domingo, 14 de diciembre de 2014

Decir

Hacia el final del libro, Adiós a las armas de Hemingway, casi en la última página, Frederic, el narrador mantiene una conversación con Catherine :

"-¿Quieres que haga algo, Cat?¿Te traigo alguna cosa?
Catherine sonrió
-No.- Después dijo-: No harás con otras lo que hacíamos nosotros, ni les dirás las mismas cosas, ¿verdad?
-Jamás."

No creo que eso sea posible, las palabras y las cosas, los actos. Todo está inventado y repetido hasta la saciedad. Repetimos una y otra vez lo mismo. Si acaso, lo que cambia es la persona a quien se lo decimos, y la predisposición a aceptar, creer, el sentir y las ganas de seguir o de abandonar.

Todas las historias son importantes. Nos marcan de por vida. Para bien o para mal. Según nos vaya. Nunca debemos menospreciar o pensar que esta o aquella es menos importante que la otra. A veces las que empiezan como un juego,con el paso de los días pueden convertirse en las más apasionadas y auténticas. Son nuestras cosas.Y esto es así
Imagen de Erin Cone

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