Simon escribió a su hermano Kaspar:
La verdad es que somos dos bichos raros, tú y yo. Nos movemos por este planeta como si en él sólo viviéramos nosotros dos y nadie más. Hemos entablado en realidad una amistad descabellada, como si entre el resto de la gente fuera imposible encontrar otro ser digno de llamarse amigo. No somos, a decir verdad, hermanos, sino amigos, como dos que un buen día se encuentran en el mundo. Yo francamente no estoy hecho para la amistad y tampoco comprendo qué es aquello tan fabuloso que descubro en ti y me obliga a creerme siempre a tu lado, casi diría a tu espalda, Pronto tu cabeza me parecerá la mía, a tal punto estás ya dentro de ella; tal vez de aquí a un tiempo, si la cosa sigue así, acabaré cogiendo cosas con tus manos, corriendo con tus piernas y comiendo con tu boca. Nuestra amistad tiene, sin duda, algo misterioso si te digo que, en el fondo, no es tan imposible que nuestros corazones aspiren a alejarse uno del otro…
Sólo que no pueden. Ahora mismo me alegra ver que tú, según parece, no puedes, pues tus cartas parecen muy amables y, de momento, yo también quiero seguir bajo el embrujo de esta atracción de esta atracción misteriosa. Es buena para los dos…pero ¿por qué hablaré con tan poca gracia? Para ser sincero, lo encuentro simplemente delicioso. ¿Por qué dos hermanos no habrían de constituir una excepción? Nos avenimos perfectamente y ya nos aveníamos incluso cuando nos odiábamos y pegábamos casi hasta matarnos. ¿Te acuerdas? Basta con esta exhortación, unida a una dosis de sana carcajadas, para remover, pegar, pintar y encuadernar en tu interior
Imágenes que, de verdad son más que dignas del recuerdo. Habíamos llegado a ser, ya ni sé por qué motivo, enemigos mortales.¡Oh, cómo sabíamos odiarnos! Nuestro odio era decididamente ingenioso a la hora de inventar torturas y humillaciones mutuas. Una vez en la mesa, por citar un solo ejemplo de aquella pueril y deplorable situación me tiraste un plato de choucroute porque no pudiste evitarlo, y dijiste: ¡Venga, cógelo!
Debo decirte que en aquel momento temblé de rabia, porque para ti fue una buena oportunidad de humillarme brutalmente sin que yo pudiera decir nada. Cogí el plato, y fui lo suficientemente necio como para saborear...
No la he leido, de hecho no he leído nada de autor. Pero acercarse a su leyenda a partir de un fragmento tan notable hace que renazca la voluntad de leerla.
ResponderEliminarFULLL, MUY BUENO, EXCELENTE, ME GUSTA.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Ah, cuánto me gusta Walser. Pero si no lo conociera, el fragmento que has elegido bastaría para que ya me tardara tener el libro en las manos.
ResponderEliminarUn beso.
El diálogo final entre Klaus y Simón es antológico.
ResponderEliminarEs un libro que me encantó
Abrazos
Siemore son interesantes los fragmentos que eliges.
ResponderEliminarSalu2, MÁDISON.
Este tipo de narrativa me parece admirable, tiene que ser muy difícil contar cosas en apariencia sencillas, básicamente íntimas, con esa soltura, con esa fluidez, sin dejar que el lector estacione la imaginación.
ResponderEliminarBesos.
una literatura en la buena dirección.
ResponderEliminarLinda noche aunque movidita...
ResponderEliminarBaltasar ha sido pillado cruzando en patera el estrecho, Gaspar detenido en un control de alcoholemia de la Guardia Civil y Melchor está de luna de miel por su reciente boda gay con uno de sus pajes… Los tiempos cambian pero los deseos son siempre los mismos: FELIZ AÑO 2011.
Muakksss
Esa clase de amistad, suele desembocar en un explosión.
ResponderEliminarLo malo es que no se sabe si de que tipo de explosión.
Bicos Madison.
no tengo hermanos pero creo que mantengo una relación algo parecida con una amiga...
ResponderEliminarya me daba miedo antes, pero ahora más!!
Ah pues Ramón, seguro que te encantaría este autor, ya veras cuando leas algo suyo.
ResponderEliminarEs uno de mis preferidos
Reltih!!! gracias por tus palabras
ResponderEliminarUn abrazo
Ay Daniel, es que Simón es maravilloso, yo creo que es el propio Walser, con esas ganas de libertad...
ResponderEliminarMe encanta
A mi también me encantó Felipe, el caso es que Walser me inspira mucha ternura
ResponderEliminarGracias Dyhego, son párrafos que tengo anotados desde que leí el libro hace unos añitos, de hecho acostumbro a guardar párrafos de los libros que me gustan.
ResponderEliminarWalser es un mago de las palabras.
ResponderEliminarDe las palabras sencillas, como él.
También era una persona sencilla que deseaba pasar desapercibido y poder escribir.
Un beso Inti
Una dirección equilibrada y perfecta.
ResponderEliminarBuenas noches Jesús
Pues vaya fiesta se han montado los Reyes.
ResponderEliminarUn beso Balovega
Carmela anímate ¿vale? todo termina arreglándose de la mejor manera.
ResponderEliminarUn beso y hablamos
Es que en este caso Kaspar estaba un poco harto de Simón.
ResponderEliminarEn los hermanos como con los amigos siempre hay los "sensatos" y los inconformistas