Pues ahí estoy, enganchada por completo a este libro, a ver si mañana lo termino y escribo mi opinión, de momento dejo algunos párrafos que he ido anotando, quizá luego quite, alguno no sé, ya veremos
Se convive sin problemas con mil misterios irresueltos que nos ocupan diez minutos por la mañana y a continuación se olvidan sin dejarnos escozor ni rastro.
Pág. 51
“Cuántos ratos eternos tendrá en que no sabrá cómo ayudar a avanzar el tiempo”, pensé, “Si es que se trata de eso, que no creo. Se espera a que transcurra el tiempo en la ausencia pasajera del otro- del marido, del amante-, y en la indefinida…
Cuando uno ha sido abandonado, se puede fantasear con un retorno, con que al abandonador se le hará la luz un día y volverá a nuestra almohada, incluso si sabemos que ya nos han sustituido y que está enfrascado en otra mujer, en otra historia, y que solo va a acordarse de nosotras si de pronto le va mal en la nueva, o si insistimos y nos hacemos presentes contra su voluntad
No queremos ser un recuerdo menguante sino una sombra inamovible que lo va a rondar y acechar siempre; y hacerle la vida imposible, y en realidad hacerlo odiarnos.
Pág. 62
Yo jamás había pensado los pensamientos de nadie, lo que pueda pensar otro, ni siquiera él, no es mi estilo, carezco de imaginación, mi cabeza b da para eso.
Pág. 71
Es muy aventurado meterse en la mente de alguien imaginariamente, luego cuesta salir a veces, supongo que por eso tan poca gente lo hace y casi todo el mundo lo evita …
Pág. 77
Quien dejó proyectos sin cumplir y palabras sin pronunciar para las que siempre creyó que habría tiempo más tarde, quien ya no pudo asistir; es él…
Pág. 98
Poner fin a una historia y regresar a un principio, al que sea, si se ve uno obligado, a la larga no resulta amargo. Aunque estuviera uno contento con lo que se ha acabado.
Pág. 115
Es la horrible fuerza del presente, que aplasta más el pasado cuánto más lo distancia , y además lo falsea sin que el pasado pueda abrir la boca, ni protestar ni contradecirlo ni refutarle nada. Y no hablemos ya de esos maridos o mujeres que no se atreven a abandonar al cónyuge, o que no saben cómo hacerlo, o que temen causarle demasiado daño…
Pág. 116
Lo que dura se estropea y acaba pudriéndose, nos aburre, se vuelve contra nosotros, nos satura, nos cansa. Cuántas personas que nos parecían vitales se nos quedan en el camino, cuántas se nos agotan y con cuántas se nos diluye el trato sin que haya aparente motivo ni desde luego uno de peso.
Pág, 136
¿Y cuál es el momento elegido? Nunca nos parece el momento justo, siempre pensamos que lo que nos gusta o alegra, lo que nos alivia o ayuda, lo que nos empuja a través de los días, podía haber durado un poco más, un año, unos meses, unas semanas…
Pág. 137
Como si todo él fuera boca besable, de ella procede la abundancia, de ella surge casi todo, lo que nos persuade y lo que nos aduce, lo que nos tuerce y lo que nos encanta, lo que nos succiona y lo que nos convence.
Pág. 138
El error de creer que el presente es para siempre, que lo que hay a cada instante es definitivo, cuando todos deberíamos saber que nada lo es, mientras nos quede un poco de tiempo.
Pág. 143
Y ya no sé si yo no hago lo mismo que él en cierto modo, confiar en hacérmele imprescindible sin que él se dé cuenta, lograr formar parte de sus costumbres, aunque sean esporádicas, para que le cueste sustituirme cuando decida abandonarme.
Pág. 148
Sí, todos somos remedos de gente que casi nunca hemos conocido, gente que no se acercó o pasó de largo en la vida de quienes ahora queremos, o que sí se detuvo pero se cansó al cabo del tiempo y desapareció sin dejar rastro o sólo la polvareda de los pies que van huyendo, o que se les murió a esos que amamos causándoles mortal herida que casi siempre acaba cerrándose.
No podemos pretender ser los primeros, o los preferidos, sólo somos lo que está disponible, los restos, las sobras…
Pág. 150
Ya son varios y varias críticas que hablan bien de este libro. Y eso es algo muy positivo. Que a veces uno no sabe hacia dónde va.
ResponderEliminarEl plateamiento, eso que el enamoramiento permite justificar muchas cosas, me parece de lo más atractivo.
Gracias por esas citas, que son una delicia.
Saludos.
Bonitos retazos verídicos total.
ResponderEliminarBicos meniña.
Lo tendremos en cuenta.
ResponderEliminarGracias,MÁDISON.
¡Ay! Madison, ya estoy esperando a leerlo completo. Con los libros me ocurre lo que a otra gente con los zapatos, que soy incapaz de resistirme.
ResponderEliminarPor cierto y además, este autor es fascinante. El parrafo con el que da inicio a "Corazón tan blanco", es de los más inquietantes y bellos que recuerdo. Te lo dejo aquí.
Besos
"No he querido saber, pero he sabido que una de las niñas, cuando ya no era niña y no hacía mucho que habia regresado de su viaje de bodas, entró en el cuarto de baño, se puso frente al espejo, se abrió la blusa, se quitó el sostén y se buscó el corazón con la punta de la pistola de su padre ..."
¿Dan ganas de seguir?
Muchos besos
Igor el libro es una maravilla, aunque estos días no he podido leer nada a causa del trabajo.
ResponderEliminarSi lo lees ya me dirás qué opinas.
Un beso
Pues sí, son bastantes reales, pero en algún momento creo que exagera.
ResponderEliminarPor ejemplo cuando dice que siempre somos un remedo de otra persona, yo no lo creo así, a veces somos los primeros, nunca hubo nadie ante de nosotros.
A ver que te parece Dyhego
ResponderEliminarSí, corazón tan blanco es un libro magnífico, lo he leido dos veces, el párrafo que has puesto está genial, yo entre otros recuerdo este:
ResponderEliminar"Nadie me dijo nunca que la pena fuera una sensación tan parecida al miedo."
Ay que grande es escribiendo!
Vaya, no he leído nada de Marías, pero me entran muchas ganas :)
ResponderEliminarHe leído casi todo de Javier Marías.
ResponderEliminarEste nuevo libro lo tengo pedido, en cuanto lo reciba me pondré con él. Seguro que no me defraudará, por lo que he leído en tu página, promete.
Un abrazo
Gracias por esta crónica... y estas reseñas.
ResponderEliminarAcabo de recomendarlo en mi blog, pues es uno de los que más me ha gustado.
Y eso que Marías no es santo de mi devoción literaria. Pero se ha ganado con creces, y sin cruces, un lugar en mi casa de letras para que la gente pueda llegar a él.
Un abrazo, agradecido
Mario