quisiéramos, nos encontraríamos, intacto pese al paso del tiempo, lozano, vulnerable, afligido volátil y ciego a sus consecuencias, un conjunto de marcas tan fuera de control como las erecciones de un adolescente. Ese ser asintiente es el que Ruth no deja de intentar, melancólicamente, poner al descubierto en mi…(Pág. 128)
¿Qué es más profundo, el amor de un padre o el desprecio de un padre decepcionado?(Pág. 158)
-De las sacudidas que todos recibimos en este mundo-dije-. La diferencia entre lo que nos gustaría ser y lo que conseguimos ser. ¿Cómo voy a respetarme a mí mismo cuando sé que estoy confuso y soy cobarde? ¿Cómo puedo respetar al mundo en el que no se valora nada de lo que creo? ¿Cómo vivir y hacerse viejo dentro de una cabeza que desprecio, en una cultura que menosprecio? (Pág. 161)
Hay veces que si miras a los ojos de otra persona y hay una carga emocional entre los dos, hasta la mirada más firme parece quebrarse en temblores y latidos, como si innumerables minúsculas líneas de fuerza se dispersasen en todas direcciones a partir del haz del foco. Nos miramos el uno al otro de esa manera y se quedó esperando sin creerme…(Pág. 282)
En el vestíbulo, agarré un abrigo de una percha. Al abrir la puerta noté en la cara el aire frío de la noche. Era una noche tranquila y neblinosa, la luna estaba casi en vertical sobre mi cabeza, con un halo color perla alrededor, Caminé arriba y abajo por el asfalto de la entrada apretando los dientes, con lágrimas en los ojos: Marcus Aurelius Allston, el pájaro espectador, a quien le habían arrancado la plumas en un juego en el que se creía protegido por la cláusula del abuelo. Aquella otra noche, la noche de San Juan de hacía veinte años, trató de ocupar su cabeza en otros pensamientos igual que la luz de la luna iba ocupando la cima de la colina hacia donde caminaba. (Pág. 284)
Y, dos horas más tarde, estaba de pie sobre la hierba mojada, insomne, inquieto, angustiado sin saber por qué, atrapado entre un día que no iba a morir del todo y otro que no estaba preparado para nacer. El mundo entero, y yo con él, colgaba de la cúspide misma del verano...(Pág. 287)
A aquella distancia no era más que una forma. Y por su manera de moverse supe quien era. La observé desde debajo de los cipreses y me pareció que así a treinta metros podría oír los latidos de mi corazón. Creía verla inclinar la cabeza para escuchar cómo yo la escuchaba... (Pág.287)
¿Volví la vista atrás y sentí que había desperdiciado la oportunidad de alcanzar eso que llaman realización?¿Conté las cumbres de las montañas de mi vida y descubrí que sólo eran lomas?
Una de las mejores cosas que tiene eso de hablar a fondo de algo es que despierta la necesidad de mimar al otro.
Entonces, ¿por qué llorar por ello veinte años después? Porque en cada elección hay un componente, tal vez un gran componente, de dolor." (pag. 302).
Jo, Madison, me han dejado impresionado los párrafos que has puesto. En serio, viví una situación parecida hace un tiempo. Impresionante. Habrá que leer el libro enterito.
ResponderEliminarBesos.
Nuestro aventurero elinti creo que lo ha vivido todo... o no? jjajaaja
ResponderEliminarLinda entrada Madison y biquiños grandotes.
Te va a encantar el libro Inti, es un libro que trata sobre la vida.
ResponderEliminarA veces en nuestro camino se cruza alguien en el que te ves reflejada/o, sabes que le amarás toda tu vida, que es lo que has estado esperando siempre, pero...ahí está el lío, qué es mejor obedecer al corazón o al sentido común, Joe estuvo a punto de hacer caso a su corazón, pero su esposa Ruth fue muy lista y supo actuar a tiempo.
Es un hombre de mundo este Inti.
ResponderEliminarUn beso Carmela
Por llevar un poquito la contraria: el último libro que leí de Stegner que trataba sobre "la amistad, la vejez, la enfermedad...pero sobre todo del amor entre dos personas" acabó siendo una auténtica agonía (creo que fue "En lugar seguro").
ResponderEliminarTu entrada muy bien, Madi; seguro que mejor que el libro.
