Hace ya casi dos meses,volvía a puerto cuando me sorprendio una tempestad inesperada; hizo naufragar mi nave y me arrastró a las orillas de la laguna Estigia. Afortunadamente, unos valientes marineros de una patrullera lograron rescatarme, aunque aun estaba al borde del ahogamiento.
Una vez superado el trance, y cuando ya parecía que estaba a salvo, una nueva tormenta volvió a arrojarme al mar y ahora casi llegue a sumergirme en las tan poco deseadas aguas de la laguna. No obstante, con ayuda de un equipo de rescate que hizo lo imposible, logré descansar al fin y tras una larga estancia en el navío salvador, arribe por fin a puerto hace unos días.
De las primeras cosas que hice, aún sin recuperarme del todo fue volver a visitar el "café" y dejarme arropar por su ambiente y el calor de los conterulios.
Una vez superado el trance, y cuando ya parecía que estaba a salvo, una nueva tormenta volvió a arrojarme al mar y ahora casi llegue a sumergirme en las tan poco deseadas aguas de la laguna. No obstante, con ayuda de un equipo de rescate que hizo lo imposible, logré descansar al fin y tras una larga estancia en el navío salvador, arribe por fin a puerto hace unos días.
De las primeras cosas que hice, aún sin recuperarme del todo fue volver a visitar el "café" y dejarme arropar por su ambiente y el calor de los conterulios.
La taza de aromático, humeante y buen café siempre está a punto.
ResponderEliminarCada día, cada hora la tengo a mano, preparada, para cuando vea que entras ofrecértela.
Qué bueno que hayas sabido capear el temporal.
Que bien que hayas encontrado quien te rescatara.
Qué feliz me hace saber que no te has olvidado.
Durante este tiempo he notado un vacío muy grande y a ratos he sentido frio y tristeza.
Quédate, no vuelvas a marchar así, sin avisar.
La marcha fue forzosa, no pude avisar ya que el corazón me jugó una mala pasada y he estado mucho tiempo en el "taller", demasiado. Pero en todo ese tiempo he echadode menos el café y notado tu ausencia; me apenaba no poder comunicar con mi dama favorita.
ResponderEliminarPero ya pasó, y ahora a seguir y por supuesto no hay mejor recibimiento que ese café humeante (tendrá que ser descafeinado) y tus palabras.
Gracias
Siento lo sucedido, y ni te imginas lo feliz que soy a saber que todo se ha solucionado satisfactoriamente.
ResponderEliminarNo queda mucha gente auténtica, por eso cuando tenemos la suerte de que una de esas personas se cruzan en nuestro camino debemos cuidarla, mimarla y conservarla, porque es un gran tesoro.