domingo, 5 de mayo de 2013

Anocheceres























Para disfrutar de la belleza no se necesita un paisaje espectacular ni un entorno paradisiaco.
Basta  dejar que todo transcurra a su ritmo.Un poco de sosiego, sentirse bien con uno mismo y una pizca de gusto por las cosas pequeñas.
Hoy como aquel ayer, como cada día,  he hecho el mismo recorrido y entre mis pensamientos ha surgido minúsculos esbozos de un poema que leí una vez no recuerdo donde, pero que me gustó mucho y quiero compartirlo con vosotros

En eso consiste
Al fin y al cabo.
Ser humano.
En no excluir nada ,
Ni una estrella,
Ni un ruiseñor,
Ni una sola lágrima
(Charles K. Williams)

1 comentario:

  1. Que poemazo. Y sí, esa luz que agoniza es preciosa. Y la damos a veces por descontada, cuando estamos cansados.

    Un abrazo :)

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