El sueño no se repetía, pero ella, aparecía en cada nuevo sueño desde hacía días, meses; desde aquella primera vez. No le costaba soñar. De hecho, cada madrugada despertaba recordando el sueño o sueños que transitaban por sus ojos bajo el manto de sus parpados. Algunas veces corría con la prisa del reloj tras de sí. Otras, las menos, posaba su fragancia, sedimentando mi cuerpo, como terrón de azúcar, instalándose en mí.
¡Claro!
ResponderEliminar... ¿Qué esperas?
El sueño no se repetía, pero ella, aparecía en cada nuevo sueño desde hacía días, meses; desde aquella primera vez.
ResponderEliminarNo le costaba soñar. De hecho, cada madrugada despertaba recordando el sueño o sueños que transitaban por sus ojos bajo el manto de sus parpados.
Algunas veces corría con la prisa del reloj tras de sí. Otras, las menos, posaba su fragancia, sedimentando mi cuerpo, como terrón de azúcar, instalándose en mí.
Me encanta la combinación de imagen y palabras y como invitación ya ni te cuento. :)
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