Cuando vi el restaurante los recuerdos se agolparon en mi mente,cerré los ojos y retrocedí en el tiempo dejándome llevar hasta aquella lejana noche de invierno, después, continué conduciendo hasta la primera rotonda que encontré; di la vuelta y me dirigí hacia el aparcamiento. Detuve el coche. Dejé las llaves puestas en el contacto y bajé con la intención de entrar al local, quería comprobar si todavía seguía allí aquel rincón, la mesa siempre preparada para dos; pero no lo hice. Me quedé fuera dispuesta a guardar en el hueco de mi memoria el conjunto de imágenes y sensaciones que componen las horas compartidas en aquella noche.
Me mantuve quieta frente a la cristalera que da al interior, con los ojos muy abiertos retrocedí hasta aquella noche, recordando la euforia y las ganas de sabernos. El torbellino de la ilusión ante lo inesperado hizo que que rechazáramos la invitación a la cena de amigos. No estaba bien. Lo sabíamos. Pero no nos importó los comentarios. Tampoco los reproches.
Ahora evoco aquellas horas en que nos hablábamos con los ojos, también con las manos y siempre mirándonos a los labios, tus gestos eran delicados, tus palabras fascinantes.
Por aquellos días pronunciar tu nombre me producía tal influjo que apenas conseguía balbucear pequeñas frases entrecortadas y sin sentido.
La ilusión suplía cualquier carencia anterior. Recordé el olor del perfume del domingo. Escuché desde la memoria la voz de Roberta Klack.
Y me alejé de ese lugar mientras un dolor punzante me dañaba el alma .
En el pasado tú me diste vida. Hoy me la quitas. Sabe Dios hasta cuando no habrá descanso
¡Cuántos recuerdos me has hecho rememorar! Areta Franklin era una cinta de casette que no faltaba en mi coche.
ResponderEliminarHacía tiempo que no la escuchaba.
Besos.
Que relato tan bien construido,se lee con avidez, porque está lleno de palabras sugerentes.
ResponderEliminarAy, los recuerdos siempre traen la certeza de lo vivido de lo que queda en la memoria.
Besicos.
Ah, la canción es de "nuestra epoca",siempre la tarareo.
Momentos que hacen daño... mucho daño.
ResponderEliminarRecuerdos que queman..
Bicos meniña
Uno se levanta de la mesa y se va. Pero se quedan cosas allí. Para siempre. Por eso es que si vuelves, ya sabes lo que vas a encontrarte.
ResponderEliminarUn beso.
Matandome suavemente con su cancion, que bella! Gracias recordar es volver a vivir, besos
ResponderEliminarHormoso Madison...
ResponderEliminarQué curioso... las vivencias que más nos hacen soñar acostumbran a ser las que luego más nos roban el sueño.
Un beso!
Maria
Las canciones nos transportan en el tiempo.
ResponderEliminarMe trae muy buenos recuerdos esta canción.
Un abrazo Carlos
cabopa, me alegra mucho saber que el relato es de tu agrado.
ResponderEliminarEs que ayer hizo un día muy bonito y me vino ls inspiración momentanea.
Yo también tarareo la canción.
Petons
Amar, sufrir...es la sal de la vida Carmela, siempre es el mismo proceso.
ResponderEliminarA veces vuelves esperando no encontrar lo que ya sabes que encontrarás. A veces necesitas creer en lo increible. Hasta que un día cae la venda.
ResponderEliminarUn beso, Blanco
Canciones de una época de la vida
ResponderEliminarUn beso Yudith
Nos gusta recordar experiencias que nos marcaron para bien o para mal
ResponderEliminarUn beso Maria
Con tu relato me has llevado frente a la cristalera del restaurante. Y he sido yo quien se ha quedado allí, de pie, dejando correr el pasado... gracias
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