Aderezar nuestro día a día con unas gotas de melancolía no está mal, el peligro se presenta cuando la dosis aumenta a una velocidad que somos incapaces de controlar, perdemos el equilibrio y nos desborda filtrándose por cada poro de la piel, hasta hacernos perder el sentido.
Es importante saber que a la hora de la verdad solo nos tenemos a nosotros mismos.
Es importante saber que pensar mucho en los demás y poco en nosotros tiene consecuencias insospechadas.
Importante, también es saber que por nuestra culpa hay cosas que desparecen de nuestra vida para siempre sin posiblidad de regreso.
En ocasiones melancolía y necedad van cogidas de la mano.
Me encuentro siempre canciones (o mejor, álbumes enteros) que ejemplifican perfectamente lo que escribes hoy.
ResponderEliminarCreo que nos vendria bien escucharlos una vez más.
Hare Krishna!
No hay que ser más melancólico que lo que el alma pida; forzar los sentimientos es funesto.
ResponderEliminarBesitos, Madi
Acertada y fabulosa reflexión Madison.
ResponderEliminarLa guardaré, pare releerla de vez en cuando, para recordarme que no hay mayor sonrisa que la que se provoca uno mismo, y esa, como todo, debe desearse y "trabajarse".
Un fuerte abrazo.
Como bien dices, lo importante es el equilibrio pero para llegar ahí es preciso desequilibrarse de tanto en tanto, tocar las sombras para tener la necesidad de ver de nuevo la luz. Me gusta tu blog. Un saludo
ResponderEliminar'En ocasiones melancolía y necedad van cogidas de la mano'. Me la pido prestada, vale¿? :)
ResponderEliminarSin duda tienes razon Tom...
ResponderEliminarA veces uno está a punto de morir si se deja llevar...
ResponderEliminarUn abrazo Julio, me encanta que vengas.
Todo es cuestión de saber manejar nuestra voluntad y no dejarse llevar por todo lo que nos dice el corazón.
ResponderEliminarUn beso Maria
Un abrazo Layna, estoy encantada de que te guste mi blog, espero verte por aquí a menudo.
ResponderEliminarToda tuya, 3S, me conoces y sabes que los impulsos y pensar mas de la cuenta me puede.
ResponderEliminarMe encanta la melancoía de los domingos por la tarde (sobretodo si está nublado o llueve), el resto de la semana me como los días.
ResponderEliminar(Qué buen post)
Besos
Acabo de vivir un episodio así...
ResponderEliminarMi desazón ha sido completa durante días...estoy en vías de salir de ello..de volver todo a su sitio....a enterrar en la misma tumba, a la melancolía y a la necedad...
¿Lo aprendido?.."a la hora de la verdad solo nos tenemos a nosotros mismos"...¿el error?..pensar que el tener a alguien en tu vida hacía que nunca más necesitaras hacerte fuerte ante la soledad..
No sé si le he perdido para siempre...pero sinceramente, me da igual...
Gracias Madison...por poner fondo blanco a mi negrura.
Mil besos para ti..
Hoy es sábado, pero aquí no ha parado de llover ni un solo minuto, lluvia y niebla en algún tramo de autopista, por momentos me sentía algo inquieta, quizá un poco asustada; ha sido de gran ayuda la música que me acompañaba.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias Estonetes
Bueno a veces creemos que perdemos, pero con el tiempo resulta todo lo contrario. La pérdida se convierte en encuentro. Nos encontramos a nosotros mismos y...bueno, eso es importante ¿no?
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado esta entrada Elizabetta
Hola Madi. Yo hice un curso de inteligencia emocional en el que el punto primero era que supiéramos que la persona más importante para nosotros éramos nosotros mismos y lo cierto es que si lo piensas despacio no es tan desacabellado. Si tú no estás bien, no podrás ayudar a nadie de su entorno.
ResponderEliminarBuena reflexión cielo.
Besos
Hola bello blog,íntimas entradas, relucientes,si te gusta la palabra dividida,ampliada, la poesía,te invito al mio,será un placer,es,
ResponderEliminarhttp://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
gracias, buena misa de domingo, besos en libertad...
Excelente reflexión, me encantó!
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