miércoles, 17 de septiembre de 2008

Carta XXIII

[Por 1452]

Carta XXIII

No supe utilizar la palabra justa a tiempo, que hubiera sido, “márchate”. No, yo no tengo el don de la oportunidad, aunque la oportunidad tiene un don que me es reconocible.

Ahora ya es tarde para las palabras, pero no lo es para los actos; no serán gráciles, no parecerán justos, pero aunque no lo parezcan lo serán y aunque no lo sean lo parecerán.

Voy a dividirme para darte paz a ti y a mí. Con tu paz, vendrá mi paz; con la mía, otros descansarán.

No, es verdad, no supe utilizar la palabra justa a tiempo y ahora voy a tener que remediarlo; en lugar de aquel “márchate”, voy tener que entonar un “me marcho”, pero nada será demasiado oneroso para que obtengamos lo que ambos merecemos: liberación. Tú de ti mismo, yo del universo.

Y aun sabiendo desde hace tiempo, que tendría que escribir esto llegado el momento, hay algo que dentro de mí que intenta detenerme, pero no nací para detenerme a la sombra de nadie, aunque hayan textos antiguos que así lo atestigüen.

Por primera vez en treinta años, voy a intentar rebelarme contra mi destino… voy a rebelarme contra ti.

7 comentarios:

  1. Duele comprender que ha llegado el momento, duele comprender que el momento debió haber sido tiempo atrás, pero dolerá incluso más postergar la decisión de separarse. La propia independencia conlleva un cierto sufrir.

    Besos, querida Mil.

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  2. ¿Sabes Mil? Normalmente tus cartas me dejan tan hechizada que soy incapaz de decirte algo sin que suene a auténtica memez. Pero esta vez, estoy totalmente de acuerdo con Wara y además añado algo de la cosecha de la sabiduría popular: "Nunca es tarde, si la dicha es buena".

    Gracias "Mil".

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  3. Wara, me gusta mucho esta frase "Conlleva un cierto sufrir", me parece poética :)

    Anjanuca, mujer, cómo dices esas cosas, yo nunca te he leído nada que suene a memez :)

    Un abrazo y gracias a las dos.

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  4. Lo qu epodría llegar a dar por saber cuándo ha llegado el momento de manera definitiva.

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  5. Hmmm... lo que da de sí tu frase, Desierto, llevo pensando más una hora.
    ¿Saber cuándo ha llegado el momento? Es como un pequeño destello de luz, lo ves y sabes que es el momento; unos deciden seguir viviendo como si el destello no hubiera existido y otros, reaccionan.
    Siempre que pienso en lo importante que es reaccionar en el momento de ver el destello, me acuerdo de una amiga que tuve. Era una señora muy mayor, presa de una vida que no le satisfacía desde hacía muchos, muchísimos años. Tuvo una oportunidad en su juventud de abandonar esa vida, de no seguir en ella, pero decidió seguir con lo "establecido". Años después, empezó a contraer enfermedades que hacían casi imposible que pudiera vivir sola: ya no había escapatoría posible (al menos, no de una manera demasiado halagüeña). Tuvo su momento y lo dejó escapar.

    En fin, creo que en toda vida, hay destellos y se reconocen... es uno mismo el que decide qué hacer con ellos.

    P.D. Perdón por el rollazo :( últimamente estoy desbocada con el teclado :(

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  6. DonTrasto, solo quería saludar a ms Madison, y esperar que pase también a visitarle por su rinción.

    besis.

    dt

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  7. Mil qué decirte!!! siempre me encantan tus cartas y ya lo sabes.
    Pero esta en concreto por circunstancias que estoy atravesando la comprendo mucho mejor.
    ¿sabes? a veces, durante mucho tiempo, incluso años miramos por un cristal que creemos nítido, no nos damos cuenta de lo equivocadas que estamos. Por suerte llega un momento que del cristal marcha todo el vaho, es entonces cuando llega el momento.

    Dígale a Don Trasto que Mádison está muy contenta y feliz de ese saludo y que en breve le visitaré

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