Siento
extrañeza y cierto estupor ante el revuelo que ha conseguido Cincuenta sombras de
Grey, por lo visto la gente que lo ha leído están entusiasmados y lo ven como un gran descubrimiento de novela erótica. No saben, o no recuerdan que antes de ese libro al que ven como novedoso existieron, existen y existirán
títulos tan sugerentes como La edad de la inocencia, El amante de Lady Chatterly,
Lolita, y muchos mas, erotismo,
sensualidad y elegancia van de la mano.
Cada vez que se produce un fenómeno editorial de este tipo me pregunto si nuestro nivel de exigencia menguacon el tiempo
Fotografia de Jean Jacques Andre
Anoto títulos... y no nos olvidemos de La curvatura del empeine.. Aunque ese tiene algo de exageración por el final, al estilo Sade, que se usaba.
ResponderEliminarReconozco que ni lo he leído ni me interesa demasiado.
ResponderEliminarYo tampoco entiendo el revuelo que se ha montado...
¿Merece la pena, Mádison?
ResponderEliminarSalu2.
Me han hablado de este título, pero me han dicho que era una lectura absolutamente pornogràfica. ¿A ti te aparece esto?.
ResponderEliminargracias anaticipadas. Un beso.
Lo escribió Rafael Sánchez Ferlosio: "Sólo aquella que corre gravísimo peligro de pasar inadvertida es una verdadera novedad". Evidentemente, éste no es el caso.
ResponderEliminarAh Luis, elogio a la madrastra una de nuestras primeras lecturas compartidas eh..
ResponderEliminarGinger yo creo que cada vez escasea la calidad y sobra cantidad, eso sí, una gran labor publicitaria.
ResponderEliminarHumo, nada mas que humo, acuerdate del famoso Código..
Un abrazo
Montserrat, no lo he leído ni pienso hacerlo...parece ser que sí.
ResponderEliminarUn abrazo
No conocía la reflexión de Ferlesio, realmente cuanta razón tiene.
ResponderEliminarUn abrazo Juan
Y también aquel famoso "Bonjour tristesse" de la - para aquellos años - libertaria Francoise Sagan.
ResponderEliminarHay mucho libro para la basura pero el marketing funciona.
Un abrazo.
Yo creo que más bien se debe a una cuestión de NOVEDAD.
ResponderEliminarNada existe antes, sólo el ahora.
La mayoría prefiere vivir engañada, le es más práctico.