Hala Carlos!! En un lugar seguro es una maravilla de libro y Angulo de reposo también, ¿has leido en el foro el mano a mano sobre este libro entre primopons y yo cuando lo leimos de forma conjunta?
ResponderEliminarY es que no puedes negar que te encanta llevar la contraria, menos con Pynchon, claro a ese no le encuentras ni un fallito, ni yo tampoco se lo encuentro.
Un beso carlos
Pynchon si que tiene fallitos: lo mejor de "Un lento aprendizaje" es el prólogo. Es verdad que era joven pero en general los cuentos me parecieron bastante aburridos. Y "V" lo dejé porque no me estaba enterando, aunque me pareció especial. Si quieres buscar un intocable en mi vida tendrás que recurrir a DFW o Franzen.
ResponderEliminarSí leí algo de vuestra conversación en el foro pero sin mucho interés, la verdad, porque no tengo intención de volver a leer nada de este señor, que es un triste y lo que es peor: un aburrido.
Totalmente de acuerdo con DFW, claro que su prematura muerte puede influir algo en esa opinión.
ResponderEliminarWallace Stegner ¿un aburrido? pues bueno, por supuesto que tu opinión es muy respetable pero discrepo totalmente.
Una persona que disfruta del contacto de la naturaleza y es un gran observador de todo lo que le rodea, de ninguna manera le atribuyo ese calificativo.
Mi opinión no es respetaba, es respetabilísima. La medicina de Tongoy se nutre del respeto que inspiro.
ResponderEliminarBromas aparte: La muerte glorifica a Wallace pero pensaba lo mismo cuando estaba vivo y espero seguirlo pensando cuando resucite (ahora, como a Michael Jackson, le van a editar las miserias) pero entonces ya no será sólo culpa suya (sino de los miserables).
Olvidaba antes mencionar a Bernhard, otro inmenso. Y Lobo Antunes... anda, no, que a este no lo leí todavía. Nunca me acuerdo de este buen señor.
Sobre el aburrimiento: Stegner me tuvo en vilo durante la lectura de "En lugar seguro" por algo que el protagonista decía que había marcado un antes y un después en su relación, la de ellos, la de todos; un hecho dramático y cruel, algo que, pensaba yo, reconvertirá este panfleto ecologísta. en una obra de corte dramatico y singular. Lo que me encontré fue la historia de la manzanilla el día de la acampada. No digo mas para quien lo quiera leer. Madi: eso, escribir cosas así, en ciertos países es motivo de muerte mortal y te condenan a escribir hasta la ejecución únicamente en pizarra y con tizas amarillas y rosas.
Y mira, si te llevo la contraria es sólo para hacerte feliz porque sé que te gusta mucho la bronca y no es ético, añado, tener a tanta gente de acuerdo contigo.
Ay, Madi, lo del amor de un padre o el desprecio de un padre decepcionado me mató...Espero poder leerlo pronto. Un beso
ResponderEliminarVaya Carlos a este paso me veo abriendo también aquí un hilo sobre literatura elitista, jejeje ¿te imaginas?
ResponderEliminarDa igual lo que digas, Angulo de reposo es uno de los mejores libros que he leido.
Aunque ya veo que discrepamos algo en gustos literarios, recuerda que a mi me encantó "Todo lo que quería decir sobre Gustave Flaubert" y en cambio a ti no te gustó tanto.
A ver si lees a Lobo y comentamos ¿vale?
Y sí, soy peleona, tozuda y cínica cuando me lo propongo. Me gusta pelear contigo
La muerte de un hijo es lo peor, más si la causa de esa muerte probablemente sea un suicidio.
ResponderEliminarEntonces supongo que la sensación de fracaso debe ser horrible.
Yo creo que el libro te gustará Alma.
Me ha encantado tu entrada. Tomo nota del libro. Cuando lo lea ya te cuento...
ResponderEliminarUn besazo,
Madison, libro comprado. Te comunico que eres responsable de ello. Espero disfrutar de su lectura tal como aseguras.
ResponderEliminarEspero tu comentario Carmen.
ResponderEliminarUn beso
Arrecogiendo, estoy segura de que disfrutarás, ya verás.
ResponderEliminarPor cierto tú y David también sois responsables de una cosa. Tras leer vuestros comentarios sobre Hogueras en la llanura, lo he vuelto a retomar.
Cuando lo termine diré que tal
Un beso