Me gusta leer bajo el cielo
de la tarde, a esa hora en que el día se
queda vacío de ruidos, si acaso solo se escucha el que provoca el pasar las
hojas del libro que estoy leyendo
Tal como me siento-me
digo-debe ser eso que algunos llaman felicidad A ratos dejo el libro sobre la
mesa y bebo un sorbo de café. Levanto la vista. Mis ojos se dirigen hacia la
luz blanca de tarde que se mezcla con los colores de las flores.
Puro equilibrio. Sentir que
todo va bien. Que el mundo está en orden y pongo en movimiento la maquinaria de
la memoria. Quiero almacenar estos
instantes, mosaicos de vida que componen el paisaje de mi mundo interior
Pintura de Jeffrey T. Larson
Desde siempre el momento del día en que más me gusta (y aprovecha) leer es la tarde. ¡Qué paz transmite tu entrada de hoy! Un libro, silencio, el olor de las macetas, sabor a café. Yo también me lo pido. Un beso, Madi.
ResponderEliminarBueno será guardar esos instantes, esas horas lentas, para que lluevan cuando nuestros adentros pidan agua de mayo.
ResponderEliminarUn beso.
A eso yo lo lamo un infrecuente y perfecto momento de paz.
ResponderEliminarA mí me gusta (gustaría) leer por las mañanas, antes de que empiecen los ruidos.
ResponderEliminarSalu2.
esos momentos no tienen precio. nada tan simple como placentero, leer a media tarde y que se deslicen las horas. como siempre me apunto al cafe.
ResponderEliminarun beso madi
También es mi momento favorito para leer, pero padezco de una desorganización crónica y al final termino leyendo a eso de la medianoche y a veces con malas posturas.
ResponderEliminarY acariciado por los rayos del sol...es una ventaja tener este buen clima, y aprovecharlo así....
ResponderEliminarUn abrazo :)
Esta es la Madison que siempre recuerdo. Un abrazo.
ResponderEliminarChimi y un buen libro de poesía eh?
ResponderEliminarUn beso
Qué sería de nosotros, de nuestra vida si no pudiéramos echar mano de esos recuerdos almacenados...
ResponderEliminarUn beso Daniel
El ser ta infrecuente es lo que hace que sea tan especial
ResponderEliminarUn beso Angela
Sí Dyhego, también a esa hora que huele a nuevo y el día se estrena. La cuestión es leer ¿verdad?
ResponderEliminarUn beso
Marchando un cafetito para Tere!!!
ResponderEliminarUn beso guapa
Ah Martin, creo que te gano en lo que se refiere a la mala postura, si me vieras lo entenderías. Bueno y a la desorganización creo que tampoco quedo corta.
ResponderEliminarUn abrazo
Ains Explorador, ¿todavía estás por esos mundos frios? de todos modos tú puedes disfrutar de pubs chulos...
ResponderEliminarUn beso
Ostras qué alegria verte por aqui Jose Angel, ya ves, sigo siendo la misma. Bunca cambiaré de avatar. Gracias.
ResponderEliminarMe acuerdo mucho de tí, de nuestras charlas.
Un beso muy fuerte y sobre todo para tus chicas!
Qué familiar, qué cercano me resulta este bello poema. Así lo veo yo, como un poema.
ResponderEliminarBesos.
Aquellos segundos de espera; los acompañados pasos hacía el café, relegando al vacío las voces y pasos apresurados de otros por la transitada rambla.
ResponderEliminarMinutos más tarde, nuestros ojos se envolvieron de justas palabras, sin prisa como la melodía aterciopelada que recorría por nuestras venas, felices de estar ahí, sintiendo el roce de nuestras manos, la caricia de un encuentro.
El clandestino subterráneo se llevó ese encuentro, permaneciendo en nuestra vida interior, aquella tarde, reflejo de un instante que hoy, en tu día, sella mi beso.
Muchas gracias por tus palabras y tu visita Thorton, viniendo de alguien como tú es un gran halago.
ResponderEliminarMuchos besos
German hay encuentros que por muy breves que sean son imposible de olvidar debido a su intensidad.
ResponderEliminarMe gustan tus palabras. Me gusta que hayas venido. Me gusta saber de ti. Me gustan tus recuerdos y evocaciones.A fin de cuentas me identifico con ellos. Espero y deseo que estés bien. Que la vida te trate bien.
Un abrazo