"Dice que ella escondía sus pies entre las piernas de él. Sus pies helados como piedras frías y que allí se calentaban como en un horno donde se dora el pan. Dice que él le mordía los pies diciéndole que eran como pan dorado en el horno. Que dormía acurrucada, metiéndose dentro de él, perdida en la nada al sentir que se quebraba su carne blanda; sumiéndose, sumiéndose más, hasta el gemido..."
( Pedro Páramo, Juan Rulfo )
Imagen, de Andre Kertesz
Hermoso y desolador libro,Mádison.
ResponderEliminarSalu2 desde Comala.