Me gusta Septiembre, hasta donde alcanza mi memoria es uno de los meses del año con el que más y mejor me identifico.
Este año su entrada está resultando maravillosa.
Días que se acortan, temperaturas suaves que invita a pasear en los atardeceres por la orilla del mar. El Mediterráneo es especialmente bello y su olor incofundible, pero durante este mes toda esa belleza y olor se acentúa mucho más, haciendose notar por todas partes.
Sentarse en una terraza a tomar el café de mañana, ese café que ayuda a estar despejada el resto del día .
Mientras lo tomo sorbo a sorbo, paladeando y oliendo, mi memoria me transporta a otros septiembres vividos.
Son recuerdos reales, ahí estoy, en el patio de la casa de mis abuelos. Una casa grande de paredes blancas y un patio con muchas flores. Huele a desayuno hecho por mi abuela. Un olor increiblemente embriagadro. ¡¡Qué rico concinaba mi abuela!!!
Son recuerdos reales, ahí estoy, en el patio de la casa de mis abuelos. Una casa grande de paredes blancas y un patio con muchas flores. Huele a desayuno hecho por mi abuela. Un olor increiblemente embriagadro. ¡¡Qué rico concinaba mi abuela!!!
Soy una persona imaginativa y a veces siento rabia de serlo, pero en momentos como estos lo cierto es que disfruto mucho de esa habilidad mía y me siento muy afortunada
Qué tiene septiembre que cada año produce en mi una regresión a tiempos pasados?.
Cómo es posible que por momentos vuelvo a ser, vuelvo a estar, vuelvo a oler...?
Y la misma plenitud de aquellos días en aquellos años se instala en mi ser.
Qué tiene septiembre que cada año produce en mi una regresión a tiempos pasados?.
Cómo es posible que por momentos vuelvo a ser, vuelvo a estar, vuelvo a oler...?
Y la misma plenitud de aquellos días en aquellos años se instala en mi ser.
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