lunes, 8 de junio de 2020

Formas de volver a casa.-Alejandro Zambra

Contraportada:
Formas de volver a casa habla de la generación de quienes aprendían a leer o a dibujar mientras sus padres se convertían en cómplices o víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet. Alejandro Zambra muestra el Chile de mediados de los años ochenta a partir de la vida de un niño de nueve años.

El autor apunta a la necesidad de una literatura de los hijos, de una mirada que haga frente a las versiones oficiales. Pero no se trata sólo de matar al padre sino también de entender realmente lo que sucedía en esos años. Por eso la novela desnuda su propia construcción, a través de un diario en que el escritor registra sus dudas, sus propósitos y también cómo influye, en su trabajo, la inquietante presencia de una mujer.
Con precisión y melancolía, Zambra reflexiona sobre el pasado y el presente de Chile. Formas de volver a casa es la novela más personal de uno de los mejores narradores de las nuevas generaciones. Un libro que ratifica lo que Ricardo Piglia ha dicho sobre el autor: «Un escritor notable, muy perceptivo frente a la diversidad de las formas.»


Dos narradores, el primero  es un niño de nueve años que a través de la amistad con una niña que vive en el barrio  y a medida que su relación se estrecha empieza a ver, mejor dicho intuir los estragos sociales de la dictadura. 
El segundo narrador es el mismo, pero ya en edad adulta, es escritor y a traves de sus libros repasa su vida e intenta reconciliarse con su pasado, un pasado que no le deja avanzar ni crecer como persona.  

Me ha gustado mucho, es el primer libro que leo de este autor, pero seguro no el último.

Mientras la novela sucedía, nosotros jugábamos a escondernos, a desaparecer 
Pag.57
Es impresionante que el rostro de una persona amada, el rostro de alguien con quien hemos vivido, a quien creemos conocer, tal vez el único rostro que seríamos capaces de describir, que hemos mirado durante años, desde una distancia minima-es bello y en ciertomodo terrible saber que incluso ese rostro puede liberar de pronto, imprevisiblemente, gestos nuevos. Gestos que nunca antes habíamos visto. Gestos que acaso  nunca volveremos a ver.
Pag. 61
Ahora que lo pienso, hubo un tiempo en que todo el mundo daba consejos. Pero de pronto nadie quiso mas consejos. Era tarde, nos habíamos enamorado del fracaso, y las heridas eran trofeos, igual que cuando niños, después de jugar entre los árboles. Pero Rodrigo da consejos. Y los escucha, los pide. Está enamorado del fracaso, pero también todavía, de esas formas antiguas y nobles de la amistad.
Pag. 70
Viví en pensiones o piezas pequeñas y trabajé en cualquier cosa mientras terminaba la universidad. Y cuando terminé la universidad seguí trabajando en cualquier cosa, porque estudié Literatura, que es lo que estudia la gente que termina trabajando en cualquier cosa.
Pág. 87
Me acerco al mueble pequeño donde están los viejos álbumes de fotografías familiares. Para eso sirven estos álbumes, pienso: para hacernos creer que fuimos felices cuando niños. Para demostrarnos que no queremos aceptar lo felices que fuimos.
Pag. 127
Tu ropa en los cajones de otra casa.
Pág. 162


Alejandro Zambra

 ISBN 978-84-339-7743-4
EAN 9788433977434
PVP CON IVA 8.9 €
NÚM. DE PÁGINAS 168
COLECCIÓN Compactos



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