Colección de cartas reales y ficticias para disfrutar del simple placer de leer y escribir.
miércoles, 19 de junio de 2013
Jaime Gil de Biedma
No volveré a ser joven
Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.
Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.
Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.
Pintura de Xue Yanqun
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Gil de Biedma, sabia my bién lo que se decia. tuvo que vivir muchos años, antes de darse cuenta. los hay que lo ven antes.
ResponderEliminarSaludos muy cordiales, amiga.
Qué grande era. Toda su obra es de las que merecen la pena de principio a fin.
ResponderEliminarAdvertencia triste la de Gil de Biedma... Siempre me ha gustado este poema... aunque la verdad.. tampoco creo que vaya tan en serio. ;-)
ResponderEliminarBesos...
Siempre me ha encantado este poema. Gracias por traerlo.
ResponderEliminarUn abrazo
Lo dificl de seguir la trayectoria vital, es eso, saber en cada momento donde uno esta, que lo limita y que lo haces volar
ResponderEliminarexcelente entrada, beso
ResponderEliminarUno no se puede fiar de los aplausos, como tampoco del elixir de la juventud...
ResponderEliminarPiensas...
ResponderEliminarque yo pienso
que tú piensas...
que yo pienso
que tú vas a pensar...
que yo pienso
que tú estás pensando
“eso que yo pienso”.
Y por eso,
piensas que
para que yo no piense
que tú lo piensas,
es mejor
hacerme creer...
que tú no piensas
lo que piensas;
aunque yo esté pensando
que piensas...
lo que, en verdad,
piensas.
Me encanta este poema, bueno recordarlo siempre. Lo has traído a mi recuerdo, gracias.
ResponderEliminar-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro--
Sublime.
Un abrazo
Rosa
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
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