(Cuento de hadas )
Había una vez (y fueron tantas veces)
un hombre que adoraba a una mujer.
Había una vez (la vez fue muchas veces)
que una mujer a un hombre idolatraba.
Había una vez (lo fue muchas más veces)
una mujer y un hombre que no amaban
o aquel o aquella que los adoraban.
Había una vez (tal vez sólo una vez)
una mujer y un hombre que se amaban.
En efecto, raras veces el amor (el de verdad) es de ida y vuelta. Por eso cuando se encuentra hay que celebrarlo y dejarse, si fuese necesario, la vida en ello. No hay nada mejor que hacer.
ResponderEliminarPues si es un cuento de hadas, me gusta el final.
ResponderEliminarBesito.
No sé por qué, pero el paseo en barca me recordó el que hacen Cary Grant y Audrey Hepburn en Charada...
ResponderEliminarquizá porque se amaban.
Es un buen cuento y una buena incursión en la poesía, de la que sabemos que no tiene por qué ser cierta, pero sí debe ser bella.
ResponderEliminar