domingo, 22 de diciembre de 2013

La noche























Ahora que ha pasado tanto tiempo, es como si estuviera en una película. El sol me da en la cara y es tan cálido y suave que me hace recordar algo que viví. Un hermoso recuerdo. Uno más.

Todas las tardes  nos sentábamos a ver la puesta de sol desde el porche de madera.
Contemplábamos como el cielo se unía con  el mar distante, y admirábamos todos los colores que se fundían en aquel espectáculo único.

Permanecíamos sentados muy juntos, con las cabezas recostadas y los ojos entornados.Tan juntos y silenciosos que sentíamos la respiración del otro. Acompasada, tranquila. Él pasaba su brazo sobre mis hombros, había momentos que giraba un poco la cabeza  hasta  besarle la mano.

Al poco, cuando  la noche era cerrada, nos dirigíamos  a la parte trasera de la casa, donde se encontraba  el jardín, esperábamos  el momento  en que se abrían las flores y nos envolvían con su aroma. Era noche de encanto y misterio, las estrellas y la luna  con su mágica luz la hacía resplandeciente. Noches llenas de raros  ruidos, que con el tiempo se habían convertido en familiares. Era un lugar hermoso y lleno de encanto

Te amo mucho, estoy sedienta de ti -le decía yo-Te quiero  mucho, mucho. –le repetía una vez más.
-Calla ahora, y guarda silencio-, me respondía él
Pero yo, no podía estar quieta, me incorporaba un poco, me colocaba un chal sobre los hombros. De pie, miraba su cuerpo. Me soltaba el pelo y lo agitaba con fuerza, a la luz de la luna resultaba aún mas brillante. La risa nerviosa delataba mi nerviosismo. No sabía muy bien qué esperaba de mi.
Empezaba a soplar algo de viento, que aquella hora era fresco. El ciruelo se estremecía.

Y me convertía en una loca, una loca enamorada que  nunca sabía como aprovechar el momento adecuado aún sabiendo cual era. A pesar de tenerlo al alcance de la mano.
Al cabo de unos días nos alejamos abandonando el lugar. Un lugar que los dos sabíamos que no era para nosotros.
Todavía, por las noches cuando estoy sola, añoro que su cabeza repose en mi
Imagen de Bill Brandt

3 comentarios:

  1. Al menos queda el recuerdo de ese jardín y esas puestas de sol...
    Besos y... ¡¡Felices Fiestas!!

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  2. Será mejor guardar esos momentos que fueron felices.
    Salu2 y feliz Navidad, Mádison.

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  3. Vaya, Madison te veo muy narradora últimamente. Este blog gira, como todo. Eso me gusta porque lo hace cambiante, nunca encuentras lo mismo.

    Por cierto, por fin leí El pájaro espectador, de Wallace Stegner, como tú me recomendaste. Me pareció lo suficientemente interesante como para hacerle una reseña.
    Nos visitamos y nos coemntamos. Saludos.

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