No es que no sepa que decir. Sé. Pero de repente me menguo.
Por eso alguna noche, reclino la cabeza en tu pecho y me quedo pegada. Allí donde la memoria descansa porque ya no duele. Acostumbrarme me está costando más de lo que en un principio creí.
Resulta distinto cuando lo veía desde fuera. Pero ya se sabe que todo aprendizaje lleva su tiempo. Más cuando se trata de sentimientos. Sí, en ocasiones soy indecisa y me quedo como en un segundo plano. Pensando. Recordando.
A tu lado el mundo vuelve a nacer cada mañana y yo quiero seguir igual aunque a ratos disimule y te diga, que yo ya soy otra, que ya no soy yo.
Tú miras y luego me dices: Te has puesto colorada!!
En cuanto a mí, de repente quiero gritar para que sepa el mundo lo que siento
Y decir que recorrer la vida de la mano de la persona que se ama es excitante
Porque te amo, porque te necesito. Porque sólo tú me ves realmente como soy.
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